Fiestas marineras

Autor: Ramón Aguiló SJ

   

La Fiestas de la Virgen del Carmen traen a nuestras memorias y a nuestras calles y plazas, repletas de gentes y de turismo, muchos y hermosos recuerdos. Yo voy a intentar llegar hasta la entraña de nuestros pueblos marineros.  

Las Fiestas nos traen alegría, alegría personal, familiar, y esa difusa alegría callejera, que se puede llamar alegría histórica y alegría social. Y esto es positivo y constructivo. Porque por unos días nos olvidamos de nuestras propias penas y de nuestros problemas colectivos, para vivir la solidaridad.  

La Virgen del Carmen además nos recuerda nuestras raíces azules y marineras, como el Mediterráneo que besa nuestras costas, nuestras rocas y nuestras playas cubiertas por tantos seres humanos. Y, como el Mediterráneo, todos los Mares y Océanos abrazan a los pueblos y ciudades costeras del mundo.  

La imagen de la Virgen Marinera pasea por nuestros mares claros y transparentes, llevada en alto por los hombres curtidos por las zozobras del trabajo en ese estadio movedizo y peligroso que es el mar que nos rodea.  

Mallorca es una Isla, como los millares de islas que hay en los mares. Parece que sus habitantes deben vivir emborrachados por las olas del mar. Y sin embargo muchas de sus gentes habían vivido de espaldas al azul marino, como si quisieran olvidarlo, como si quisieran prescindir del él, como si quisieran castigarlo porque les rodea por todas partes. Pero las ciudades y pueblos de las costas han tenido siempre numerosos grupos de trabajadores que han vivido prácticamente sumergidos en las duras labores marineras. Pero muchas ciudades le sonríen ahora con más frecuencia.  

Los marineros de rostros curtidos y de manos fuertes saben por experiencia que el mar, hermoso y sonriente algunas veces, también tiene sus garras peligrosas que puede sacar. En algunas ocasiones las saca, porque se pone rabioso, porque se pone violento, porque se pone agresivo.  

Por esta causa esos hombres fuertes y valientes sacan a pasear la bella imagen de la Virgen del Carmelo. Ella es el símbolo de nuestra fe cristiana. Y es al mismo tiempo la expresión de la paz y de la tranquilidad, del vigor y de la seguridad. Camina la imagen por encima de las olas, y todo el pueblo eleva sus plegarias a María.  

Nosotros unimos nuestra aportación solidaria a las celebraciones colectivas. Queremos ser como una barca más en ese desfile marinero que aclama a nuestra Patrona, y que desea lo mejor para nuestro Pueblo. FELICES FIESTAS CARMELITANAS A TODOS LOS MARINOS DEL MUNDO, habitantes de los mares encantadores y agresivos.