Los imanes

Autor: Padre Pedrojosé Ynaraja

Libro: Si el Señor volviera tal vez...

 

 

Un día alguien trajo dos grandes imanes y todos se pusieron a jugar con ellos. Todos los imanes tienen siempre un toque de misterio. El Señor también se entretenía y por la noche les dijo:

-Hay gente que es como los imanes.

-¿Quieres decir que se pegan a uno y no te los puedes quitar de encima?

No, no me refiero a estos.

-¿A quiénes te refieres, pues?

Estaba pensando en nuestra experiencia de hoy. Tratábamos de acercarlos de una determinada manera y se resistieron obstinadamente. Alguno de vosotros dijo que esto pasaba porque los polos iguales se repelían. Me parece que hay gente que siente repulsión por la otra gente. En cambio le gustan los animales, el dinero, los coches…Y de esta manera las corrientes de afecto que toda persona tiene: la ternura, las caricias, los regalos, en vez de encaminarse a un hombre o a una mujer, se dirigen a un perro o a un caballo. O solo piensan en la elegancia de su piso, donde tampoco se recibe a nadie, pues a nadie invitan, o en la conservación del césped de su jardín donde, por otra parte, no juega ningún niño.

 No seáis como los imanes… no dejéis huérfanos de vuestro amor a los otros hombres a cualesquiera que sean los que encontréis yendo por los senderos de la vida.