Ganas de vivir

Ser rey

Autor:  Padre Marcelino de Andrés, L.C y Juan Pablo Ledesma

      

Alguien ha dicho: “Servir es reinar”. Supongo que antes lo ha vivido. En este rincón se encuentran sugerencias, pistas, momentos y lugares donde ejercitar la propia realeza. Ser un rey; servir en la vida a los demás. Ser más feliz, porque reinar es dedicarse a los demás, es pensar en los otros; es, en definitiva, servir. Ser rey no es fácil, cuesta.

Toda la providencia es un anhelo de servir.
Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.

Donde hay un árbol que plantar, plántalo tú; donde hay una error que enmendar, enmiéndalo tú; donde hay una esfuerzo que todos esquiven, acéptalo tú.

Sé el que apartó la piedra, el odio de los corazones y las dificultades del problema.
Hay la alegría de ser sano y la de ser justo, pero hay, sobre todo, la inmensa la hermosa alegría de servir.

Qué triste sería el mundo, si todo en él estuviera hecho; si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender.

No caigas en el error de que sólo se hacen méritos con los grandes trabajos.

Hay pequeños servicios: arreglar una mesa, ordenar unos libros, peinar a una niña.

Aquél es el que critica, éste es el que construye; sé tú el que sirve.

Servir no es una faena de seres inferiores.
Dios, que es el fruto y la luz, sirve.
¡Pudiera llamarse: El que sirve!
Y tiene sus ojos en nuestras manos.
Y nos pregunta cada día: ¿serviste hoy? ¿A quién? ¿A tu madre?

Gabriela Mistral