"Todo y en todo, Jesús" III

Autor: Ramón Aguiló SJ

 

 

Jesús de Nazaret, sigo la transcripción los documentos que me han llegado. Siguen siendo impresionantes.

 

CONSAGRACIÓN A LOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA.

 

Sagrado Corazón de Jesucristo, Hermano mío y amigo íntimo, a quien amo con todo el afecto de mi corazón. Aunque soy un pobre pecador, atraído por tu misericordia, me atrevo a presentarme ante tu trono Eucarístico para ofrecerte mis pobres dones. Lo quisiera hacer delante de nuestra Madre Inmaculada, a quien también me quiero consagrar

 

Jesús querido, Madre Inmaculada. Ofrezco mi pobre persona con todos sus ideales y afectos, a Vuestros Corazones, ahora  y siempre.

 

Jesús Eucaristía deseo conocerte íntimamente, amarte ardientemente, amarte ardientemente, imitarte constantemente.

 

Madre Inmaculada, deseo también amarte, conocerte e imitarte siempre. Deseo vivir en vuestros dos Corazones, tener vuestros mismos ideales, vuestros mismos amores, vuestros mismos sentimientos. Engrandeced y santificad mi ruin corazón.

 

No permitas, Jesús, que pase el tiempo de mi vida sin conocerte. Descúbreme, Señor, los Tesoros insondables de tu Corazón vivo en la Blanca Hostia.

 

Sé el brillante Centro de mi vida: de mis ideales y amores.

 

Sé mi Amigo y Hermano amoroso en quien confíe, a quien ame, en quien piense y sueñe, por Quien trabaje.

 

Sé el Rey en cuyo servicio se dirijan todos mis actos presentes y futuros, mis planes, mis sufrimientos.

 

Te ofrezco de un modo especial todos mis actos presentes y futuros, mis planes, mis sufrimientos.

 

Te ofrezco de un modo especial todos mis trabajos de cada día: que todos se encaminen a formar un MONUMENTO PARA TU GLORIA.

 

Jesús, querido, haz que sea yo tu descanso, por el recogimiento y la limpieza de mente y corazón. Hazme modesto.

 

Hazme el descanso de los que mandan en quienes Tú quieres vivir.

 

Hazme el descanso y recreo de los que me rodean, por la humildad, la caridad.

 

Es decir que viva yo, como vivías TÚ, cuando, siendo joven, estabas en Nazaret, jun a TU MADRE SANTÍSIMA, oculto, trabajador, humilde, caritativo, lleno de ideales.

 

Quiero también consagrarme al Purísimo Corazón de la Virgen, Madre querida, Te confío todo lo que soy, tengo y puedo hacer, para que los presentes, como Tú sabes. Contigo quiero y deseo vivir.

 

Consérvame, Madre, mis amores y mis ideales; purifícalos, engrandécelos.

 

También quiero amar mucho a JESÚS. Antes morir que abandonarte.

 

Solo quiero pedirte, Jesús querido, que pueda yo trabajar y sufrir por tu gloria y por las almas, durante mi vida y padecer después, si Tú así lo quieres, el Martirio.