Embrujo (1990)

Autor: Ramón Aguiló sj.


Había un embrujo allí.
En las ojivas doradas.
Había un encanto de oro.
Allí un embrujo volaba.

Qué grande me parecía
Aquellas nave embrujada.
Cómo se movía el aire
Y las llamitas temblaban.

Los hombres y las mujeres
Parecían tener alas,
Y sus ojos bien abiertos
Un mundo nuevo soñaban.

Los que vestían de blanco
Una oración murmuraban.
Los que vestían de negro
Repetían sus palabras.

Había un silencio dulce.
Un murmullo de él brotaba.
Era un mar que se movía
Suavemente, todo en calma.

Aquella tarde las naves
Y sus columnas tan altas
Parecían las trompetas
De una orquesta de fantasmas.

Yo me sentía arrollado
Y extasiado ante las llamas
De un espíritu inmenso
Que en silencio me abrasaba.

Eran pequeños los mundos
Que aquella nave cruzaba.
Eran pequeños los hombres
Que en la nave navegaban.

Yo creo que se erguía allí
Aquél que habló de llegadas,
Aquél que con su mensaje
Disponía las moradas.

El encanto del silencio
Me arrebató toda el alma.
El embrujo de las formas
La llenó toda de gracia.

En los rostros y en las piedras
Escuché las notas largas
De unas alas amarillas
Que al Infinito acercaban.

Y el Embrujo se extendía
Volando sobre las manchas
De las líneas verticales
Como flechas que nos llaman.

Los siglos están aquí.
Van pintando mientras cantan.
Van cantando mientras rezan.
Van rezando mientras aman.