Oración para el final del Adviento

Autor: Padre Pedrojosé Ynaraja

Libro: En torno a Adviento y Navidad

 

 

Se supone muy cercana la Navidad. Se supone que el país está invadido por la propaganda que invita, incita e inclina al consumo, sin justificar que relación hay entre el consumo de mariscos de elevado precio o pececitos todavía más caros, estoy refiriéndome a las angulas, y el nacimiento del Niño Dios. Obsérvese a modo de anécdota que ninguno de estos animalitos hubiera podido comer Jesús de acuerdo con las normas judías sobre animales puros e impuros.

 

Sumergidos en incoherencias y ocupados en adornos festivos y felicitaciones es oportuno invitar a los cristianos a un casi fugaz retiro donde el acento se ponga en la celebración penitencial sacramental a la que se le puede añadir esta austera oración.

 

Pensada como las otras para un pequeño grupo puede resultar útil para una oración individual. El lugar más adecuado es aquel en el que se ha celebrado el sacramento, de aquí que esté pensando para hacrlo en una iglesia, sin que sea por otra parte necesario que sea así.

 

 

ANTE UNA IMAGEN DE SAN JOSÉ (que puede ser simplemente una estampa ampliada)

 

Del Evangelio de San Mateo:

“el Ángel del Señor se le apareció a José y le dijo: José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer, porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque el salvará a su pueblo de sus pecados”

 

Reflexión.

Salvador equivale hoy en día a socorrista. Jesús será un socorrista en las múltiples y variadas ocasiones en que transcurre nuestra vida. Nuestra vida que corre peligros. ¿qué peligros me acosan habitualmente? ¿porqué peligros preveo que pasaré estos días?

 

(anotarlo en un papel que se guardará en la cartera. Algo semejante a lo que haría San José, que le tocaría preparar una serie de cosas para el viaje de Nazaret donde entonces vivía hasta Belén donde debía ir para cumplir los trámites)

 

Camino hacia delante.

 

ANTE UNA IMAGEN DE JESÚS DE UN ASPECTO MUY HUMANO (tal vez sea un póster, ya que en este terreno es más fácil encontrarlo)

 

Del Evangelio de San Mateo:

“Todo esto sucedió para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que traducido significa: “Dios con nosotros”

 

Reflexión.

Desde que se escribieron estas palabras ha pasado ya mucho tiempo. Desde que empezó el Señor a desear ser amigo íntimo de cada uno de nosotros, el día de nuestro bautismo seguramente que también. ¿en que momentos recuerdo que ha ocurrido? No se puede olvidar, hay que anotarlo cuidadosamente, han sido nuestras personales navidades. Nuestro corazón en estas circunstancias se ha convertido en un belén viviente.

 

(Si esta oración se practica en grupo, será buena cosa compartir experiencias, explicar momentos en que hemos sentido que Jesús estaba a nuestro lado, que ha sido un “Dios con nosotros”

 

Camino hacia delante

  Alrededor del Sagrario que en este momento estará iluminado por lamparitas, cada uno encenderá su vela de las llamas de estas. No hay lectura bíblica.

 

Reflexión:

¿De que hubiera servido el nacimiento del Niño en Belén si después hubiera caído en el olvido? O sólo hubiera servido de recuerdo nostálgico como osito de peluche al que se abrazaba a la hora de dormir cuando uno era chiquillo...La grandiosidad del pequeño infante está en creció y un día se dejó crucificar redimiéndonos con ello y resucitó, roturando con ello nuevos camino que serán siempre transitables y nos encaminarán el Cielo.

 

Ahora si que se puede leer alguno de los relatos evangélicos de la resurrección o de las apariciones, en especial el de las apariciones a los discípulos de Meaux o a María la de Magdala.

 

Camino hacia delante. 

 

Con las velas encendidas, rodeando una pequeña mesa donde se hayan colocado las elementales figuras de un sencillo belén se puede leer, y entregar, el texto que aparece en otro lugar con el título de “Navidad es esperanza” o alguno otro que parezca oportuno y comer un trozo de pan y beber agua, cosa que casi todos los hombres de la tierra pueden hacer, con este gesto simbólico se entra en comunión con todo el mundo.

 

A continuación, o mejor mientras se come y bebe, se puede escuchar alguna canción, algún villancico, preferentemente solo la melodía musical sin ninguna letra, para que cada uno se deje penetrar del mensaje que el Señor le envía. Finalizada la música parte cada uno a su casa o, si reside en el mismo lugar, se va a dormir. Esta oración pretende convertir el interior de cada uno en acogedor terreno donde germine, crezca y de fruto la semilla de la Navidad, sea el resultado de treinta, sesenta o cien provechos.