La rara combinación de cine y religión

Autor: Rev. Martín N. Añorga

 

     
En Manhattan, Nueva York, hay una iglesia llamada “The Journey Church”, la que según informaciones dadas a la prensa utiliza el cine secular como parte de su ministerio religioso educativo. “God on film” es cómo han llamado a esta iniciativa, que consiste en extraer los mensajes divinos que expone el cine, sin importar lo alejada de Dios que pueda parecer una película”.

¿Puede de veras descubrirse el mensaje divino en las películas de Hollywood? No en todas, por supuesto; pero definitivamente en algunas de ellas, sí.

Lo que cabría preguntarse es si existe un regreso al cine tradicional, después de una etapa de filmes violentos, pornográficos, inmorales y morbosos. Últimamente me ha dado por revisar las páginas periodísticas y tengo la impresión de que al menos Hollywood está teniendo en cuenta al público que ha perdido con su absurdo manejo de los temas más perversos. Ganar ese público incluye a unos 128 millones de personas que van semanalmente a sus respectivas iglesias, según una encuesta de la revista nacional “Variety”.

Se ha comprobado, además, que las películas con temas religiosos producen ganancias considerables. Los 609 millones de dólares que recaudó “La Pasión de Cristo”, de Mel Gibson, se ha convertido en un acicate para los productores cinematográficos. ¿Queremos decir con esto que la inclusión de Dios en el ámbito de Hollywood tiene un fundamento puramente numismático? Siendo afirmativa la respuesta, yo me atengo, en un caso como éste, al consejo de Jesús: “por eso les digo que se valgan de las riquezas mundanas para ganar amigos”. Si Hollywood quiere ganar dinero a expensas de la religión, que lo haga. El subproducto será limpiar de suciedad las pantallas de nuestros cines y abrirle una brecha de moral a los que ya están hastiados de basura y violencia.

Es oportuno señalar que en los últimos años a Hollywood le ha venido bien el comercializar temas religiosos, aunque debemos advertir que a menudo la forma en que tratan estos temas es confusa, sincretista y artificial. Ponemos por ejemplo, éxitos como los de “Las Crónicas de Namia” y “El Código Da Vinci”, con sus 745 y 758 millones recaudados en taquilla. Mucho dinero; pero poca claridad religiosa y ausencia total de positiva espiritualidad.

Hoy día hay páginas cibernéticas dedicadas a orientar a los amantes del cine sobre las películas de temas religiosas que se ajustan a un sentido respetuoso y positivo de la fe cristiana. Existen, incluso, clubes a los cuales pueden suscribirse aquellos que deseen recibir regularmente en sus hogares cintas cinematográficas con temas religiosos apropiados.

Aunque no queremos dar la impresión de que estamos invadiendo el campo de los críticos de cine, vamos a mencionar algunas películas que nos han impresionado de forma muy positiva cuando las enmarcamos en el escenario de nuestra fe.

Hemos visto algunos filmes festivos que nos han entretenido al tiempo en que nos han hecho pensar. “Because of Winn Dixie” es la deliciosa historia de la hijita de un pastor asignado a una remota área rural. La niña adopta a un enorme perro al que llama Winn Dixie por el sitio en que lo encontró y transforma a los testaduros y descreídos del pueblo. La otra, más reciente, es “Evan Almighty” en la que actúan Steve Carrel y Morgan Freeman. Se trata de una respetuosa y simpática parodia de la historia bíblica del arca de Noé, con fotografías impresionantes de paisajes y animales de todo tipo.

Desde nuestro punto de vista, la más reveladora de todas es “The Ultimate Gift”, (“El Ultimo Regalo”) en la que la herencia de un abuelo millonario a su joven nieto, Jason Stevens, estelarmente interpretado por el versátil actor Drew Fuller, consiste en una serie de retos que nos enseñan, cada uno de ellos, las maravillas de la vida cotidiana. Esta cinta está llena de emociones. La misma es el resultado de un bello libro, a la venta en todas las librerías, escrito por el autor invidente Jim Stovall. Nunca olvidarán, los que la vean, a la preciosa niña enferma, interpretada por Abigail Breslin, y a su sufrida mamá, Ali Hillis. No se trata de una película estrictamente religiosa; pero está florecida de verdaderos mensajes de raigambre espiritual y de exaltación de valores.

Está al proyectarse en los cines otro filme, “The Final Inquiry”, el que aún no hemos visto; pero a cuyo contenido hemos tenido acceso por medio de este mundo mágico al que nos introduce nuestra computadora. Se trata del interés del emperador romano Tiberio en descubrir qué es lo que ha sucedido en relación con la crucifixión de Jesús, la que tres años después sigue siendo un tema inquietante y apasionado para todo el pueblo. Envía el emperador a un oficial de su entera confianza a Judea para que lleve a cabo las investigaciones pertinentes. El desenlace es sorpresivo. Estamos expectantes de que anuncien la película para ser de los primeros en verla.

Hay varias otras películas que podemos identificar si acudimos a la lista de FoxFaith, la filial de la gran compañía productora cinematográfica dedicada a temas religiosos.

La iglesia neoyorquina que mencionamos a comienzos de este artículo anuncia semanalmente las películas que presentará en los servicios dominicales de adoración. Con gusto mencionamos los títulos de algunas de ellas, algo que pudiera ayudarnos a la hora de seleccionar los filmes que quisiéramos ver en el cine de nuestra preferencia: Oceans 13; Fantastic Four; Evan Almighty; Live Free or Die Hard; Transformers; License to Wed; Harry Potter: Overcoming the Dark Side of the Supernatural, y The Simpson’movie: Do’h.

La invitación a participar de estas exhibiciones va acompañada de esta promesa: ¡recuerde que tendremos música en vivo, y que serviremos como cortesía café y donuts de Krispy Cream! Se añade el detalles de que la vestimenta es informal: “¡imagínese – dice la invitación -, aquí todos los pastores usan jeans y camisa deportiva!”.

Ciertamente los tiempos cambian, y en estos días en que la televisión, los juegos electrónicos, y los espacios de entretenimiento que ofrece el amplio espacio cibernético ocupan la atención de jóvenes adolescentes y hasta de adultos, algunas iglesias han sentido la necesidad de cambiar su estilo de adoración. Ya hemos visto los cambios en la música, la aceptación de grupos folklóricos y de melodías regionalistas en varios templos, tanto católicos como evangélicos.

Ya yo estoy viejo y no sirvo en el ministerio activo; pero les aseguro que si tuviera unos treinta años menos, también llevaría el cine a la iglesia. Por supuesto, el cine que ilumine y ayude. Creo que hay que utilizar las técnicas modernas para exaltar el mensaje permanente y glorioso de nuestro Señor Jesucristo.