La Iglesia de la barriada

Autor: Ramón Aguiló SJ

 

 

Mi muy amado Jesús de Nazaret, muchas veces he asistido a reuniones de los que se sienten responsables de la situación de tu Iglesia Universal. He escuchado allí muchas cosas interesantes, para mantener siempre el Espíritu, la Presencia, y la Eficacia de la que se siente Cuerpo Místico tuyo.  

Después me he puesto a pensar en lo que habían dicho los que intervinieron en la reunión hablando públicamente. Algunos habían realizado verdaderos discursos y recibieron los aplausos de los que estaban allí presentes.  

Sin embargo, después he ido a la iglesia de mi Parroquia, para participar en la Eucaristía diaria, y me encontré con poquísimas personas, casi todas de edad avanzada y muy pocos jóvenes. He experimentado una forma de desilusión. Hasta he sufrido internamente, porque recordaba lo que habían dicho los oradores, y los ideales que habían propuesto para que la Iglesia fuera  lo que debía ser. Y comparaba el ideal y la realidad. Y experimenté una forma de tristeza depresiva.  

LA IGLESIA TOTAL Y LA NACIONAL. Analizando mejor lo que habían propuesto en la reunión, observé que ellos se referían, casi únicamente a la que llamamos Iglesia Universal o Iglesia Total.  

Otros hablaban de la Iglesia Nacional o Diocesana. También algunos se referían a la Iglesia de la Ciudad.  

Y a mí me pareció que afirmaban cosas muy interesantes. Que debía ser así, como ellos decían. Pero, cuando estuve en mi pequeña iglesia parroquial, pensé que la Verdad era que lo que había escuchado era un ideal importante, pero tan lejano que me parecía como un Sueño, un Ideal lejano e irrealizable.  

Decimos en las conversaciones cotidianas entre amigos y familiares, que la Nación X es Católica, que la Y es Anglicana o Luterana. Si salimos del Cristianismo, a veces hablamos y escribimos de los países y naciones musulmanas o hinduistas. Como si todo fuera homogéneo, como si fuera todo una forma de exclusividad.  

Pero pensándolo mejor, me pareció que debíamos pensar, discutir y planificar la que podríamos llamar IGLESIA DE BARRIADA.  

¿QUÉ ES LA IGLESIA DE BARRIADA?.  Nuestra vida de cada día, nuestras experiencias vitales, nuestras actividades económicas, sociales, familiares, se desarrollan en un marco pequeño, reducido, Jesús de Nazaret.  

Algunas veces en nuestra vida realizamos un viaje a Roma, o vemos al Sucesor de Pedro, el Papa, en la Tele y le aplaudimos. Le escuchamos con atención. Y muchas veces no comprendemos completamente lo que nos dice. Porque mezcla los idiomas, y utiliza términos técnicos y teológicos.  

Algunas veces también escuchamos noticias sobre lo que dice la Conferencia Episcopal de una Nación. Pero nos dicen a veces cosas que no tienen una clara referencia a lo que sucede a nuestro alrededor.  

Otras veces vemos el rostro de nuestro Obispo o Arzobispo, que puede ser un Cardenal, a través de las cabezas de unos cuantos caminantes que también lo miran, porque apenas lo conocen. Oigo que dicen algo así: “Mira. Este será seguramente el Obispo, porque lleva un traje especial y un solideo característico”. Después los espectadores se van  y se olvidan de él.  

Todas estas experiencias me llevan a pensar que lo importante, para los que Te seguimos, es lo que podríamos llamar la Iglesia Parroquial o, todavía mejor, la Iglesia de la Barriada. Porque, en muchas zonas de las ciudades y pueblos existen templos famosos que no son Parroquia. La Iglesia universal prácticamente es vivida en un pequeño marco de nuestra vida diaria.  

Lo que importa es que los hombres, religiosos, religiosas y laicos sepan ser como el cauce por donde se desliza el torrente de tu mensaje, Jesús.  

NO ES FÁCIL COMUNICAR.  Lo importante en la Comunicación de tu mensaje es que se presente claro en todos sentidos. Hay que leer bien, con expresión. Hay que comentar con claridad y con constantes referencias a la vida presente, actual. Hay que usar la lengua, el idioma de los que están presentes en el templo.  

Yo tengo un interesante recuerdo de un hecho que me hizo llorar. Hace unos cuantos años yo me encontraba en un país en el que convivían diferentes pueblos, indígenas, conquistadores, descendientes de unos y de otros. Y muchos utilizaban su lengua original para hablar y para escribir, si es que podían escribir. En un ambiente así, asistí a la Celebración de la Eucaristía, que ya se celebraba en diferentes lenguas. Pero en aquella ocasión el celebrante utilizó, por vez primera en la historia de la Iglesia, el idioma de los Indígenas.  

Todo en aquella media hora, evocaba la cultura indígena: Las obras de arte que daban un ambiente muy especial a la Capilla, los ornamentos del celebrante que era él mismo un indígena, la homilía y las lecturas fueron también en la lengua propia de los indios.  

En aquel momento todos participaban. Me impresionó mucho todo aquellos. Y yo pensaba, recordaba, llorando, que la Iglesia se había dirigido a sus fieles en la lengua de los primitivos romanos, o en la de los conquistadores.  

¿CÓMO PODÍAN COMUNICAR TU MENSAJE EN ESTAS CONDICIONES, JESÚS DE NAZARET? LO IMPORTANTE ES COMUNICAR, E IMPRESIONAR A LOS QUE ESCUCHAN, PARA QUE, DESPUÉS, PUEDAN VIVIR COMO LOS QUE SIGUEN Y PRACTICAN TU DOCTRINA.  

Que todos puedan cantar: HE DECIDIDO SEGUIR A CRISTO, SIN RETORNAR… LA CRUZ DELANTE Y EL MUNDO ATRÁS…