La miel y el vinagre

Autor: Padre Pedrojosé Ynaraja

Libro: Si el Señor volviera tal vez...

 

 

   Se cazan más moscas con una gota de miel que con un barril de vinagre, oía con frecuencia decir el Señor a aquellos que siempre escogían el no hacer nada, ante algún proceder o acontecimiento desagradable. Un día les dijo:

   Se afirma esto sin entretenerse en comprobarlo. Si una noche dejas encima de una tabla una gota de miel, al día siguiente comprobarás que los insectos se la han comido, pero si dejas destapada una botella de vinagre, la encontrarás llena de moscas y mosquitos ahogados. El aroma los habrá atraído y habrán entrado, muriendo después, al ser incapaces de sobrevivir, al vinagre que han probado.

      El refrán no es acertado y pretende en cambio justificar posturas de cobardía y de pereza. Si alguien obra mal hay que decirlo, para no desorientar a los demás. Hay que condenarlo si conviene, aunque acarree incomodidades, antipatías hacia uno mismo, o recelos. Esta actitud exigirá  una gran rectitud personal. Aquel que pretende ser siempre dulce, se vuelve empalagoso y entre esta gente nunca hay mártires. Y una iglesia sin mártires es como una planta sin flores.