¿A que vino el Señor al mundo?

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

Era al menos en mi niñez una pregunta habitual de catequesis, de clases de religión, o de otras conversaciones.

Lo que nunca oí, era eso de que Cristo vino para solucionarnos los problemas y dificultades que tenemos a diario, ni menos eso de comprar un boleto de lotería y pedir a Cristo, que nos regale el premio, o pedir cualquier favor para mejorar una posición de trabajo, social o incluso para que nos traiga suerte.

Creo que es necesario comprender un poco más, que el compromiso de adherirnos a Cristo no pasa por el deseo de solucionar nuestras dificultades materiales, no despojemos a Cristo de su verdadera dimensión y de su misión, sabemos que él vino a liberarnos del pecado que se esconde en el corazón de cada hombre.

Nuestra fe es una respuesta al llamado de Dios, para cambiarnos el corazón, es un dialogo de compromiso -Dios y el Hombre- Nuestra adhesión a Cristo, es aceptación como verdadero camino de verdad y vida, es una luz de verdad, es un acto de confianza en el Señor, es un compromiso de servir a él como Rey de la paz, la justicia el amor y la verdad.

Hay muchas necesidades en el mundo de hoy y todos las tenemos, podríamos talvez completar unas cuantas páginas sobre esto, pero sepamos distinguir desde donde se crea esta necesidad, es justamente ahí donde no se es consecuente con el cristianismo, donde el egoísmo, la vanidad, la mentira, el deseo de poder, la falta de caridad, la inexistencia del amor y la falta de respeto al prójimo son actitudes habituales.

El mensaje de Cristo, no sólo es para mitigar las necesidades y sufrimientos de hoy, es para erradicarlas, por tanto si queremos solucionar los problemas y dificultades de los hombres, actuemos en consecuencia con la palabra del Señor.

Vamos caminando al encuentro del Señor.

Nada podrá apartarme del amor al señor

Un saludo fraternal