Meditaciones sobre Jesús

Las lecciones de Jesús, verdadero maestro

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

 

Mateo 22

Vamos a considerar la lección, como la exposición o explicación que se hace sobre un tema determinado, este por lo general es oral, en ella siempre se explican con claridad un conjunto de conocimientos, que en este caso el Maestro imparte de una vez. Las lecciones enseñan o escarmientan, pero en lo fundamental, ayudan a comprender si estamos en falta, especialmente a aquellos que son engreídos y orgullosos para los cuales una lección les viene muy bien, como les sucedió a los escribas y fariseos, Jesús nos enseña y nos da lecciones, con las cuales no formamos como cristianos, porque nos adherimos incondicionalmente a sus enseñanzas, creemos en lo dice, hace y promete, además nos agrada y nos hace feliz con su Palabra.

Mateo 22, 1-14

El Banquete De Bodas 

[1] Jesús siguió hablándoles por medio de parábolas: [2] «Aprendan algo del Reino de los Cielos. Un rey preparaba las bodas de su hijo, [3] por lo que mandó a sus servidores a llamar a los invitados a la fiesta. Pero éstos no quisieron venir.

Jesús se dirige a los sumos sacerdotes y fariseos, con una parábola, En la cual el rey es Dios, y el Hijo es Jesucristo, donde el banquete esta preparado, la alegría y felicidad del Reino, en ese entonces envió a sus servidores, los profetas, para avisar a los invitados, los judíos, pero éstos se negaron a ir.

[4] De nuevo envió a otros servidores, con orden de decir a los invitados: He preparado un banquete, ya hice matar terneras y otros animales gordos y todo está a punto. Vengan, pues, a la fiesta de la boda. 

Así fue como después envió a otros servidores, los apóstoles, con el encargo de decir a los invitados: "Mi banquete está preparado”, esto es la felicidad mesiánica.

[5] Pero ellos no hicieron caso, sino que se fueron, unos a sus campos y otros a sus negocios. 

Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; es así como consideraron más importantes sus asuntos económicos, el apego a lo material, sus cosas personales, sus propiedades que asistir a tan bella invitación, y entonces por preferir las comodidades estos se hicieron indignos y no merecedores del Reino de los Cielos.

[6] Los demás tomaron a los servidores del rey, los maltrataron y los mataron. 

Aún más error cometieron, porque se apoderaron, apresaron y maltrataron a los servidores, como a Juan Bautista.

[7] El rey se enojó y envió a sus tropas, que dieron muerte a aquellos asesinos e incendiaron su ciudad. 

Al enterarse, el rey, Dios, se indignó y envió a sus tropas, ángeles, para que acabaran con aquellos malvados,

[8] Después dijo a sus servidores: El banquete de bodas sigue esperando, pero los que habían sido invitados no eran dignos. [9] Vayan, pues, a las esquinas de las calles e inviten a la fiesta a todos los que encuentren. [10] Los servidores salieron inmediatamente a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, de modo que la sala se llenó de invitados

Entonces luego dijo a sus servidores, esto son los apóstoles: "El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él. Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren". Esto es a todo los que viven en las cercanías, a los caminantes, a los gentiles, a cuanta persona encontraron sean estos buenos y malos, y la sala de fiesta se llenó de convidados. 

[11] Después entró el rey para conocer a los que estaban sentados a la mesa, y vio un hombre que no se había puesto el traje de fiesta. [12] Le dijo: Amigo, ¿cómo es que has entrado sin traje de bodas? El hombre se quedó callado. [13] Entonces el rey dijo a sus servidores: Atenlo de pies y manos y échenlo a las tinieblas de fuera. 

Cuando el rey, Dios, entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta y le pregunto ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?, esto es, investido de la gracia, la piedad, la bondad, la justicia y la fe, y como este permaneció en silencio. Entonces el rey, Dios, dijo a los guardias, ángeles: "Átenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas.

Allí será el llorar y el rechinar de dientes. [14] Sepan que muchos son llamados, pero pocos son elegidos».

En este fragmento del evangelio, Jesús se dirige a los sumos sacerdotes y fariseos, judíos, de forma insistente, como es la llamada insistente de Dios a su pueblo que al parecer no oye, los Israelitas y Judíos, que a mayor gravedad no solo parecen, además no quieren oír a Dios. 

Pero hemos de considerar que el primer pueblo que es invitado es Israel, y esto es lógico, por que Dios primero cumple su promesa, sin embargo ante el rechazo de los judíos, Dios invita a todos los pecadores a disfrutar de su reino, pero no basta con ir, deberá entrar con las debidas disposiciones espirituales, una vida de gracia y rectitud.

Jesucristo Nuestro Señor, nos invita en cada Eucaristía a su banquete, y a el debemos llegar con la gracia, a todos quien lo acepta le da su consuelo espiritual, a todo quien responde a su llamado, a todo el que va a El y se entrega aceptando el llamado radical, incondicional, si reservas, esto es con todo el alma, dando todo de sí, El le tiene un buen sitio en el banquete y el festín del Reino de los Cielos. 

Sin embargo lo triste es que de los invitados hay muchos que están muy preocupados de muchos problemas o situaciones que acaparan su atención o consideran que es más importante y con ello renuncian a la posibilidad de participar en la Vida Eterna.

Así es, como en esta parábola, nos quiere enseñar nuestro Señor Jesús, como Dios hace todo para que vayan muchos invitados a su fiesta, gente de toda índole, no hay distinción, pero no todos serán elegidos, eso depende de cómo llegue en su conducta el invitado.

Vamos, anímate y procura una invitación, te la hace Dios, es una gran honor, te la hace Jesús para vivir en su intimidad, pero no te bastará responder, es preciso la entrega sin reserva.


Mateo 22, 15-21

El Impuesto debido al César 

[15] Los fariseos se movieron para ver juntos el modo de atrapar a Jesús en sus propias palabras. [16] Le enviaron, pues, discípulos suyos junto con algunos partidarios de Herodes a decirle: «Maestro, sabemos que eres honrado, y que enseñas con sinceridad el camino de Dios. 

Ellos dicen Maestro sabemos que eres honrado, Le llaman Maestro, para que viéndose honrado y alabado, les manifieste sencillamente los secretos de su corazón, como deseando que Jesús los tenga por discípulos. Por segunda vez, los fariseos y los partidarios de Herodes se ponen de acuerdo para tender una trampa a Jesús, estos son especialistas en la artimañas, ellos actúan con habilidad y astucia para conseguir, en esta ocasión actúan de mutuo acuerdo para tentar a Jesús. Esta sociedad es extraña, considerando que los primeros no aceptaban el dominio de Roma sobre Israel, y los segundos son partidarios de Herodes, delegado del poder romano en Palestina y, por tanto, colaboradores del régimen romano.

Entonces, le dicen a Jesús: «No te preocupas por quién te escucha, ni te dejas influenciar por nadie. [17] Danos, pues, tu parecer: ¿Está contra la Ley pagar el impuesto al César? ¿Debemos pagarlo o no?» 

Entre ambos formulan una pregunta doble, la respuesta no parece fácil, aún más tratándose de dos grupos opuestos, la primera pregunta se puede decir también como, ¿Está permitido pagar tributo al César o no?, y la segunda se puede para mejor entender hacerla así, ¿Pagamos o no pagamos? La primera pregunta se conoce o considera que se responde mediante la meditación o la reflexión, pero la segunda por la práctica. Pagar el tributo significa reconocer como Señor al César y no a Dios, además de aceptar la pérdida de la soberanía nacional como hecho consolidado. Si Jesús responde afirmativamente, se pone en contra del pueblo que veía con malos ojos la dominación romana; si responde negativamente será detenido y preso por las autoridades romanas, como subversivo del orden establecido, esa es la artimaña, tratar de dejar a Jesús sin salida.

Pero Jesus [18] se dio cuenta de sus malas intenciones: 

Pero Jesús buscará una salida destinta, esto es un tercer camino alternativo.

« Y Jesús les contestó ¡Hipócritas! ¿Por qué me ponen trampas? [19] Muéstrenme la moneda que se les cobra». Y ellos le mostraron un denario. [20] Entonces Jesús preguntó: « ¿De quién es esta cara y el nombre que lleva escrito?» Contestaron: «Del César». [21] Jesús les replicó: «Devuelvan, pues, al César las cosas del César, y a Dios lo que corresponde a Dios». [22] Con esta respuesta quedaron muy sorprendidos. Dejaron a Jesús y se marcharon.

Jesús los dejo asombrados, y les demuestra que no es partidario de un cierto poder autónomo e independiente, como el del Cesar, el mundo es de Dios y no se reparte, como la vida de los hombres, la vida del pueblo, es así como Jesús responde con un determinado criterio de organización en el lugar apropiado y el que corresponde, en primer lugar, devolver el dinero -lo que es del César- al César, esto es, no usar ni siquiera el dinero que lleva la efigie del César para no aceptar su señorío, y, en segundo lugar, devolver a Dios lo que es de Dios, expresión con la que se indica al pueblo del que se han apoderado. 

En otra palabras, los fariseos deben renunciar a beneficiarse del dinero del César, como también no explotar al pueblo y a aprovecharse de él, ya que lo hacían inclusos en el recinto más sagrado, en el templo, donde se beneficiaban de transacciones comerciales, haciendo cambiar a las gentes la moneda del César por la del templo. Es así como la respuesta de Jesús los deja confundidos y sin posibilidades de actuar los dos grupos, a los cuales Jesús les hace ver que la dominación que ejercen los romanos con el pueblo judío, lo hacen también a su manera los dirigentes religiosos.

«Devuelvan, pues, al César las cosas del César, y a Dios lo que corresponde a Dios». ¿Y qué es de Dios? De El es todo, la vida y todo lo que hace nuestra vida, la salud, el tiempo, nuestro trabajo, nuestro corazón, nuestro amor, todo lo que tenemos y hacemos le pertenece.


Mateo 22, 22-33

La Resurrección De Los Muertos 

[23] Ese mismo día vinieron a él algunos saduceos. 

Luego de quedar sorprendidos y confundidos los discípulos de los fariseos con los herodianos, se presentan los saduceos, talvez pensando que les convenía aparecer más retraídos por la confusión de los primeros, pero en todo caso son ellos los que llegan a Jesús, “vinieron a él”, y llegaron cuando se retiraban los fariseos, sin duda porque disputaban acerca de cuál de ellos atraparía más pronto al Salvador en alguna contradicción. Si no podían superar a Jesús, con rebuscados argumentos, al menos podrían molestarlo con su insistencia.

Según ellos, no hay resurrección de los muertos, y por eso mismo le propusieron este caso: 

Había dos sectas entre los judíos, una de los fariseos y otra de los saduceos. Los fariseos hacían ostentación de la justicia de las tradiciones y de las observancias, por lo que el pueblo los llamaba divididos. Pero los saduceos, tomando este nombre que significa justos, pretendían ser lo que no eran. Mientras que los fariseos creían y confesaban la resurrección del cuerpo y la inmortalidad del alma, como también los ángeles y el espíritu, según se lee en el libro de los Hechos de los apóstoles, los saduceos lo negaban todo. Por esto se dice aquí: “No hay resurrección de los muertos” No sólo negaban la resurrección de la carne, sino también la inmortalidad del alma. Dice San Gregorio Magno, (Moralia. 14,39) “Hay también algunos que creen que el espíritu desaparece con la carne, que la carne se pudre y que la podredumbre se reduce a polvo, y como los elementos del polvo se disuelven -de modo que ya nunca pueden ser vistos por los ojos humanos- desconfían de que pueda tener lugar la resurrección”

[24] «Maestro, Moisés dijo que si alguno muere sin tener hijos, el hermano del difunto debe casarse con la viuda para darle un hijo, que será considerado descendiente del difunto. 

Para defender su error, creían los saduceos que habían encontrado un argumento muy poderoso, por eso dice “«Maestro, Moisés dijo”

Como la muerte era un mal insoportable entre los judíos, todo lo reducían a la vida presente. Había ordenado Moisés en la ley que la mujer viuda sin hijos, debía casarse con el hermano del difunto, para que naciese a éste un hijo de su hermano y así no se extinguiese su nombre. Esto representaba cierto consuelo respecto de la muerte. Ningún otro mejor que el hermano o el pariente debía tomar la mujer del difunto. Porque de otra manera no podría suponerse, que el hijo que había nacido de tal unión fuese hijo del que había muerto. Por lo tanto no se le consideraba como un extraño que no tenía obligación de sostener la casa del difunto, sino como su hermano a quien tocaba hacerlo así por el parentesco.

[25] Sucedió que había entre nosotros siete hermanos. Se casó el mayor y murió, y al no tener hijos, dejó su mujer a su hermano. [26] Lo mismo pasó con el segundo y el tercero, hasta el séptimo. [27] Después de todos ellos murió también la mujer. [28] Ahora bien, cuando venga la resurrección de los muertos, ¿cuál de los siete se quedará con esta mujer, si todos la tuvieron?»

Los que no creían en la resurrección de los cuerpos y creían y admitían que el alma moría con el cuerpo, inventan una fábula que pone de relieve su desvarío respecto de lo que dicen acerca de la resurrección. Por esto concluyen: "¿Pues en la resurrección, de cuál de los siete será mujer?" Pudo suceder que esto acaeciese alguna vez entre ellos.

Según San Agustín, (quaestiones evangeliorum, 1,32.)Estos siete hermanos representan místicamente a los hombres impíos que no pudieron practicar la virtud en la tierra durante los siete períodos que dura su existencia. Y después la tierra por la que aquellos siete habían pasado estérilmente también pasará.

[29] Jesús contestó: «Ustedes andan muy equivocados. Ustedes no entienden ni las Escrituras ni el poder de Dios.

En primer lugar, confunde muy sabiamente su ignorancia, su ignorancia porque no conocían a Dios, les demuestra la imprudencia o presunción y necedad, porque no leían; en segundo lugar, cuando se lee mucho, se conoce mas a Dios, esto es, la ignorancia es hija de la pereza. Por lo tanto, se equivocan los que no conocen las Escrituras, y cuando las desconocen, desconocen también el poder de Dios.

En efecto, desconocen dos cosas: las Escrituras y el poder de Dios, por el cual se verifica la resurrección y empieza en ella una nueva vida. El Señor, arguyendo a los saduceos, porque desconocían el poder de Dios, les enseñaba que también a El le desconocían. El era la virtud de Dios, y no le conocían, porque ignoraban lo que decían las Escrituras acerca de El; por lo tanto, no creían en la resurrección que El luego nos mostraría al tercer día.

Jesús entonces les dice [30] Primeramente, en la resurrección no se toma mujer ni esposo, sino que son como ángeles en el Cielo. 

Esto debe entenderse como: "En la resurrección ni se casan ni serán casados", la respuesta de Jesús, es una lección contra la ignorancia, porque El siempre enseña a los que le preguntan de buena fe.

[31] Y en cuanto a saber si hay resurrección de los muertos, ¿no han leído lo que Dios les dijo: [32] Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Él no es un Dios de muertos, sino de vivos». 

Sin embargo, Jesús utiliza como un argumento y prueba la autoridad de las Sagradas Escrituras, para hacerles notar a los saduceos su imprudente presunción de saber algo.

[33] Era mucha la gente que escuchaba a Jesús, y estaba asombrada de sus enseñanzas. 


Mateo 22, 34-40

El primer mandamiento de la Ley 

[34] Cuando los fariseos supieron que Jesús había hecho callar a los saduceos, se juntaron en torno a él. [35] Uno de ellos, que era maestro de la Ley, trató de ponerlo a prueba con esta pregunta: [36] «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la Ley?». 

Los fariseos se caracterizaban por su rigor y austeridad en el cumplimiento de la letra de la ley y en la atención a los aspectos externos de los preceptos religiosos y los saduceos eran ciertas personas, que pertenecían a la aristocracia sacerdotal judía que negaban la inmortalidad del alma, aquí en este Evangelio, el fariseo quiere probar la opinión de Jesús, con habilidad y astucia para conseguir algo con oscuros propósitos y así comprometerlo, en otras palabras, mediante una treta, busca perjudicar a Jesús.

[37] Jesús le dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. [38] Este es el gran mandamiento, el primero. [39] Pero hay otro muy parecido: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. [40] Toda la Ley y los Profetas se fundamentan en estos dos mandamientos».

El amor a Díos, y el amor al prójimo, sumados las dos recopilan y sintetiza toda la Ley, de estos preceptos las leyes restantes cobran mucho sentido.

Este es nuestro deber, “Amarás”, y con todo el corazón, sin ninguna restricción y con todo lo que te da la vida, con toda el alma, esto con el primer principio de nuestra vida, lo mas importante, la parte espiritual e inmortal, capaz de entender, querer y sentir, y que, junto con el cuerpo, constituye su esencia humana, con toda la mente, con la capacidad intelectual humana, con el pensamiento, mas allá de toda imaginación y voluntad. Esto es amar con todo lo que hemos recibido de Dios, por tanto con todo lo que podemos acercarnos a Dios y estar con El.

Así es como Jesús, nos exige un amor total, El no aceptas un amor parcial o limitado, y lo mismo nos enseña y nos exige, la entrega y el amor, tanto a Dios como al prójimo. Eso quizás fue sorprendente para el fariseo, Jesús puso al mismo nivel los dos mandamientos, y así lo aclara el evangelio cuando dice; “De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas".

Para nosotros, cristianos, seguidores de Jesús, debemos ser absolutamente contrarios a cualquier sentimiento acentuado de hostilidad, antipatía, rechazo y odio a los hombres, sin embargo es algo con lo que convivimos a diario, esta a la vista de cualquiera en la familia, en la amistad, con los vecinos, con los que piensan diferente, entre los políticos, entre las naciones y pueblos.

Esto es los que nos enseña Jesús, el hombre es imagen de Dios, y si tu amas a tu prójimo, amas a Dios, y si amas a Dios, lo amas en también en el prójimo.

Estos preceptos son nuestros fundamentos de la vida cristiana, ambos basados en el amor, y por amor a Dios y al prójimo, juntos el mandamiento más grande de la Ley 



Mateo 22, 41- 46

El Mesías, Hijo y Señor de David y la naturaleza divina de Cristo

Este fragmento del Evangelio, nos hace ver como los Judíos no llegaban a conocer bien a Jesús, pues creían que El era solamente hombre, entonces buscaba tentarlos, distinto hubiera sido talvez si hubiesen sabido que también era Hijo de Dios, pero jamás Jesús dejo de manifestar que conocía las torcidas intenciones de los Judíos, Jesús nunca silencio la verdad, porque es eso a lo que había venido a enseñar, esto siempre ofuscaba a los judíos, a algunos los enfurecía, así como tampoco quiso de alguna manera intranquilizarlos demasiado para evitar que lo acusaran de blasfemia, es así como [41] Aprovechando que los fariseos estaban allí reunidos, Jesus pregunto:

« ¿Qué piensan ustedes del Mesías? ¿De quién tiene que ser hijo?» 

Como esto pensaban que solo era hombre, contestaron: «De David». [43] 

Jesús entonces añadió: « ¿Cómo es que David llama al Mesías su Señor en un texto inspirado?

Entonces Jesús, reprende a los judíos, los quiere corregir, pero al mismo tiempo regañar y así desaprobar su conducta

[44] En un salmo dice: El Señor ha dicho a mi Señor: Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos bajo tus pies. 

Este testimonio esta tomado del Salmo 109 (110), v, 1 donde se advierte el suceso que vendrá a futuro, es un vaticino eterno y sacerdotal de Cristo.

Es llamado Señor por David, no por haber nacido de él, sino porque nacido del Padre subsistió siempre, anticipándose a su padre según la carne. Y le llama su Señor, no por error de duda, ni por su propia voluntad, sino porque así se lo dicta el Espíritu Santo y cuando dice: "Siéntate a mi derecha", no trata de decir que Dios tenga un cuerpo donde uno pueda sentarse a la derecha o a la izquierda, sino porque quiere decir que un honor estar al lado de El. 

Ciertamente, el “hasta que ponga a tus enemigos bajo tus pies”, es para que acepten su guía, para su salvación.

[45] Si David lo llama su Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?» [46] Y nadie supo qué contestarle. Desde ese día nadie se atrevió a hacerle más preguntas. 

Esto dio por terminadas aquellos cuestionamientos, cerrando así sus bocas; por esto sigue: “Y nadie supo qué contestarle y nadie se atrevió a hacerle más preguntas”. Esto es, callaron por entonces, y seguramente en contra de su voluntad, quedaron sin palabras, pero lamentablemente no por siempre, así es como hay una vieja sentencia popular, “el veneno de la envidia puede ser vencido pero que difícilmente será extinguido”

Una lección para las personas desvergonzadas y atrevidas, que actuaron con un comportamiento que denotaba falta de respeto, especialmente para los incrédulos, porque según la carne, era hijo de David, pero era Dios, según su naturaleza divina.

Por comprender esto cada vez más, “Gracias Señor