La cultura de la protesta

Autor: Ramón Aguiló SJ 

 

No tengo muy buenas noticias que comunicarte hoy. Yo más bien las considero francamente malas. Y lo siento profundamente, porque siempre es mejor ver el lado positivo, luminoso, de nuestro mundo. Siempre existe este lado hermoso para los que lo queremos ver y lo sabemos encontrar. 

HAY SOMBRAS EN NUESTRO MUNDO. Pero también hay grandes sombras, unas manchas enormes, en nuestra realidad. Me refiero a lo que sucede en España y en todo el mundo. Crece la delincuencia. Las estadísticas en esto, por desgracia, no suelen mentir. Crece el número total de delincuentes, pero sobre todo aumenta el número de los delincuentes juveniles. Jóvenes menores de edad, es decir, con menos de dieciocho años, se dedican a la violencia, al asesinato, a la violación, a veces a la tortura de los demás, y muy especialmente al robo y al atraco a mano armada. Todo esto sucede aquí. Y sucede en los países considerados los más avanzados del mundo. 

Y es que estamos viviendo una forma muy extrema de lo que podríamos llamar la "Cultura de la Violencia".  

Cultivamos la Violencia como espectáculo, como diversión, como placer, como arte. Los niños y las niñas se entretienen viendo tiros y muertes, y escuchando gritos, amenazas, truenos, explosiones de policías, militares y delincuentes sin sentimientos. Y, sin darnos cuenta totalmente, vamos esparciendo por las conciencias humanas, más inexpertas e ingenuas, unas semillas indigestas y peligrosas que preparan y educan a fáciles y verdaderos aprendices de la delincuencia.  

Cualquier niño es ahora capaz de sentirse un atracador violento, aunque no sea más que para jugar y reirse un rato. En repetidas ocasiones, de la diversión se pasa a la triste imitación práctica de lo que se ha aprendido. Los muchachos y muchachas inmaduros se pasan alrededor de tres o cuatro horas cada día ante las pantallas de Televisión, aceptando todo lo que llega sin ninguna discreción. Es como si a estos niños se les permitiera comer o beber cualquier cosa que cayera en sus manos, aunque fuera indigesta, sucia o venenosa. Así van creciendo como si fueran ramas torcidas, semisecas, peligrosas. 

No es posible que detrás de cada persona vaya un policía. Ni es posible que en cada negocio o casa haya un guardián armado, un "Guardia Jurado" se le llama ahora, para prevenir la delincuencia, evitar que se realicen actos ilegales y detener a los ladrones y a los asesinos. No nos queda más remedio, ni más opción que la de sufrir las consecuencias de lo que los responsables de la comunicación están sembrando en la humanidad, especialmente en la niñez y en la juventud.

 

PRESIóN EN LAS PERSONAS NORMALES. La triste consecuencia es que las personas normales, los pacíficos, tus buenos seguidores están viviendo bajo una cierta presión y tensión, y van por ahí temerosos, desconfiados, ante los demás. Y esta herida síquica dificulta en gran manera lo que debía constituir la médula de su cristianismo: la solidaridad, el amor, la amistad con los "otros", aquellos a quienes encuentran por la calle, en los ascensores y las reuniones aunque sean nocturnas. 

Ahora, en vez de ver amigos en todas partes, en vez de encontrarse entre hermanos, temen, desconfían, sufren tensiones y también depresiones destructoras de las energías y del optimismo. 

No es fácil ir por las calles, cuando has sabido que un amigo cercano ha sido atracado por un dragadicto armado que le ha exigido todo el dinero, porque, si no lo hace, va a ser "pinchado". El hombre se sentía impotente y hasta ridículo bajo la mano que le amordazaba la garganta y el arma que le oprimía el costado. Y le dió todo el dinero que llevaba, para que se comprara la droga que necesitaba en aquel momento del "Mono". No es fácil ir a reuniones, después de ciertas horas, cuando la oscuridad y la soledad han invadido las calles y las plazas. Todos los podemos comprender. 

Tú nunca hablaste de la drogadicción, ni de los narcotraficantes, ni de las drogas que se producen y usan en todas las naciones del mundo, y que mueven miles de millones de divisas y de riquezas. Lo deberías ver ahora. ¡Qué mundo el que nos ha tocado vivir a finales del siglo XX!. Poderosas mafias internacionales ganan dinero, traficando con unos productos vegetales o artificiales, llamados "drogas" que transportan a los que las usan o se las inyectan a un mundo especial de "ensueño" y de "mentira". Pero estas drogas crean dependencia, el drogadicto no puede prescindir de ellas, y, como son tan costosas, se siente dispuesto a conseguir el dinero para comprarlas de los "camellos", de cualquier forma, aunque sea robando, atracando y asesinando. Muchas veces el pobre drogadicto muere solitario después de inyectarse una sobredosis, en una esquina, en un banco de una calle o plaza solitaria.

 

NO NOS PROMETISTE TRANQUILIDAD. Yo sé que Tú no prometiste una existencia tranquila, confortable, holgada, a tus seguidores. Al contrario. Tú les preparaste para el sacrificio. Les pediste que supieran llevar su cruz cada día. Que estuvieran preparados para vivir la división y la guerra hasta en sus propios hogares, en sus propias familias. Un día dijiste esta vigorosa frase: "No vine a sembrar la paz, sino las espadas". Preveías perfectamente lo que iba a suceder en el futuro. Sabías cuánto iban a sufrir tus "cristianos", tus pacíficos seguidores, tus hermanos.

 Nosotros estamos llamados a vivir la "Cultura de la solidaridad y de la fraternidad", aun en este mundo de egoismos infinitos, de drogas caras, de espectáculos violentos, de excitantes llamadas a la perversión y a la fuerza brutal. 

¿Será posible vivir como Tú quieres?. 

De verdad lo veo difícil. Pero con tu ayuda todo será posible. ¿Será posible hasta una juventud pura, alegre, pacífica, servicial, positiva, fraternal?. La respuesta me parece un misterio impenetrable. Yo quisiera poder contestar con un "Sí" triunfal. Sí. Será posible.

 

LA REBELIóN DE LOS AÑOS 60. En realidad estamos viviendo las consecuencias de aquel momento histórico de Ruptura que el mundo occidental vivió a finales de los años sesenta del siglo XX. Fueron unos años de Rebelión en los que los jóvenes de diferentes países de Europa y de Norteamérica quisieron expresar, a veces con mucha violencia, su Protesta contra todos los mitos de la humanidad. Fueron años de "Contestación" que desembocaron en aquellos días agitados del "Mayo Francés" de 1968. 

A principios de aquel año hubo enfrentamientos de los jóvenes universitarios con las fuerzas de la policía en Lovaina (Bélgica), en Turín (Italia), en Varsovia (Polonia), en Argel (Argelia), en Roma (Italia), en Bonn (Alemania), en Manchester (Reino Unido), donde el ministro de Educación del Gobierno Inglés fue agredido por los estudiantes y casi fue arrojado a un estanque con agua helada, en Tokio (Japón), en Poznam (Polonia), en Londres (Reino Unido). Hasta la Universidad Católica de Milán tuvo que ser cerrada por un largo tiempo. Fué incendiado por los estudiantes el edificio de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Roma. Hubo muertos en los choques de estudiantes y policía en Rio de Janeiro (Brasil). El Papa Pablo VI condenó en un discurso las violencias juveniles de todo el mundo, pero prosiguieron. En Berlín hubo agitaciones. Este cúmulo de violencias culminó en París, durante el Mes de Mayo de 1968. Hubo asambleas estudiantiles y choques con los agentes de la policía, heridos, banderas rojas, el Barrio Latino se convirtió en un campo de batalla. El Gobierno del General Charles de Gaulle estuvo en graves dificultades. La agitación se extendió por los Centros Universitarios de toda Europa, Asia, Norte de Africa y las dos Américas. Se encontraron en esta voluntad de Protesta los Jóvenes Estudiantes y los Obreros de las grandes Ciudades. 

Los Jóvenes y los Obreros querían así Protestar, Cambiar, querían más Democracia en los Recintos Universitarios y en la vida, más Libertad. Estaban contra todos los símbolos históricos del poder, aun del poder religioso. Convirtieron su Protesta es una especie de nuevo Mito que se alzaba contra los mitos anteriores: la Protesta era el Mito del Anti-Mito. 

Yo me encontraba trabajando en Roma en aquellos años. Fue interesante. Porque pude verlo de cerca. También tuve ocasión de visitar la Gran Bretaña o Reino Unido donde la explosión fue muy notable. Los jóvenes cambiaron de vestidos y de forma de presentarse. Los hombres se dejaron largas cabelleras, por esto en Italia se les llamaba "I Capelloni". No cuidaban su limpieza. Grupos de estos jóvenes se reunían en algunas plazas concretas de las Ciudades. En Londres lo hacían en Picadilly Circus. En Roma en la Piazza Spagna. Hubo una serie de personajes juveniles emblemáticos, algunos eran cantantes como los "Beatles", los "Rolling Stones" y los numerosos "Conjuntos Musicales" de Italia. El joven alemán Daniel Cohn Bendit fue perseguido y detenido varias veces por la policía. Grandes fotografías de Rudi Dutschke, llamado "Rudi el Rojo", con banderas rojas fueron enarboladas en las manifestaciones juveniles de Alemania. Los jóvenes no se cansaban de protestar y exigían el cambio en todo. A veces pienso que no sabían exactamente lo que exigían y que alguna fuerza política manipulaba aquella protesta masiva con finalidades de poder internacional. Eran los tiempos de la llamada Guerra Fría entre las dos Superpotencias y de la impopular Guerra del Vietnam, que sería la única guerra perdida por los Estados Unidos. 

Los jóvenes llamaban a los mayores con los nombres más despectivos. En Italia se les llamaba "Matusa", "Antichi", "Cavernicoli", "Semifreddi". La Palabra "Matusa" alude a la figura de Matusalén, aquel que vivió tan largos años, como se dice en la Biblia.

 

LOS PENSADORES DE LA PROTESTA. ¿Qué había sucedido?. Los analistas de la historia, cuando analizan ese momento crucial de la Protesta, de la Contestación, se suelen referir a un Pensador Berlinés que enseñaba y escribía en California de los Estados Unidos, Herbert Marcuse. Su campo era la Filosofía. Pero ha sido uno de los pocos filósofos que ha llegado a las masas. 

Marcuse había nacido en Berlín el 19 de Julio de 1898. Estudió en Alemania, en las Universidades de Berlín y Friburgo. Emigró a los Estados Unidos, y allí enseñó en las Universidades de Columbia, Harvard y Brandeis. Finalmente en California. Escribió obras famosas, entre ellas, "El Hombre Unidimensional" y "Eros y Civilización". 

Sus ideas llevaban un mensaje de rebelión. Para él la Civilización lleva hacia la abolición gradual de todo lo que constriña las tendencias instintivas del hombre, al fortalecimiento de los instintos vitales y a las liberaciones del poder constructivo del Eros. Las metas logradas por las culturas han creado ya los prerrequisitos para el surgimiento de una civilización no represiva. 

Estas son sólo ideas, pero contienen una enorme carga destructiva de todo aquello que signifique autodominio o autoridad social. 

Y con ello se preparó el camino hacia la violenta explosión juvenil contra los llamados mitos. La Protesta tenía así su ideario, su justificación, sus caminos.

 

AHORA QUEDAN LAS CONSECUENCIAS. Ahora casi treinta años después, no hay tantas agitaciones en las Universidades. Pero quedan las consecuencias de aquellas. Muchos jóvenes y mayores no se preocupan para alcanzar la vida, como aquel joven rico que Te lo preguntó. Les interesa sólo "lo que mola", como dicen ellos en una jerga especial que llama lenguaje cheli. Y "Lo que mola" no es precisamente llevar tu Cruz en la propia vida. Muchos Jóvenes de ahora buscan la diversión, las drogas, como el alcohol y otras, la libertad total para el placer y han hecho del amor una relación prevalentemente sexual e instintiva. Por esto, muchos rechazan el matrimonio y viven sólamente la realidad de la pareja.

 

EL PUNTO DE VISTA CRISTIANO. ¿Qué Te parece, Jesús de Nazaret?.

Es necesario que tu Mensaje se levante de nuevo ante el Mundo, y que sea un Mensaje vigoroso, claro, asequible a toda la humanidad.  

Para ello tendrías que manifestarte de nuevo ante el Universo. Y decirle Tú mismo la Verdad. A Tí los hombres Te escucharán. Mucho me temo que a tus representantes y enviados no les harán ningún caso, aunque a veces puede parecer lo contrario. Los aplausos y las banderitas no significan casi nada. Lo que importa es el cambio de la vida. Es la limpieza de las conciencias en profundidad.

 

La Protesta en el Arte. La Protesta, la Contestación Juvenil, muy pronto se convirtió en un producto de arte dentro de la Cultura de Masas. Fue un Producto altamente competitivo. Las grandes Compañías, Empresas, del Espectáculo, del Diseño de las Modas, de la Música, de las Editoras de Revistas y Libros, de las Cadenas de Televisión y de las Radios, se adueñaron el tema, para explotarlo comercialmente. Se han vendido millones de publicaciones, de discos, de espectáculos públicos, presentados bajo la idea de la Protesta Juvenil. En Italia se multiplicaron los "Complessi Musicali". Fueron famosos los Cantantes de aquel momento: Gianni Morandi, Rita Pavone, Gigliola Cinquetti y otros.

 

En tu Iglesia. La Protesta también entró en tu Iglesia, y se fue extendiendo en ella a través de las diferentes Comunidades  de todo el mundo. Es un tema que nos llevaría muchas páginas.

 

LA SOLUCIÓN. No es nada fácil. Toda aquella protesta no puede explicarse por esa periódica alteración de la sangre que la Primavera produce, según nuestro proverbio. Ni puede explicarse por aquello que dijo Tristán de Athayde: "De Revolucionarios que éramos a los veinte años y de Conformistas a los cuarenta, nos volvemos Reaccionarios, cuando somos viejos". Normalmente la Juventud que piensa y proyecta revoluciones se queda en la inactividad, y aquella explosión de los años 60 parecía la de un volcán universal. No es extraño que los jóvenes y los obreros hayan unido sus fuerzas y sus gritos. Y es que la sociedad que les envuelve y les domina, les ofrece un sistema oficializado, frio, burocrático, de ventanillas, de horarios, de inseguridades y de exigencias imposibles. Esta carrera de obstáculos se vuelve insoportable para los que deben correr en ella. 

Después de ganar esta competición, se encuentran convertidos en siervos de las máquinas y de las oficinas, de la escoba y del plumero, de la piqueta y de los taladros. Son seres humanos sacrificados a ese dios sin entrañas que es el Becerro de Oro de una riqueza mal repartida. Cualquier movimiento de su vida va a ser fiscalizado, convertido en una gestión ante una cabeza incompleta de una ventanilla. Esto es insoportable. Estos son los mitos que es preciso derribar.

 

Desmitizar. Yo creo que no es bueno mantener esos mitos y que, cuando se mantienen, la propia personalidad queda disminuída, destartalada, y la sociedad se reviste de formas opresivas. Es bueno intentar una desmitologización del mundo, prescindir de esos pequeños dioses de tierra que han ido creando las culturas anteriores y nuestras propias personales experiencias. La Libertad sólo puede realizarse y crecer en la tierra esencial de la Verdad, una Verdad lo más limpia posible, sin adherencias.  

Ahora recuerdo aquella impresionante película que llevaba un título llamativo: "IF", y aquella otra de Federico Fellini titulada "ROMA". Los protagonistas de ambas son cadáveres colocados en las más altas instancias del poder. Aquella escenas irónicas, caricaturescas, contienen importantes mensajes y acuciantes preguntas que no sabemos cómo contestar. 

A veces tenemos la impresión de que se han destruído los puentes entre las Instituciones, aun las más sagradas, y las generaciones que van llegando al mundo y que lo llenan de juventud. Ha aparecido el "Pasotismo", tal vez como consecuencia de la desilusión. Lo que quieren es ruido, electrónica, kilovatios, decibelios, luces de colores que cambian la noche, gritos, aplausos, bailes... 

Hay canciones llenas de sentido como aquella que dice: "Cada día en este mundo, hay algo que bien no va. Hay alguno que protesta. Hay un héroe que muere, que muere por la Libertad". 

James Joyce, un novelista irlandés que nació en Dublín en 1882 y murió en Zurich en 1941, fué un Revolucionario de la Literatura. Creó el extraño libro "Ulises" y aquel anti-héroe, llamado "Esteban, El Héroe" un joven contrario a su propia patria, a sus tradiciones, a su religión, al padre y a la madre, a la familia. Esteban quiere marchar, desbocado, hacia la manifestación brutal de su propia sinceridad imposible.

 

VIVIR LA COMUNIDAD. Voy a terminar esa carta con un pensamiento positivo, alentador, cristiano. 

Por eso Te escribo esas dos estrofas de una poesía que me ha gustado: 

"No vengo a la soledad            "Allí donde va un cristiano

cuando vengo a la oración,        no hay soledad, sino amor,

pues sé que, estando contigo,     pues lleva toda la Iglesia

con mis hermanos estoy.           dentro de su corazón.

Y sé que, estando con ellos,      y dice siempre 'Nosotros',

Tú estás en medio, Señor"         incluso si dice 'Yo'." 

¿Te gusta también a Tí?. Es un modo de decirte cuánto te queremos. Y que los cristianos creemos todavía en la "Cultura de la Fraternidad y de los Solidaridad", que es lo que Tú nos has comunicado y pedido. A pesar de todas las culturas contrarias, de todas las violencias, de todas las protestas. 

No seremos anti-héroes. Ni seremos héroes tampoco. Seremos sencillamente Cristianos, Tus seguidores. Y marcharemos juntos. Porque así lo quieres Tú. 

Y, si alguna vez es necesario realizar alguna proeza especial, la vamos a realizar de una forma sencilla y natural. Y si es posible, sonriendo. Me gustaría pertenecer a la "Cultura de la Sonrisa Fraternal". Nuestro mundo de miedos, la necesita. Tú nos la puedes enseñar y enviar. "Sonría Ud., por favor".