Ganas de vivir

Teresa

Autor:  Padre Marcelino de Andrés, L.C

      

"¿Qué es la felicidad?", me preguntabas hace poco. Ahora te escribo para contestarte que no lo sé exactamente. Sólo sé que hay veces que me levanto de la cama con ganas de comerme el mundo y me siento dichosa, grande, fuerte. La sonrisa se me sale de la cara. Y todo esto me pasa sin tener un motivo muy claro. Sin embargo, también hay veces que creo que es el mundo el que me está comiendo a mí, masticándome, sin ni siquiera pararse a mirarme, comprenderme y mucho menos, consolarme. La tristeza me invade.

Pero te confieso una cosa. En esos momentos cuando he ido a una Iglesia, salgo de allí y vuelvo a ver el mundo pequeño y también magnífico.

Entonces me siento dichosa porque he recordado algo que no debí olvidar ni por un momento: Cristo está ahí, en la Iglesia, siempre que lo necesite, y mientras esté junto a Él, jamás permitirá que nadie me doble o me haga infeliz.

Ámalo, quiérelo, y ésta que escribe te asegura que serás feliz.



Nos olvidamos con frecuencia de realidades que nos han hecho muy felices en el pasado. Relegamos al último lugar aquello que, de estar en el primero, transformaría nuestra tristeza en gozo. Repasa la última frase del testimonio y, si eres capaz, haz caso a Teresa. "Ámalo, quiérelo, y ésta que escribe te asegura que serás feliz".