Jesucristo superstar

Autor: Ramón Aguiló SJ

 

 

MÚSICA Y RELIGIÓN. La Música tiene una gran capacidad de encanto, de seducción humana, de alegría. Por ello ha sido una constante en toda la historia unir la Presencia de la Divinidad a las maravillas de la Música. Como si la música fuera un camino de Comunicación, o un Ambiente característico, o una Preparación, o una Consecuencia del Encuentro entre Dios y los hombres.  

Los propios resortes corporales tienen un contenido de "ruido", que a veces, parece musical: la risa, la carcajada, el llanto, el llanto exaltado, colectivo, son grandes e importantes medios de comunicación para el hombre de las cavernas, pero también para el de nuestros tiempos. Son "Ruidos que tienden a lo musical". Pero sobre todo la Palabra. La Palabra lleva en sus entrañas una forma rítmica muy especial. Cada persona manifiesta su forma personal, intransferible. También los niños, aun cuando sólo comienzan a balbucear sonidos. 

Los grandes ruidos que le llegan de afuera impresionan a todos los seres humanos, pero muy en especial a los hombres de las primeras generaciones. Los Truenos y los Rayos de las Tormentas naturales, los Terremotos, los Mares exaltados, los Huracanes, todo esto tiene una capacidad natural de expresión. Y el Hombre primero percibía todo esto como una manifestación de la Divinidad Superior, de una Divinidad, fuerte y vigorosa, que debía ser temida y respetada.  

También los Israelitas en el Desierto, a veces aterrorizados, escuchaban las más violentas tempestades con truenos y rayos, como manifestación de la Presencia de Dios, cuando se comunicaba con Moisés.

 

LOS INSTRUMENTOS MÚSICOS ELEMENTALES. Pero además el Hombre, aun el más primitivo, el de la edad de Piedra, ha tenido siempre consigo los dos instrumentos más rudimentarios y caseros para la creación musical, como son sus cuerdas vocales y sus manos. Son dos instrumentos esenciales: uno, ambivalente, de cuerdas, puestas a vibrar por los impulsos del aire de los propios pulmones, y otro más elemental de percusión, las manos. Lo podía acompañar todo con el ruido y el movimiento de sus pies. Así podía cantar, danzar, organizar un gran coro con toda la Tribu, en sus fiestas sociales y religiosas. Los Tenores, los Sopranos, los Triples, los Contraltos, los Bajos han podido existir desde el principio. El Coro podía hacerse escuchar con acompañamientos vocales y palmadas. La Fiesta estaba asegurada. El Acto Religioso poseía la seguridad de su ambientación. Pronto, sin embargo, los más expertos que siempre han existido, podrían inventar otros instrumentos cada vez más sofisticados. 

Los artistas de todos los tiempos han pintado o esculpido los ángeles con instrumentos en sus manos. Un Ángel debe ser necesariamente un músico. Esta parece ser la conclusión.

 

TU PERSONA Y LA MÚSICA. Tu Nombre, Jesucristo, se ha encontrado muchas veces unido a la Música, entrelazado con una Melodía. Y es que tu Vida y tu Personalidad arrastran necesariamente al hombre hacia todas las expresiones artísticas. Porque ellas son las más radicales razones de nuestra alegría. Y la Alegría se expresa cantando. 

Tú, Cristo, y la Música estáis unidos a través de la historia. La Opera Rock "Jesús Christ Superstar". Una de las Obras Musicales que más me han impresionado por su combinación de Cristianismo, Modernismo, Tragedia y Música, Teatralidad, Danza y Poesía, es la película "Jesús Christ Superstar". Parece imposible que una Música, al parecer tan ligera y tan ruidosa, como la Música "Rock" de los "Hippies" pueda comunicar profundos sentimientos cristianos a las masas ante el espectáculo de tu Vida y Pasión convertidos en "Opera". Yo he visto la película varias veces, he escuchado su columna sonora más veces todavía, la he imaginado, y siempre me ha servido para recordarTe y admirarTe más. Hasta una vez en Cala Viñas de Mallorca los empleados de un Hotel representaron muy bien las escenas de la película con mucho acierto técnico. Había una combinación de movimientos, colores y música en un gran escenario al aire libre en una hermosa noche de verano. Allí fuiste Crucificado, teatralmente, entre dos delincuentes. Fue una noche inolvidable de mis años pastorales. 

La Película del Director Norman Jewison es de 1973 y se basa en una ópera Rock que se representaba anteriormente en los teatros de los Estados Unidos. La crítica ha sido variada. Como siempre, algunos la califican de pobre, y otros la valoramos más positivamente. A mí me gustó. Y me gusta. Recuerdo especialmente la gran Coral que repite "Jesús Christ Super Star" y además el dúo tan delicado entre el Personaje que Te interpreta y la Magdalena, que tanto Te amaba.

 

La Música inspira, sugiere tu Presencia. Tú has sido el motivo inspirador de algunos compositores. Como no podía ser de otro modo. Porque la Música ocupa un lugar importante en las Comunicaciones de Dios a la Humanidad. El dios de los griegos, Orfeo, era el dios de la música. 

Hay gentes que oran escuchando un fondo musical. Y se comprende. Porque la Música tranquiliza, eleva, sublima nuestro espíritu, y lo vuelve más dispuesto para sentir y experimentar los mensajes del mundo espiritual. La música destruye las rocas del corazón humano. Penetra hasta el fondo de los espíritus atormentados. Pero además hay gentes que necesitan cantar para orar bien. He visto apersonas entusiasmadas cantando la "Salve Regina" o el "Gloria in Excelsis Deo", aunque a veces parece ser que no comprenden exactamente el sentido de las palabras porque las equivocan.

 

LA MÚSICA Y LOS LIBROS SAGRADOS. En las páginas de los Libros Sagrados hay sugestivas alusiones a la música que es muy valorada por los escritores. En el Capítulo 4 del primer Libro, El Génesis, el autor va describiendo el progresivo desarrollo de la humanidad, a través de las generaciones de nuevos seres. Son las llamadas genealogías antediluvianas. Entre los descendientes de Caín, el asesino de su hermano, está Metusael, o Matusalén, aquel que murió tan viejo. Y uno de sus hijos se llamó Lámek. Este personaje, Lámek, tiene un interés especial desde el punto de vista de la Música. Dice así el Génesis: "Lámek tomó dos mujeres: la primera llamada Adá, y la segunda Sil-lá. 

Adá dio a luz a Yabal, el cual vino a ser padre de los que habitan en tiendas y crían ganado. El nombre de su hermano era Yubal, padre de cuantos tocan la cítara y la flauta. 

Sil-lá, por su parte, engendró a Tubal-Caín, padre de todos los forjadores de cobre y hierro". 

Podríamos afirmar que en esta página del Génesis se describe el origen de los primeros instrumentos músicos, que serían la cítara y la flauta, el primero de cuerdas y el segundo de aire, y de los primeros hombres, muy cercanos a los orígenes, que los hubieran creado y utilizado. 

Y sigue la Música Bíblica. En el Eclesiástico, hay esas frases sobre la Música. "El Vino y la Música ponen contento el corazón". "La flauta y el salterio hacen el canto suave". Recordando a un Rey dice el Libro: "La Memoria de Josías [...] es dulce como música en medio de un banquete". "Sello de carbunclo en alhaja de oro, así es un concierto musical en un banquete". "Sello de esmeralda en montura de oro, así es una melodía entre vino delicioso". Se nota que el autor considera la música como una compañía feliz en nuestra vida, especialmente cuando va acompañando a una buena comida con vino abundante y agradable. 

En los Salmos hay verdaderas poesías inspiradas en las notas musicales: El 56 que, según San Agustín, se refiere a tu Pasión, pone en tus labios moribundos frases muy hermosas y musicales:

              

               "Mi corazón está firme, Dios mío,

               mi corazón está firme.

               Voy a cantar y a tocar:

               despierta, gloria mía.

               Despertad, cítara y arpa.

               Despertaré a la aurora.

              

               Te daré gracias ante los pueblos, Señor.

               Tocaré para Tí ante las Naciones.

               por tu Bondad, que es más grande que los cielos,

               por tu Fidelidad, que alcanza a las nubes.

               Elévate sobre el cielo, Dios mío,

               y llene la tierra tu Gloria"

 

El Salmo 81, escrito especialmente para la "Fiesta de las Tiendas", es una llamada a la alegría colectiva. Dice:

              

               "¡Entonad la salmodia, tocad el tamboril,

               la melodiosa cítara y el arpa.

               Tocad la Trompeta al nuevo mes,

               a la luna llena, el día de nuestra Fiesta!"

 

El Salmo 19 es un Cántico de Alabanza al Dios Creador del Universo. Y está lleno de musicalidad y de sugerencias sobre tu Venida como Luz de todas las cosas. Es una bonita poesía dedicada al Universo que se muestra siempre tan hermoso.

 

Dice:              

               "Los Cielos pregonan la gloria de Dios

               y el Firmamento anuncia la obra de sus manos.

              

               "El Día transmite el mensaje al Día.

               y la Noche a la Noche se lo susurra.

               No son discursos ni palabras

               cuya voz deje de oírse.

              

               "Su Pregón sale por toda la Tierra,

               y sus Palabras llegan hasta los confines del Orbe".

 

En las páginas bíblicas se mencionan los más variados instrumentos de música, muchos de los cuales todavía se utilizan en nuestras orquestas. Se habla de Cítaras, Tubas, Címbalos, Tibias, Tímpanos, Órganos, Flautas, Decacordos, Arpas, Laúdes, Cuernos, Trompetas, Tamboriles. Con todos ellos se podría organizar una valiosa Orquesta Bíblica y ofrecer algún Concierto de verano en un auditorio o en alguno de aquellos teatros al aire libre, como el que vi y visité para escuchar buena música, en Miami, Florida, de los Estados Unidos. Habría que preguntárselo a los técnicos. Y, entre estos instrumentos, los hay de los tres tipos tradicionales: de Cuerda, de Aire y de Percusión. La Cítara es parecida a nuestras guitarras, aunque de menor tamaño. El Címbalo es casi idéntico a "los Platillos". La Tuba recuerda al Contrabajo. A veces veo que los traductores bíblicos ponen en sus textos instrumentos diferentes al traducir el mismo texto. Esto indica que no todo es tan claro. 

Se escucharon Trompetas que iban creciendo en intensidad, cuando tu Padre se revelaba a Moisés en el Monte Sinaí y el pueblo, en el valle, escuchaba y sufría. El Dios Jahvé ordenó a Moisés que hiciera construir dos trompetas de plata maciza, para convocar a la Comunidad y para dar las órdenes de marchar. Y estableció la normas para su uso. Se oyeron Trompetas en Jericó, cuando los israelitas estaban asediando a la ciudad amurallada, para tomarla por asalto. 

En el Primer Libro de Samuel se narran los éxitos de David, tu Antecesor, en las guerras contra los Filisteos. Las mujeres salían de todas las ciudades de Israel, y cantaban danzando al son de adufes y triángulos, cánticos de alegría.  

Cuando David, ya Rey, mandó traer el Arca de la Alianza a Jerusalén, para convertir a esta Ciudad conquistada en Capital Civil y Religiosa de su pueblo, iban él mismo y toda la casa de Israel bailando "delante de Yahvé, con todas sus fuerzas", y cantaban con "cítaras, arpas, adufes, sistros y cimbalillos". "Entre clamores y resonar de cuernos". Como ves, más instrumentos para nuestra Orquesta Bíblica. 

Cuando David engrandeció la Tienda del Encuentro, antes de que Salomón construyera el Gran Templo, ya hubo un Grupo de Cantores, encargados del esplendor del culto divino. Todos ellos pertenecían a las familias de los Levitas. 

Me ha gustado siempre especialmente un relato que me parece misterioso porque supone una delicada percepción sobre cómo Dios, el Dios Bondadoso, puede manifestarse y ser. Ya no es el Dios terrible de las tormentas ruidosas, temibles. Es un Dios suave, musical casi. El relato se halla en el Libro Primero de los Reyes. Y nos presenta al Profeta Elías en un momento crítico, decadente, del Pueblo de Israel. Dice así: 

"Levantóse [Elías] comió y bebió, y anduvo con la fuerza de aquella comida cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, Horeb. Allí metióse en una cueva, donde pasó la noche, y le dirigió Yahvé su palabra, diciendo: '¿Qué haces aquí, Elías?'. El respondió: 'He sentido vivo celo por Yahvé, Dios de los Ejércitos. Porque los Hijos de Israel han abandonado tu Alianza, han derribado tus altares y han pasado a cuchillo a tus Profetas, de los que sólo he quedado yo, y me están buscando para quitarme la vida'. Díjole Yahvé: 'Sal afuera y ponte en el monte ante Yahvé. Y hé aquí que va a pasar Yahvé'. Y delante de él pasó un viento fuerte y poderoso que rompía los montes y quebraba las peñas, pero no estaba Yahvé en el viento. Y vino tras el viento un terremoto, pero no estaba Yahvé en el terremoto. Vino tras el terremoto un fuego, pero no estaba Yahvé en el fuego. Tras el fuego vino un ligero y blando Susurro. Cuando lo oyó Elías, cubrióse el rostro con su manto, y saliendo, se puso en pie a la entrada de la caverna, y oyó una voz que le dirigía estas palabras: '¿Qué haces aquí, Elías?'. [...] Díjole entonces Yahvé: 'Vete. Vuélvete por tu camino [...]". 

El monte Horeb es el Monte Sinaí en donde, unos siglos antes, se había manifestado Dios a Moisés para entregarle las Tablas de la Ley, entre los ensordecedores ruidos de truenos y de las trompetas. El Dios de Elías se manifiesta como un un ligero y blando susurro, como una sugerencia musical que tranquiliza y ensancha los corazones.

 

LA MÚSICA EN TU VIDA. En tu Vida de Hombre no aparecen los conciertos. Se suele pensar que los ángeles de Dios cantaban el "Gloria" cuando Tú naciste en Belén de Judá. Y así también lo pienso yo porque me parece que en aquel momento tan importante y decisivo para la Humanidad no podían faltar los instrumentos en manos de los ángeles que cantaban y Te adoraban.  

Sin embargo, Lucas que es el que describe en total exclusiva esta escena tan característica, dice solamente que "de pronto se juntó con el Ángel una multitud del Ejército Celestial, que alababa a Dios, DICIENDO: Gloria a Dios en las alturas y en la tierra Paz a los hombres en quienes El se complace". He consultado el original griego y realmente la traducción española está correcta. Tendríamos que ver si "Alabar" supone "Cantar". No lo sé. Lo cierto es que se puede "Alabar" cantando, y entonces es más emotivo, pero también un semitonado enérgico y dulce puede servir para "Alabar" a Dios. Queda, pues, la duda, aunque me gusta más imaginar y escuchar música y cantos angelicales.  

Cuando eras niño y joven Tú seguramente cantaste en las reuniones de la Comunidad israelita en las Sinagogas y en el Templo de Jerusalén, donde los sacerdotes tocaban las flautas y los tambores.  

Después, durante tu Vida pública, solamente tres veces se habla de algo que pudiera parecer musical, aunque no lo sea directamente. Tú predijiste a Pedro, tan fanfarrón siempre, que cuando se escuchara el Canto de un Gallo, Te habría negado tres veces. Este gallo pasó a la historia, y su canto madrugador siempre nos trae un sentimiento de fracaso y de cobardía.  

Hablaste de "Trompetas" y de "Flautas", pero siempre en un sentido figurado, en alguna parábola o en algún mensaje. Desenmascaraste a la generación de tu tiempo con un cuento de niños que gritaban a otros niños: "Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado. Os hemos entonado endechas, y no habéis llorado". Era un juego infantil de aquellos tiempos que consistía en realizar gestos mudos que los del otro bando debían adivinar.  

En otra ocasión criticaste a los hipócritas que "Trompetean" por las calles para ser alabados por el bien que realizan. Cuando describes apocalípticamente el final de las cosas hablas de las Trompetas de los Ángeles que congregarán a todas las naciones para el Juicio. Sus sonidos contienen un mensaje de alerta y de estar siempre dispuestos.  

Tú escucharías con gusto los grupos musicales que cantarían, acompañados por músicos, en los banquetes que Te ofrecieron tus Amigos y otros en variadas ocasiones. No dudo de que en Caná había música el día de la Boda a la que fuiste invitado con tu Madre y los Apóstoles y en la que pusiste tu regalo del buen vino. En casa de Mateo, el Publicano convertido en Apóstol, en casa de Simón el Leproso, el criticón, en casa de tus amigos de Betania. Estoy seguro. Allí había música.  

Escuchaste las tristes notas de las flautas y los quejidos de las mujeres, especialmente alquiladas para ello, en los funerales en los que tuviste que participar por tu trabajo de Salvador y por tu Ser "La Resurrección y la Vida". Recuerdo la Hija de Jairo y el Hijo de la Viuda de Naím.  

También escucharías las tétricas llamadas de las Trompetas Romanas, cuando Tú arrastrabas tu Cruz por las calles de Jerusalén hacia el Calvario.

 

LA MÚSICA Y LOS APÓSTOLES. San Pablo se refiere a los cantos de las Asambleas Cristianas. Y habla de los Resurrección de todos y del Juicio Final, aludiendo también al sonido de la Trompeta. 

Juan, tu Evangelista, en el Apocalipsis, escucha repetidas veces los cánticos de las Legiones Celestes y de los Salvados que han lavado sus túnicas en la Sangre del Cordero, Cánticos en su honor, "un Cántico Nuevo", que solamente ellos pueden cantar. El Cielo de los Justos es un mundo de orquestas y de corales, de músicas y de melodías, en las que todos tendremos un lugar privilegiado. También Juan escuchó las tormentas de los castigos sobre los rechazados.