La tiranía de los tiranos

Autor: Ramón Aguiló SJ

 

 ¿Sabes que Te digo?. Que deberíamos estar todos agradecidos a los dos hijos del Zebedeo, Santiago y Juan, y a su madre por su ingenua petición y su gran ambición de poder político y de relevancia social. Miraban lejos ellos y ella. Se habían imaginado el Reino del Mesías, como un Reino Soberano, Libre, Nacional, sin militares romanos por las calles, sin Pilatos, sin Gobernadores extranjeros y sin impuestos humillantes. Y este Reino tendría un Rey. Y ese Rey serías Tú. Y tendrías tu Gobierno, y en el Gobierno habría unos primeros puestos. Y ellos los querían para sí. Y como no se sentían seguros de su propia influencia, recurrieron a la de su madre. Ella sabría arreglarse para convencerte. Y conseguir lo que todos ambicionaban en aquella familia. Tráfico de influencias lo llamamos nosotros ahora. 

 

LA AMBICIÓN POLÍTICA. Lo cuentan con bastantes pormenores Mateo (Capítulo 20), Marcos (Capítulo 10) y Lucas (Capítulo 22). Mateo es el único que expone la intervención de la madre de los dos Apóstoles, en esta búsqueda de apoyos ante tu Autoridad. Los otros dos se callan este dato, tal vez por respeto a la madre, que, sin duda, tuvo una súplica comprensible, desde el punto de vista humano-materno. 

De todas formas metieron la pata. Tuvieron un  patinazo. Cayeron en el ridículo. Y provocaron una discusión entre los amigos y compañeros de Apostolado. ¿Quién de ellos era el más importante?. Todos lo querían ser. Ahora nos provoca risa. Porque nosotros ahora Te conocemos mejor que ellos en aquel momento.  

Y Tú entonces les hablaste del trago amargo que Tú has de beber. Y les propones la pregunta que ellos deberían hacerse a sí mismos, para ver si son capaces de absorber el trago de su propia pasión. Esto es lo importante, lo decisivo, para Tí. Y Tú ves el futuro y sabes que ellos están dispuestos. Y que agotarán hasta las heces la copa de su sufrimiento.

 

TU LECCIÓN DE SOCIOLOGÍA POLÍTICA. Pero, además, les das una doble lección de Sociología, Tú que no habías estudiado en ninguna Universidad Moderna, ni habías leído ningún libro de Política, ni conocías probablemente a Platón, ni a Aristóteles, ni habías experimentado los notables defectos de la Democracia Griega. Porque les explicas en pocas palabras lo que significa para los pueblos el Gobierno de los Tiranos y de los Señores, y les pintas el cuadro, en rápidos brochazos, de lo que debe ser el orden de tu Iglesia.  

Los Tiranos tiranizan: es lo único que saben hacer. Los Señores oprimen: es lo que les pide su ambición de riqueza y de bienestar. Y les dices: "Nada de eso entre vosotros". Y entonces les describes a una Iglesia con un gobierno de Siervos humildes y humildes Esclavos, en la que la única razón de una cierta importancia se halla en el Servicio a todos tus hermanos. 

Me gustaría recordar ahora lo que expone Mateo, porque no quiero que la gente se imagine que yo exagero. 

"Entonces se le acercó la madre de los hijos del Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. El le dijo: '¿Qué quieres?'. Ella le dice: 'Manda que estos dos hijos míos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda'. Replicó Jesús: 'No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo voy a beber?'. Le dicen: 'Sí. Podemos'. Les dice: 'Mi cáliz, sí. Lo beberéis. Pero, sentarse a mi derecha y a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre'.  

"Al oir esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: 'Sabéis que los Jefes de las Naciones las gobiernan como Señores absolutos, y los Grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, sea vuestro Servidor, y el que quiera ser el Primero entre vosotros, sea esclavo vuestro. De la misma manera que el Hijo del Hombre no ha venido a ser Servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos".  

El Texto de Marcos es casi igual al de Mateo. Sólo introduce la idea del "Bautismo" con que Tú ibas a ser bautizado, significando evidentemente tu Muerte violenta, junto a la imagen del Cáliz o Trago que Tú debías beber o pasar. Los hermanos también pasarían por las mismas tristes experiencias.  

Lucas escribe sobre este asunto en el contexto de tu Pasión. Ya no habla de la madre, ni de la súplica ambiciosa de los hermanos, sino afirma sencillamente que se produjo un altercado entre los Apóstoles sobre quién de ellos era el más importante. Y Tú entonces Te presentas como "el que sirve". Dijiste: "Porque, ¿quién es mayor, el que está a la mesa o el que sirve?. ¿No es el que está a la mesa?. Pues Yo estoy en medio de vosotros como el que sirve".

 

UNA ENSEÑANZA ETERNA Y ACTUAL. Tu enseñanza nos va muy bien a los hombres de todos los tiempos, pero muy especialmente a los que vivimos a finales del siglo XX y comienzos del XXI. Se han sucedido en los tronos dorados, Reyes despóticos, con sus queridas y sus validos, con sus gobernantes y ministros serviles y oportunistas, con sus ejércitos y sus agentes, sus espías y sus policías secretas y públicas. Los ha habido Dictadores, que han acumulado millones de muertos y de secuestrados en campos de concentración y tétricas cárceles. Unos en nombre de su Nación. O de su Raza Superior, del Super-Hombre. Otros en nombre de su clase social, del proletariado internacional. Todos rechazados por tí. Todos condenados por tu Lección de Sociología Política. Los que hemos vivido durante el siglo XX sabemos de estos fingidos y mentirosos "Grandes Hombres", que en realidad eran sangrientos Déspotas que se aferraban al poder político absoluto, mantenidos por los Ejércitos disciplinados, policías especiales, y unas masas enloquecidas por sus discursos y concentraciones. Sé los nombres. Pero Tú los conoces. Y los conocen los que leen esto ahora.

 

LAS DEMOCRACIAS Y SUS PELIGROS. Ahora nosotros tenemos la suerte de vivir unas formas llamadas Democracias, gobiernos del pueblo, nacidos de las elecciones libres. Pero aun así, la sed de poder es una característica común a todos los dirigentes de Partidos Políticos que se disputan los Palacios y los Resortes del mando. Vivimos sumergidos en la Cultura de la Competición Política, de la Lucha por llegar arriba en la escala social. Es el pan nuestro de cada día. Si los oyeras hablar... A los de arriba y a los de la Oposición. Se gritan, se descalifican unos a otros. Se trituran. Y moralmente se matan y aniquilan. En algunos países hasta llegan a abofetearse y a pelearse como si fueran boxeadores. Golpean en todas las formas al adversario y buscan un K. O. para sus enemigos, aunque sea utilizando la calumnia y la conspiración.

 

EL PODER EN TU IGLESIA. Y lo peor es que tu Iglesia a veces parece contaminada con esta enfermedad de la ambición, sin llegar a los extremismos de los políticos. Y así podemos ver a dirigentes católicos que están ocupando los sillones del poder como si fueran unos verdaderos reyezuelos de un reino personal. También algunos de tus llamados cristianos se muestran contagiados con esas bacterias peligrosas que se desarrollan, vivaces, en su ambiente social. También tus cristianos buscan el poder. ¿Será para buscar el Bien Social, para ser Esclavos de todos, o tal vez para aprovecharse del manejo de tantos resortes económicos y de tantas posibilidades de crecimiento personal y familiar?.  

Ha habido muchas corrupciones en el campo de la Política. Y varios de los históricos Partidos Políticos que llevaban tu Nombre han sido sacudidos por los Juicios y los Tribunales. Y han visto cómo perdían votos y apoyo popular. Y cómo quedaban casi aniquilados.

 

LAS DUDAS EN POLÍTICA. A veces dudo. Y Te digo que, cuando debo decidir entre una papeleta y otra, para votar bien en las elecciones, me encuentro indeciso y perplejo. Porque veo defectos graves en todos los grupos políticos, y veo muchas manchas sucias en las papeletas que están en discusión.  

Estas cosas que Tú dijiste a tus Apóstoles bullangueros y discutidores como si ya fueran políticos profesionales, me parecen muy importantes para todos los tiempos. Nos las dijiste también a nosotros. Y a los que vendrán. Pero me parece que están muy olvidadas. Y muy en un segundo plano, como si estuvieran entre las bambalinas del escenario. O si quieres, en una ficha perdida de algún investigador de historia. No se las cita con frecuencia. Parece como si algunos hermanos se sintieran bien en su papel de pequeños y ridículos dictadores de los demás. Y prefieren olvidar tu buena lección de Sociología Política, que, en el fondo, consideran como muy extremista y que también suena a revolucionaria. 

No deberíamos desear parecernos a ellos. Yo no lo quiero. La verdad es que tampoco he tenido, ni tengo, oportunidades para ello.

 

NOS LLAMAS A SERVIR. Camino solo, muy solitario, por la Vida. Es decir. No tan solo. Porque voy contigo. También en este tiempo de la Cultura de la Lucha Política. Voy contigo. Me bastas para sentirme seguro. A los demás, procuraré servirles. Procuraremos ayudarles. ¿Como esclavos?. Ahora ya no se puede hablar de esclavos, ni de siervos, porque en teoría no existen. Les serviré como a hermanos queridos. Que lo son. Servir: esto es lo importante y decisivo para un Cristiano. 

Es lo mejor. Servir. Servir sin discusiones. Servir a todos. Lo mejor posible. Este es nuestro único milagro, el único que está al alcance de nuestras manos y de nuestra voluntad. No es un milagro chocante, llamativo, de esos que sacuden las masas. Es un milagro silencioso, sin repercusiones deslumbrantes. Nadie cae en la cuenta. Ni siquiera los mismos que lo reciben. Nadie te dará las gracias después. Pasó desapercibido.

 

DIOS ESTá CONTRA LOS TIRANOS. Siempre lo ha querido así Dios, nuestro Padre. Ya antes de tu Nacimiento en este mundo los profetas condenaban a los tiranos de las naciones. Como aquel valiente Isaías que decía en una oración: "La capital de los tiranos Te temerá porque has sido baluarte para el pobre, fortaleza para el desvalido en su angustia, parapeto contra el aguacero, sombra contra el calor. Porque el ánimo de los tiranos es como lluvia en invierno, como canícula en la tierra seca, mas Tú mitigas la canícula con sombra de nubes, Tú humillas el canto de los tiranos". (Capítulo 25).

 

TIRANOS EN LA HISTORIA. La Historia de los diferentes países está llena de narraciones de Tiranos y Déspotas, que han cubierto de manchas de sangre y de agonías de muerte las páginas de nuestros libros y de nuestras Enciclopedias. 

No me gusta recordarlos. Porque Tú ya los has juzgado. Y tu Juicio seguramente ha sido más benévolo que el de los sabios Historiadores.         

Uno de estos Déspotas fue Jacobo I, Rey de Inglaterra y Escocia, que escribió sobre política y defendió el poder absoluto de los Reyes. Contra él, escribió un interesante Libro Francisco Suárez, un Jesuíta que fue el Creador, juntamente con Francisco de Vitoria, Dominico, del Derecho Internacional, el llamado Derecho de Gentes. De Jacobo I dijo en cierta ocasión Enrique IV de Francia que era "el Necio más sabio de la Cristiandad". 

Francisco de Vitoria había nacido en Vitoria o Burgos en 1480 y muerto en Salamanca en 1546. Fue contemporáneo de Carlos I de España y V de Alemania, Emperador, quien tuvo ya dificultades violentas con grupos populares, concretamente con los Comuneros de Castilla. Fue Dominico. 

Francisco Suárez fue un poco posterior. Nació en Granada en 1548 (dos años después de la muerte de Francisco de Vitoria), y murió en Lisboa en 1617. Fue Jesuíta. 

En los Dictadores, Déspotas y Poderosos, suele darse una mezcla explosiva de Ambición, Tontería y Tozudez, que, al manifestarse en la persona de un Poderoso Absolutista, arrastra al país hacia la muerte de las Libertades y el nacimiento de las Represiones más violentas. 

Francisco Suárez escribió contra Jacobo I, a petición del Papa de su tiempo, una "Defensio Fidei", Defensa de la Fe, en la que examina los males de los Gobiernos Absolutistas y defiende filosófica y apasionadamente "La Soberanía Popular" de las Naciones. Fue por tanto un Verdadero Precursor de las Democracias Modernas. 

El Libro de Suárez fue quemado públicamente en Londres el 1º de Diciembre de 1613 y su lectura fue prohibida en Inglaterra bajo las penas más severas. Un año más tarde, Servin pidió la condena del Libro de Suárez en el Parlamento Francés y en la Cámara de lo Criminal, y en 1614 el Libro de Francisco Suárez fue echado públicamente en la hoguera en el Patio del Parlamento Nacional.  

¿Qué había dicho y escrito este Jesuíta?. El no era un Predicador caliente, ni un amante de las Controversias Verbales. Era sencillamente un estudioso, un pensador, un investigador, un escritor, como se demuestra en las colecciones de obras que llevan su firma, y que llenan varias estanterías de las grandes Bibliotecas.  

Suárez le había dicho al Rey Jacobo I, considerado como un Rey absolutista y defensor del poder absoluto del Rey, que estaba en el error. 

Como dice un Comentarista de Suárez, "La Soberanía Popular es a través de las vicisitudes históricas, el fundamento último de las Instituciones Políticas. Esta Doctrina le ha valido a Suárez el que se le haya llamado 'el Primer Demócrata Moderno'".  

Lo que Suárez enseñó se puede resumir en estas frases suyas: "El Poder Político por naturaleza reside en la misma comunidad, y, a través de ella, es trasladado a éste o a aquel soberano, por Voluntad de la misma Comunidad que concede el poder a otro (por así decir), como cosa suya". 

Algo parecido he encontrado en los Libros de Francisco de Vitoria, el Dominico, consultor del Emperador Carlos V. Este Teólogo y Jurista, juntamente con Suárez, son los grandes creadores del nuevo y moderno Derecho Internacional. Tiene las famosas "Relectiones Theologicae XIII", en las que defiende con toda contundencia los derechos humanos de los Indígenas de la América descubierta, especialmente el derecho a seguir poseyendo sus propiedades. Llega a decir que los Españoles tenían en América los mismos derechos que hubieran tenido en España los Indígenas Americanos, si hubieran sido ellos los que hubieran llegado a nuestra patria. 

No es extraño que los Déspotas estuvieran en contra de estos dos hombres, que tuvieron la Virtud y la Osadía de hablar claro y decir la Verdad, aunque no pudiera agradar a todos, en unos tiempos en que los Reyes se estaban encaminando hacia el Absolutismo o ya eran absolutistas.

 

LOS TIRANOS TEMEN LA VERDAD. Así queda claro que los Tiranos y Déspotas han sentido siempre miedo, terror, ante la Verdad. Por eso Tú no quieres Déspotas, ni en las naciones del mundo, ni en tu querida Iglesia, ni en la grande, la universal, ni en las más pequeñas de las Diócesis y Arquidiócesis, ni en las órdenes religiosas, ni en sus Comunidades. Tú no puedes querer el Gobierno de los Grandes Señores, porque Tú eres la Verdad. Y esa Verdad es el Terror de los Absolutistas. Tú eres la Verdad y la quieres comunicar siempre.

 

TUS APÓSTOLES PEDÍAN PRUDENCIA. Yo también quisiera recordar, al final de esta Carta, que tus Apóstoles, en sus discursos y cartas, no han insistido, ni siquiera subrayado o presentado, tus enseñanzas sobre este punto tan importante para la convivencia de todos. 

Y es que ellos no tenían la Conciencia de Seguridad que Tú tenías, como Hijo de Dios e Hijo del Hombre. Ellos se encontraron con una Iglesia primera, sencilla, pequeña, perseguida, que debía desarrollarse y celebrar su Fe y tu Presencia, en medio de un mundo hostil y violento. 

Entonces los Apóstoles han aconsejado a tus Seguidores, la Prudencia. Debían obedecer a sus "amos", los que los tenían. Y a sus Reyes y Gobernantes, los que vivían en los países que los tuvieran.

 

Pablo y los señores. Dice Pablo a los Efesios (Capítulo 6): "Esclavos, obedeced a vuestros amos de este mundo con respeto y temor, con sencillez de corazón, como a Cristo, no por ser vistos, como quien busca agradar a los hombres, sino como Esclavos de Cristo que cumplen de corazón la Voluntad de Dios. De buena gana, como quien sirve al Señor y no a los Hombres. Conscientes de que cada cual será recompensado por el Señor según el bien que hiciere: sea esclavo, sea libre. Amos, obrad de la misma manera con ellos, dejando las amenazas. Teniendo presente que está en los Cielos, el Amo vuestro y de ellos. Y que en El no hay acepción de personas".  

Este Texto de Pablo debería ser más conocido, también en nuestros tiempos de Proletarios, Campesinos, Mineros y otros Trabajadores. Porque en ellos, se expone tu misma doctrina sobre la igualdad de todos, esclavos y libres, siervos y señores, súbditos y gobernantes, y la disposición que todos deben tener y fomentar en sí mismos y en los otros, de servir a los demás, "como al único Amo de todos, que está en el Cielo". Este párrafo es un mensaje de espiritualidad Social y Política que debería ser  tenido en cuenta más eficazmente por todos los cristianos, para que su Testimonio llegue también a los que no lo son.  

En realidad, estas enseñanzas de Pablo entrañan una verdad, que es la desaparición del concepto y la forma de "la Esclavitud", tan frecuente en aquellos tiempos, y de "la Servidumbre" que todavía ahora se da. El que era Esclavo pasa a ser, según Pablo, un colaborador de su señor, que ya no es un señor-dueño, o un señor-propietario del esclavo, sino un hermano del que está en una posición social inferior. Y todo queda elevado a un nivel de alta Teología o Cristología, porque todo se desenvuelve en una relación Hombre-Cristo. Casi lo mismo dice Pablo en su Carta a los Colosenses (Capítulos 3 y 4). Y en la Primera a Timoteo (Capítulo 6). La Carta a Filemón que cito en otro lugar, es toda ella un mensaje de Liberación del Esclavo.

 

Pedro y los gobernantes. La Piedra Fundamental de aquella Iglesia cuya fortaleza provenía sólamente del Espíritu fue también muy explícito en todo lo referente a la obediencia debida al orden establecido, sin entrar en discusiones acerca de su justificación moral, social o política.

 En su Primera Carta (Capítulo 2) escribe Pedro: "Sed sumisos, a causa del Señor, a toda institución humana: sea al Rey, como Soberano, sea a los Gobernantes, como enviados por él para castigo de los que obran el mal y alabanza de los que obran el bien. Pues ésta es la Voluntad de Dios: que, obrando el bien, cerréis la boca a los ignorantes insensatos. Obrad como hombres libres, y no como quienes hacen de la libertad un pretexto para la maldad, sino como siervos de Dios. Honrad a todos, amad a los hermanos, temed a Dios, honrad al Rey". Pedro sigue después con las recomendaciones a todos para que se instaure un orden social

digno de hermanos, apelando siempre a tus Ejemplos y Enseñanzas.

 

La Oración por los Poderosos. Pablo que era consciente de que estaba naciendo una nueva forma de Culto a Dios, en la Liturgia Eucarística, afirma que nuestra oración comunitaria ha de tener en cuenta también a los que ocupan el poder: "Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los Hombres. Por los Reyes y por todos los constituídos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad. Esto es bueno y agradable a Dios, Nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la Verdad" (Primera a Timoteo, Capítulo 2).

 

ALGUNAS CONSECUENCIAS DE LO DICHO. Me parece que de todo lo que Tú dijiste y de todo lo que escribieron tus Apóstoles, se pueden sacar algunas claras consecuencias, que deberían ser tenidas en cuenta por todos los Políticos y por todos los Ciudadanos de este mundo, con su diversidad de ideologías, programas políticos, partidos y soluciones. 

1. Tú rechazas todas las Formas de Tiranías que signifiquen la presencia de Señores Absolutos o de Reyes Totalitarios que manipulen u opriman a los demás, en las diferentes Naciones del Mundo y dentro de tu misma Iglesia. 

2. Los Cristianos, por tanto, cuando tienen posibilidad de influir libremente en la Constitución o toma del poder por parte de Personas o Grupos Políticos, a través de votaciones democráticas, han de procurar  antes analizar programas y actitudes y después apoyar de hecho a los que mejor respetarán las igualdades y las libertades de los habitantes del país. 

3. Los poderes Públicos de hecho, o ya constituídos, aunque no sean conformes al ideal Cristiano, no deben temer la rebelión violenta de los Cristianos, que más bien estarán dispuestos siempre a la paz y la convivencia de todos, buscando salidas pacíficas a las situaciones ingratas y rechazables. 

4. Los Cristianos procuraremos vivir siempre lo que podríamos llamar "La Espiritualidad Cristocéntrica" del Poder, tal como la conciben los Apóstoles. Y alzaremos nuestras súplicas al Señor por los que de hecho nos mandan para que lo hagan bien o mejor, de un modo conforme con la Ley de Dios y tu Enseñanza a Santiago, Juan, y demás Apóstoles. 

Así el Poder Político y Social se convierte en un instrumento de convivencia pacífica y de progreso colectivo. Todo él se dirige a conseguir el Bien Común, que es el Bien de Todos. Los Cristianos entonces sentimos la obligación y el claro deseo de comportarnos como ciudadanos, servidores y trabajadores, muy conscientes de sus tareas, de sus obligaciones y de sus derechos. 

Colaboramos así a la creación de una Sociedad mejor. Más humana. Más divina. Porque ya no buscamos sólo la Justicia entre las clases sociales y la Pacífica Convivencia de todos, sino que además, lo hacemos con un espíritu cristiano fuerte y eficaz. No queremos violencias, ni convulsiones, ni desórdenes. Buscamos nuestros objetivos, a través siempre del amor.

 

POR UN MUNDO MEJOR. En tiempos del Papa Pío XII surgió en tu Iglesia un Movimiento Internacional Católico muy activo y eficaz, que primero se llamó "Por un Mundo Nuevo", y unos años después, cambió su presentación, tomando una formulación más modesta, y se concretó en la frase "Por Un Mundo Mejor".  

Yo he asistido y tomado parte en varias de las hermosas Concentraciones que este Movimiento ha convocado en España. Unos años después, el Movimiento abrió una Sede Permanente en unos locales de la Santa Sede, en Rocca di Papa, en Italia. Allí se daban "Las Ejercitaciones" por un Mundo Mejor, bajo la dirección de su iniciador, que fue el Jesuíta, Riccardo Lombardi. También estuve en Rocca di Papa. Y pude ver de cerca la fuerza de aquel Movimiento Internacional. 

Pio XII, que lo fortaleció con un Discurso Especial en San Pedro, resumía los Objetivos del Movimiento por un Mundo Mejor, en esta frase: "Crear un Mundo más humano, para después hacerlo más divino". Yo quisiera recordar también la importancia de los discursos del Jesuíta Fundador del Movimiento, y de un Libro en el que él ha expuesto el Pensamiento del Papa y su inmediata interpretación. Esta es una consigna que siempre será de actualidad. Porque, en algunos sectores, el Mundo no progresa, sino que marcha hacia atrás. En éstos y otros casos, hemos de gritar "Por un Mundo Mejor". Y hemos de llamar a otros y esforzarnos nosotros mismos para que sea así. Progresar no sólo por los nuevos inventos y por la distribución más justa de las riquezas, sino también y sobre todo, por un mejor cumplimiento del Ser Cristianos.