Creer para ser feliz

Autor: María Dolores Bravo



Estudios sociológicos demuestran la relación entre la fe y la felicidad. Por lo visto el que cree está abierto a la esperanza de un más allá superior y altamente satisfactorio, el Cielo. El que no cree vive sumido en el pesimismo y no consigue levantar su ánimo para tomar contacto con el Dios que le desea como amigo y le guía por el crucero de la vida. Creer significa estar en sintonía con los Mandamientos que Dios no impone sino propone para aquel que quiera salvar su vida para la eternidad. Por eso si es fácil "creer" practicar ya es otra cuestión. Sin embargo los que empeñan su voluntad en tener a Dios contento con su actuar viven desprendidos de sí mismos y con actitud valiente para enfrentarse a los sufrimientos de la vida.