La factura telefónica

Autor: Padre Pedrojosé Ynaraja

Libro: Si el Señor volviera tal vez...

 

 

El Señor, para que se dieran cuenta de que el egoísmo, además de que no figuraba en ninguno de sus proyectos de vida, no daba buen resultado, les explicó lo siguiente:

- Un hombre se vanagloriaba de ser el que recibía la factura telefónica más menguada de su población. Era un hombre ahorrador que antes de descolgar el teléfono hacía sus cálculos y las más de las veces acababa no descolgándolo. Telefoneaba muy poco y, en consecuencia, los otros tampoco le telefoneaban.

Este buen hombre presumía de ser quien más ahorraba, sin darse cuenta que era a él al que comparativamente el teléfono le salía más caro. Cada mes pagaba íntegramente el importe de la factura por tener una línea telefónica, de la que apenas se aprovechaba. Si efectuaba una llamada le salía pues a un precio desorbitado. Los demás, con el teléfono, negociaban, pedían informes, establecían relaciones personales, etc. Y aunque la factura era más abultada, resultaba una buena inversión. Solo sale ganando quien arriesga generosamente en el Reino de los Cielos.