Amor y amistad

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

Estuve pensando anoche, 13 de febrero, porque no había escrito ya mi mensaje de saludo para un día como hoy, estaba algo preocupado de reflexionar una respuesta para el Foro de Temas Controvertidos de Catholic.net, y hoy temprano me dije, lo que mi corazón sienta, como si este mensaje llegue solo a uno de los distintos Foros que participo, Buzón Católico, Catolices legua española, ACI Prensa, Caminado con Jesús y otros. Es así, como este saludo, no puede ser mas sincero, se lo dedico además a Mi Esposa Anita, Mis Padres, hermanos e hijos y a todos ustedes. 

A mis 53 años, viviendo una vida que no siempre es como uno lo desea, y debe ser porque muchas veces deseamos y no reflexionamos si este requerimiento esta en los planes de Dios para uno o no, he tenido la oportunidad de compartir con hermanos de diversas ideas, de índole religioso y político, y Jesús lo hizo, bellos evangelios están escritos expresando esto, porque además como sabemos, el médico visita a los enfermos con mayor urgencia que a los sanos.

Aprendí que estamos rodeado sin saberlo de personas que leen la Biblia, aprenden de ella y en silencio cumplen los mandatos de Dios, sin embargo aprendí además, que entre nosotros hay mucha gente que la leen habitualmente y se lo hacen saber a muchos, pero de la misma manera habitualmente desprecian y hablan mal del prójimo. Me he preguntado esto muchas veces, ¿Es posible dormirse cada noche con la Biblia en las manos y al día siguiente salir de casa y ser indiferente con el vecino, el conserje, el hombre que barre la calle, el automovilista que va circulando junto a nosotros, el compañero de trabajo?

Cuenta San Jerónimo que San Juan, cuando era ya anciano y no podía andar, hacía que sus discípulos le llevasen a la iglesia, y en el camino les repetía siempre el mismo consejo: "Hijitos míos, amaos los unos a los otros". Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿Por qué nos das siempre el mismo consejo?" Y el apóstol respondió: "Porque es mandato del Señor, y si lo cumplís, él solo basta." Si alguien quiere imitar a Jesús, aunque no supiese que la caridad es el mandamiento más importante, igual la viviría, porque está plasmada en todo el Evangelio y Jesús es su perfecto exponente.

San Jerónimo lo tenia muy claro, ese debe ser el motivo por que Dios lo hizo santo, lo más grande que nos enseña la Biblia: «el amor a Dios y el amor al prójimo». 

Los griegos, llamaron a los actores, hypokrites, y esto significaba el desempeñar un papel teatral, viniendo la palabra hypo (hipo), abajo, y kritein, escribir, nosotros utilizamos la expresión hipócrita, para definir al que finge tener ciertos sentimientos, creencias o virtudes.

Es así como no basta conocer la Biblia y cada una de sus citas, números, fechas, nombres de memoria. Es sabido que el demonio conoce la Biblia mejor que cualquiera de los mejores lectores de ella, acordémonos que el enfrento a Jesús, y le lanzó textos bíblicos (disculpen, Mt. 4, 1-11). 

Entonces me he preguntado, de que le sirve al demonio conocer las Sagradas Escrituras?, el demonio no ama a Dios, tampoco ama a los hombres, de que le sirve a muchos leer la Biblia si no tiene amor por los semejantes, esto es por todos los hombres de la tierra, vuelvo a preguntar ¿de que le sirve?, “Gracias Señor por San Francisco de Asís”, “Gracias Señor” por que he entendido su ejemplo, “Gracias San Jerónimo”, Gracias San Juan”.

También en mis años he aprendido que no basta tener fe, es necesario complementarlas con obras de amor, ¿No dijo el apóstol Pablo que «la fe se hace eficaz por el amor» (perdonen, Gal. 5, 6)? 

¿Es este un mundo de mentirosos? ¿Cuantos dicen que aman a Dios y luego habla mal del prójimo?

¿Quién es el que no ama?, el que no conoce a Dios, preguntemos si esto es verdad a Juan 4, 20, preguntemos a Mateo 7,21 que es lo que dice Jesús, a caso no dice «No todos los que dicen Señor, Señor, van a entrar en el reino de los cielos, sino los que hacen la voluntad de mi Padre Celestial» 

En efecto, así es, conocí y sigo conociendo hombres muy devotos, no faltan nunca a misa, cumplen y repiten cada oración durante la Eucaristía, hay otros que se destacan por aportar dineros, ¿pero de que le sirve si luego no es capaz de amar a otro sin importar su creencia, idea, situación social, económica, cultural o educacional?

Es verdad, los fariseos de la Biblia eran de esos hombres muy devotos, muy observantes de la ley y cumplía sin faltar con los diezmos, ¿Y que hicieron luego?, hicieron sufrir mucho a Jesús y finalmente lo llevaron a la muerte en la cruz, ¿de que les servía ser muy devoto? Le servia para aparentar, así es como muchos hoy guardan las apariencias, por el que dirán, que es lo que mas les importa.

Me emociona cantar “Si yo no tengo amor, yo nada soy” ¿Corintios. 13, 2?, “Gracias Señor” por comprender esto primero, porque de nada me sirve leer los evangelios, de nada me sirve ir al templo, de nada me sirve santiguarme, hacer oraciones, rosarios, peticiones, comer tu cuerpo y beber tu sangre, de nada me sirve ser católico, porque lo más grande de nuestra religión es el Amor, y Dios es amor, y el que no ama no está en Dios, me lo enseñó también Juan 4, 7.

Un día un maestro de la ley se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?», Jesús le contestó: «El primer mandamiento es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama pues al Señor tu Dios 
con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el primer mandamiento. Y el segundo es parecido, y es: Ama a tu prójimo como te amas a ti mismo. No hay otro mandamiento más importante que éstos» (Mc. 12, 28-31). 

Aprendí en el caminar de mi vida, algo tan simple, “Dios es amor”, aprendí que “El amor viene de Dios”. aprendí que todo el que conoce, tiene y da amor es hijo de Dios y seguro que lo conoce, “Gracias Juan 4, 7-16 “El que vive en el amor vive en Dios y Dios vive en él” 

Si alguno necesita una prueba de amor, búsquela en Jesucristo. El se entregó por amor a nosotros y derramó hasta la última gota de su sangre por nosotros, “Gracias Señor”, por enseñarme a comprender cada vez más, lo grande que es el amor de Cristo, por esa razón sigo su camino.

Pero debemos tener cuidado, el amor al prójimo es solamente amar a su esposa, hijos, padre, hermanos, amigos, la novia, el novio, esto lo aprendí caminado tras Jesús, «Tengan amor para sus enemigos, bendigan a los que les maldicen, hagan bien a los que les odian, oren por los que les insultan y les maltratan... Pues si ustedes aman solamente a los que les aman a ustedes, ¿qué premio van a recibir por eso? Hasta los pecadores hacen eso. Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué de bueno hacen?, pues hasta los que no conocen a Dios hacen eso», muy bien escrito Mateo, 5, 44-47.

Finalmente, se también que esto de amar al prójimo no es algo fácil, pero para ser hijo de Dios, para seguir los pasos de Cristo, tenemos que mirar a los hombres con los ojos de El Señor, es así como en el día del amor, día de la amistad, tratemos de hacerlo, pidamos por cada uno de los hombre que menos sentimientos guardamos hacia ellos, y si nos falta alguna dosis de amor para hacer esto, pidamos a Jesús que nos la entregue, dediquemos este día a la sinceridad, dediquemos este día a no condenar a nadie, renunciemos a cualquier acto de venganza, escuchemos a quien necesite una palabra de aliento.

Es posible, que a lo mejor no tengas fe, talvez no creas, talvez creas pero no practique, talvez la religión, no te llame la atención, talvez no te das el tiempo en pensar en Dios, pero si crees en el amor, si este es tu día, haz una práctica de eso.

Yo te respeto, ese es mi regalo el día del amor y de la amistad.

Para mí, Jesucristo juzgará nuestras obras, en honor a El, todo mi amor y amistad para ti. 

«Vengan ustedes, los que han sido bendecidos de mi Padre, reciban el Reino que está preparado para ustedes, pues tuve hambre y ustedes me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber; anduve como forastero y me dieron alojamiento... En verdad les digo que cualquier cosa que hicieron por uno de estos mis hermanos, por humilde que sea, a mí me lo hicieron». 

Un Saludo Fraternal

Nada ni nadie nos puede apartar del amor de Dios