El sueño de la informática

Autor: Ramón Aguiló sj.

Mirando hacia el próximo futuro nos parece soñar. Pero ese sueño es de que aquellos que se pueden calificar médicamente de verdaderas pesadillas. Es que algún excitante nos ha invadido la zona del cerebro donde planta sus raíces la fantasía creadora, la imaginación.  

Yo estoy metido, durante todo el tiempo de que puedo disponer libremente, en medio de unos aparatos que a veces me dan lo que quiero, pero que en otras ocasiones se muestran rebeldes e implacables. Son los ordenadores, eso que los ingleses y norteamericanos llaman "Computers". Y que Humberto Eco ha apodado "Abulafia". El le ha maltratado con insultos, ya que el aparato muchísimas veces se lo ha merecido. Es un indigno de colaborar con los hombres. Cuando te equivocas de tecla, estás arreglado. Tendrás que ir a los médicos, a los técnicos, que tampoco llegan a dominarlos y curarlos completamente.  

Todo se complica más cuando algunos quieren meterse con INFOVíA, INTERNET y otras lindezas. Es una especie de aventura. Una forma de viajar sin moverse de la silla. Un mantener largas conversaciones sin mover los labios, ni la lengua, ni la boca, casi sin que trabaje el cerebro.  

"Venga a viajar por INTERNET" y verá Usted lo que pasa. Se enterará de que el Sr. Yeltsin ha sido llevado al Hospital de nuevo, y de que los cursos de inglés en tal academia cuestan una miseria, y  de que el Rector de la Universidad de Pensilvania se llama "Bienvenido Tal" en inglés. Todo ello entremezclado como si fuera un capazo lleno de verduras, pescados, algún pollo, y unos plátanos o naranjas para la comida del día. Te dan hasta el "postre", un "postre" metido en una copita de plástico con un nombre raro que cura todas las enfermedades, evita el exceso de colesterol, pero te complica el hígado.  

Todo es una maravilla. En teoría.  

Pero en la realidad las cosas suceden de muy diferente modo. Un día el aparato se ha puesto enfermo.  

Dicen que es el día de los virus. Y hay que curarle. Debe Usted tener unos cuantos disquetes para eliminar todos los virus dañinos. Lo curioso es que en muchas ocasiones la medicina no corresponde a la enfermedad, al virus aquel, no es para el Virus "Barrote", sino para el otro que tiene un nombre norteamericanizado. Entonces tendrá Usted que reinstalar el programa tal vez. Y no recuerda cómo se reinstala.

Entonces Abulafia parece que le obedece, y, después de pasarse Usted una hora instalando el correspondiente programa, el "Abulafia" maleducado, le dice con toda delicadeza que todo lo que Usted ha hecho es inútil y que aquel programa tiene un modo especial de ser instalado, y que, por tanto, hay que instalarlo por su propio modo, que a veces parece ser exclusivo.  

Esto es terrible. Usted no sabe qué hacer y tendrá que recurrir a los libros que tiene ciertamente, pero que ahora no encuentra, porque se los prestó a algún amigo, o los puso en algún rincón olvidado de la propia casa.  

En medio de esta confusión le llega a Usted la noticia, la gran noticia, le maravillosa noticia, de que una ciudad-medio pueblo de una Provincia de España está instalando un "INFO...etc, etc." para que sus ciudadanos puedan realizar todas sus actividades ordinarias a través del "INFO" aquel, y buscando en el "INFO" aquel puedan recibir toda clase de informaciones.  

Esto es maravilloso. Esto es una gran transformación, un enorme progreso. Las amas de casa ya no estarán sujetas a esos largos paseos a pie o en coche para cargar unas cuantas lechugas y una botella de aceite cada vez más caro a causa de las inundaciones, sino que les bastará con navegar por el "INFO" aquel de su pueblo. Y escribir quiero esto para hoy: "Lechugas" recién recogidas, y dos botellas de aceite de oliva de Jaén, pero de las buenas y de las baratas, a pesar de las inundaciones.  

Y al cabo de poco tiempo, lo recibirá todo. ¿Cómo?  

Pues supongo que también a través del "INFO" maravilloso. Aunque a decir la verdad, todavía no sé cómo funcionará ese nuevo "INFO". Tal vez se convertirá entonces en una furgoneta con un chófer y un ayudante, que preguntarán encarecidamente por el señor o la señora "Juanita1356@Web.Es".  

Será difícil encontrar esta señora de nombre tan complicado. Y entonces tendrán que dejar las lechugas y el aceite en casa de un vecino o vecina, hasta que todo sea claro. A lo mejor, por la garantía, le dejan espinacas y tres botellas de aceite de ricino. Vaya con cuidado. Lo que no fallará de ningún modo será el cobro de los productos, del "INFO", del transporte y de la propina. Con muchos nervios, imposibles de calcular.  

Además todo esto se va a realizar a través de un programa Norteamericano que nos habla en inglés y que se llama "Windows", dicho más en castellano, "Ventanas", y, si uno quiere hablar la lengua del terruño mallorquín "Finestres". Con muchos colores. Y complicadas órdenes. Le recomiendo un libro muy apto para todos, decorado con las figuritas de Forges, y que lleva un título muy atractivo, aunque un poco hiriente: "Windows para TORPES". Yo no me lo compré, porque me pareció un insulto. Pero alguien me lo prestó, lo que me pareció un doble insulto. Pero ¿qué le vamos a hacer?. La Informática y Forges juntos dan estos resultados. Como siempre, paciencia.