El cáliz de tierras americanas

Autor: Padre Pedrojosé Ynaraja

Libro: Si el Señor volviera tal vez...

 

 

- Si conoces a una persona religiosa, si eres amigo de alguien totalmente entregado a la voluntad de mi Padre, o aunque no lo sea totalmente, si su vida religiosa te merece confianza, encárgale que se acuerde de ti, pero, además, hazle algún regalo que pueda conservar.

      Quizá tú te alejarás de él. A lo mejor hasta dejarás de creer en mi Padre. Quizá huirás de la fe religiosa. Seguramente aquel regalo que le has hecho será un recuerdo tuyo que provocará el que estés presente en su espíritu, que estés presente en su plegaria. Y así, aunque tú no reces, él rezará por ti. Y mi Padre y yo no te olvidaremos.

      Decía esto el Señor un día que, al admirarse viendo un cáliz exótico, le dijo el que lo tenía:

      - Me lo trajo de América una amiga. Ahora la veo muy poco, además, por desgracia ha perdido la fe. Pero yo no la he olvidado y cada vez que uso el cáliz le digo a tu Padre: ella se ha alejado de Ti, pero yo te enseño la copa para que veas que ha sido una chica generosa, que su regalo todavía me sirve para tu alabanza. Tenla en tu presencia y ayúdala. Ya ves que, gracias a este cáliz, no se ha alejado del todo de ti.