Para holgazanes y corruptos

Autor: Ramón Aguiló SJ 

 

EL TONO DE TUS MENSAJES. Yo creo que algunas veces los que leemos tus mensajes no tenemos la suficiente capacidad para interpretarlos en su verdadero sentido, porque no podemos escucharlos de tu propia boca. Me explico. El tono en que se dicen las frases tiene mucha importancia para la correcta comunicación del sentido del mensaje. Estoy convencido de que Tú muchas veces les dabas una tonalidad muy especial. Un tono de ironía, y hasta de cierta comicidad.  

Se dice que Tú has llorado varias veces. Pero, en cambio, nadie dice que hayas soltado una sonora carcajada, o que hubieras reído a gusto, o que, por lo menos, hubieras sonreído a alguien o en alguna situación especial. Y sin embargo yo estoy convencido de que tu alegría interior necesariamente debía asomarse a tus actitudes externas. Se vería que estabas alegre, y muchas cosas y comparaciones que usabas brotaban de tu propia alegría, y por tanto debían ser interpretadas así. No eras un hombre tétrico, ni severo, ni un maestro pesado, impositivo o regañón. A pesar de tu destino para la Cruz, que Tú conocías desde tus primeros años, Tú fuiste siempre un hombre humano, agradable, positivo, esperanzado y esperanzador.

 

PIDES ATENCIÓN ANTE TU LLEGADA. Hay un momento de tu Magisterio que me parece especialmente significativo para comprenderte. Y es el momento en que previenes a todos los que te escuchan, y a tus propios seguidores, Apóstoles y Discípulos, para que estén atentos ante la venida del Hijo del Hombre. A todos les pides que aprovechen bien su tiempo, y que trabajen bien, teniendo todas las cosas preparadas y a punto, para cuando llegue el Juez, el Señor. El nos juzgará por lo que hayamos "realizado" con los dones que de El hemos recibido. Y estos dones o regalos, estas "minas" y "talentos" son la propia existencia, la vida, las facultades de nuestra humana personalidad, el tiempo, la salud y tantas cosas que constituyen un verdadero "Tesoro", una riqueza incalculable. Tendríamos que analizar lo que puede significar la simple Palabra "Realización" en tu Mensaje. ¿Qué puedo hacer con esta riqueza recibida en depósito?. 

Evidentemente no se trata de Realizaciones espectaculares, ni humanamente grandiosas. Para Tí lo grande es lo que se realiza al Servicio de tu Padre y de los demás, con generosidad y amor, con grandes ilusiones y una fuerte Voluntad Sobrenatural de Perfección, imitándoTe lo mejor posible y procurando expresar los rasgos del mismo Dios. Esta es la gran realización que nos pides, que solamente Dios puede valorar debidamente. Los demás, los compañeros de viaje, no la pueden pesar, no la pueden apreciar justamente.

 

LAS PARÁBOLAS CONTRA EL SUEÑO Y LA HOLGAZANERíA. Son varias tus Parábolas que insisten en este punto de la serena e intensa actividad de los que quieren servir a Dios. No se pueden dormir, ni dedicarse a sus instintos bajos y borracheras. Lo vas diciendo en la Parábola de los Talentos (Mateo, Capítulo 25), en la de las Minas (Lucas, Capítulo 19), en la del Mayordomo que, en ausencia de su Señor, se dedica a "golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos" (Mateo, capítulo 24) y en otra Parábola parecida que expone Lucas en su Capítulo 12.  Todas ellas demuestran lo malo de la pereza y de la vida lujuriosa de los que están distraídos por las variadas festivas efervescencias de este mundo. Porque "Mi Señor tarda en Venir", como dice el Siervo de Lucas 12. 

La de Lucas, Capítulo 12, dice muy brevemente: "Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas, y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa, y, yendo de uno a otro, los servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así ¡dichosos de ellos!. Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del Hombre". 

"Ceñirse los lomos" tiene un sentido histórico muy interesante por lo gráfico. Es la acción que realiza el trabajador, cuando se dispone a trabajar intensamente: con un ceñidor que se pone y se ata sobre la cintura, recoge y eleva un poco la túnica para poder trabajar mejor y más intensamente. De hecho, los fósiles de esclavos encontrados en diversas excavaciones suelen llevar un ceñidor. Así han sido descubiertos en las ruinas de Pompeya. 

Después Pedro Te planteó la pregunta para conocer si en esta Parábola también Te dirigías a ellos. Y Tú hablando del "Administrador Fiel y Prudente", con toda claridad le contestaste que también ellos estaban incluidos. Todos los hombres de buena voluntad debemos evitar la pereza, el cansancio, el sueño, la distracción. Nuestra actitud ha de ser la del Trabajador atento y productivo, la del Soldado que está de guardia durante la noche frente a unos enemigos que están despiertos, atentos y siempre amenazantes, la actitud del Hijo bien educado que espera la llegada de su Padre, la de los Habitantes de un hogar conscientes de que algun ladrón está merodeando por la calle para forzar las puertas, las ventanas o las mismas paredes y así robar. 

Las Parábolas de los Talentos y las Minas añaden un elemento más y muy importante: Hay que estar atentos, despiertos, pero además, trabajando, volviendo productivo el capital que hemos recibido, pequeño o grande. Lo que hemos recibido de Dios que siempre es mucho más de lo que podemos calcular, ha de producir unas riquezas que se puedan valorar positivamente ante el Juicio de nuestro Padre. Con esto, Tú además de rechazar la actitud de los eternos "cansados", "dormilones", "distraídos", has cantado el panegírico de los que son conscientes de que el tiempo es un tesoro que se les va, y que debe producir su rentabilidad ante Dios que nos lo entregó para que negociáramos con él. Estas Parábolas son una enérgica lección para los "Holgazanes". No se admiten "Holgazanes" en el Reino de Dios.

 

SU EXPLICACIÓN. Tú utilizas unos nombres, Talentos y Minas, que ahora ya no sabemos qué cosa puedan significar exactamente, aunque sin gran dificultad lo podemos deducir. El Talento y la Mina son dos medidas de peso que eran utilizadas en tu tiempo en varios países, y que consecuentemente también solían expresar un valor de cambio, expresable en monedas. Me basta con recordar que un Talento era bastante más que una Mina.  

Lo importante es subrayar que Tú exiges que se aproveche el tiempo de vida que Dios nos concede, para crear una riqueza que sea computable en las cuentas de Dios. Los perezosos, los inútiles, son los que entierran la mina y el talento que el Señor les entrega, para devolvérselos sin más, sin haber producido nada. Son los que se entregan a los goces terrenos, sin querer complicarse la vida, como dicen ellos, con asuntos lejanos y ultraterrestres.

 

LA FIGURA DEL LADRÓN. Tú hasta llegas a hablar de Ladrones. Y aquí se necesita una buena dosis de capacidad de fantasía, de ironía y de optimismo para compararte a un Ladrón que no avisa cuándo va abrir el boquete en la casa para robar. Tú no llegas para robar a nadie. Ni llegas de puntillas e inesperadamente para sorprendernos in fraganti, con el pecado en las manos, para así castigarnos más a gusto, como parece que en muchas ocasiones tienen que hacer los policías de nuestras ciudades y pueblos. Yo no puedo imaginarte a tí como un policía disfrazado, o un Guardia Civil del servicio secreto, o un espía decidido y eficaz. 

Sin embargo, recurres a los ladrones pícaros y tortuosos para explicarnos cuál debe ser nuestra atención sobre el asunto más importante de nuestra vida.  

Nos defendemos de los ladrones. Escondemos muy bien nuestro dinero, nuestro capital, nuestras joyas, nuestros objetos de valor para salvar todo lo nuestro de su picardía activa en caso de que puedan abrir el boquete en las paredes de nuestra casa. Esta es la gran enseñanza. Porque de ahí deduces que nuestra pereza y nuestra holgazanería son grandes, ya que ante lo desconocido, no estamos tan preocupados por nuestros bienes eternos como cuidamos de nuestros pequeños tesoros materiales.

 

LECCIÓN PARA TODOS. Y esto se lo dices a todos los cristianos y hombres que quieran escucharte. Y muy especialmente a aquellos que Tú has puesto como administradores de tu propia casa que serían tus Apóstoles, tus Discípulos y sus Sucesores. 

En este sentido estas parábolas me parecen una magnífica Lección para perezosos, holgazanes e irresponsables. Tú sabes valorar perfectamente qué cantidad de todo esto tenemos los humanos, a los que nos gusta molestar a los demás, y al mismo tiempo conseguir que los demás no nos molesten, para tumbarnos, dormir, comer y emborracharnos con los vinos y licores de la vida. Es triste pero es así. 

El pobre Pedro una vez más se quedaría pensativo, aunque positivamente impulsado a la confianza, cuando le hablaste de todo esto, después de una pregunta que él te propuso, como lo cuenta también Lucas (Capítulo 12)."Dijo Pedro: 'Señor, '¿dices esta Parábola para nosotros o para todos?'". Una buena lección también para él, que, como tantos otros con él y después de él, han recibido dones extraordinarios, y por tanto deberán responder más que los que recibieron menos. Yo confío que tus cálculos para juzgar el "Más" y el "Menos" sean fruto de tu bondad más que de tu justicia. Porque la Parábola va para todos, según tu respuesta.

 

SACUDIDA ESPECIAL PARA ADMINISTRADORES CORRUPTOS. Tu Parábola adquiere unos tintes realmente fuertes cuando Te refieres a los Administradores Corruptos que han sido tanto en todas las Administraciones de la Historia.  

Tú piensan en los Administradores dentro de tu Iglesia, pero también en todos los que en las diferentes estructuras de poder tienen una responsabilidad sobre los demás. 

Los de tu Iglesia evidentemente son los más responsables, porque tienen un conocimiento mejor y más profundo de cuál sea la Voluntad de tu Padre. Por esto se les exigirá mucho, como Tú mismo dices, al final de estas Parábolas que llaman a la acción inteligente, vigilante, responsable: "A quien se le dio mucho, se le reclamará mucho. Y a quien se confió mucho, se le pedirá más".  

Pero también se exigirá mucho a los que son Administradores en las estructuras humanas, que, curiosamente, los pueblos modernos suelen llamar "Administraciones". 

Es muy triste constatar que estos administradores que ocupan puestos de poder en la sociedad de nuestros siglos no han dado buena cuenta de su acción responsable, limpia, según las Leyes. Más bien han dado origen a muchos escándalos que son aprovechados en las luchas políticas y sociales, para derribarlos y ocupar así más fácilmente sus sillones. 

Tú has descrito en pocas palabras en qué consiste esta corrupción: aprovechar las ventajas del poder, y utilizar sin miramientos, la violencia, para aumentarlo. Has dicho Tú con una contundencia que debería sacudirnos a todos, pero especialmente a los Corruptos de profesión: "Pero si aquel siervo se dice en su corazón: 'Mi señor tarda en venir', y se pone a golpear a los criados y criadas, a comer y a beber y emborracharse, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los infieles". 

En tu Iglesia y en todos los países del mundo, los que ocupan algún puesto de responsabilidad a cualquier nivel, o lo quieren ocupar, por cualquier medio aunque sea justo, deberían leer y meditar esta pequeña "Parábola del Administrador Corrupto", para no caer desplomado bajo el juicio de nuestro Padre Dios, y la repulsa de los que trabajan en las bases.

 

ESPERAR Y TRABAJAR CON ALEGRÍA Y CONFIANZA. Esta Lección para perezosos, holgazanes e irresponsables leída parece dura. Pero, pronunciada por tus labios de Hijo del Hombre, me resulta alegre, optimista, con sabor a una cierta humana e irónica forma de decir. Porque yo he recibido lo elemental. Y todo lo he puesto a tu servicio y al servicio de mis hermanos. Así lo deseo para todos: Ellos habrán recibido más. Que recuerden que Tú les exigirás más. 

Yo te espero. Todos queremos esperarTe con tranquilidad. Y por tanto, no quiero pensar en un ladrón para imaginar tu llegada. Llegarás, como mi Salvador, es decir, como el Amigo esperado que me dijo: Algún día te daré una sorpresa, que te va a alegrar. Iré a visitarte. Y esto ya me cambia completamente la expectativa de la llegada. 

Yo te espero. Pero no pienses que vas a encontrar en mis simples realidades cristianas y humanas, grandes tesoros. Nací pobre. Y pobre me he quedado toda la vida. Pero sé muy bien cómo un Papá aprecia los versos de un hijo, o el traje que le regala su hija, o el cuadro que para él ha pintado su nieto con más ilusión que acierto artístico. Tú eres mejor y más comprensivo que cualquier padre de familia. 

Tú no te sientes Papá de nadie, ni Abuelo bonachón, porque te presentas como Hermano de todos, pero puedes comprender y comprendes perfectamente lo que quiero decirte en esta carta. Te la escribo con el corazón en la mano. Y a ningún ladrón, aunque sea fingido, se le puede ofrecer el propio corazón.  

No te rías de nosotros, por favor. ¿Sería la primera vez que ríes?. No lo creo. Porque recuerdo que Chesterton, en algún lugar de sus obras, dice que lo que Tú escondías de tu Personalidad era tu propia sonrisa. En realidad, tus sonrisas -y muchas- están en las páginas de tus seguidores y escritores, de tus evangelistas. Sólo hay que saberlas ver, imaginarlas y experimentarlas. Son muy fluidas y agradables. Y nos ayudan a forjarnos una Verdadera Imagen de Tí.

 

LA VIDA ES UN CONCURSO. Lo que Tú quieres expresarnos, en estas Parábolas de Hombres que reciben unos bienes o unas capacidades vitales, es que se producen Reacciones Humanas de todos los tipos.  

Todo sucede como en esos Concursos de Artistas Noveles que se organizan para estimular su esfuerzo y su creatividad. Se les da un tiempo y unos elementos e instrumentos de trabajo para que demuestren lo que son capaces de realizar. Y el resultado es realmente espectacular.  

Hay algunos que crean verdaderas obras de arte, pinturas o esculturas. Y otros que se quedan en la mediocridad. Y finalmente los de la cola, que se muestran incapaces de todo. 

Los Hombres y la Mujeres estamos llamados a crear nuestra propia Obra de Arte con nuestra vida y todo lo que ella significa.  

Algunos llegan muy lejos: Son los Santos y Santas. Otros nos quedamos a mitad de Camino. Otros, cansados, desisten. No participan. Se emborrachan, y se dicen: "A vivir. Que son Cuatro Días". 

A veces me parece que todos hemos de ser como un Pintor ante un gran lienzo blanco, con unos pinceles y unos colores que nos ha regalado Dios. Vamos a pintar.

 

   LA TELA BLANCA

 

               Mira qué tela está ahí.

               Mira qué tela tan blanca.

               Parece un trozo de cielo

               lleno de Luz y de Escarcha.

               Esa Tela que se extiende

               ante mi inquieta mirada

               se va poblando de formas,

               se va llenando de caras.

 

               Esa Tela ya no es tela.

               Esa Tela ya no es blanca.

               Esa Tela es una historia.

               Esa Tela es todo un Drama.

               Van cantando los que lloran.

               Van llorando los que cantan.

               Y dejan huellas de sangre

               los que por la Tela pasan.

 

               Y se llenan de colores

               los rincones de mi Alma.

               Y se graban en la Tela

               mis amores y mis lágrimas.

               Esa Tela ya no es Tela.

               Es una Bandera larga.

               Es un trozo de mi mundo.

               Es un enjambre de águilas, 

               Yo quisiera que la vierais.

               Esa Tela está embrujada.

 

               Yo soy esa Tela roja.

               La Tela que ya no es Blanca.

     R. A. 1990.

 

Jesucristo, lo que importa es pintar en el Lienzo de la Vida que nos vas dando.  

Completar nuestra Obra de Arte supone CREAR: un rostro humano que se parezca a tu Rostro Divino. Una personalidad que sea un escueto reflejo de tu Personalidad de Hijo de Dios. Una actividad que sea, por lo menos, un pobre y esquemático dibujo de tu Mensaje. Una actitud obrera, despierta que consista en aprovechar bien el tiempo que me das. Así el Talento, la Mina que me has dado, habrán rendido un pequeño capital para Tí. Este será mi humilde regalo el día en que Te encuentre, y Te lo pueda decir y entregar cara a cara. 

Yo confío plenamente en que así será. Seré como un Soldado en el campo de Batalla, de noche, en guardia, sin más armas que la del Amor y la Verdad. Lo importante es que esté despierto, atento y trabajando.