¿Nuevos estilos de vida?

Autor: María Velázquez Dorantes

 

 

Hay quienes le denominan nuevo estilo de varón, el lado femenino del hombre, etc., lo cierto es que si no se encuentra en el Diccionario de la Real Academia el concepto de < metrosexual> es la boga de los últimos tiempos modernos, pero quiénes son a qué le denomina así.

Un metrosexual es el hombre que se cuida demasiado físicamente, que es guapo, que está a la moda y sobre todo que es capaz de conquistar a todas las mujeres, un sueño hecho realidad, es decir, el príncipe azul que toda mujer está esperando.¡ Que vanidad!

Los famosos estilos de vida desean imponer nuevas modas que se expresen solo desde el exterior y a unos cuantos metros, pero ¿ por qué aún no se ha inventando un concepto o estilo de vida que hable de las buenas virtudes, de la sencillez, de la bondad de un hombre? La respuesta se adivina en un dos por tres, este hombre no vende. A las grandes compañías editoriales les interesan sólo rostros y cuerpos perfectos, imágenes deseables al ojo humano, no sentimientos, ni cualidades, ni virtudes puesto que ello les sonaría demasiado aburrido.


Tanto la moda como la vanidad camina juntas de la mano, son inherentes al consumismo, es el punto de venta más ambicionado así que no les importa a los grandes empresarios tener que clasificar en este caso a los hombres; el feo y el guapo, lo que tienes y lo que esperabas...superficialidad pura a la venta de mayoreo.

Ser producto de la moda convierte al ser humano en algo plastificado, tan poco original y vano, sólo por vender, por tener éxito, por estar en algunas portadas de revista, por ser una imitación falsa de una realidad falsa y a esto le denomina nuevos estilos de vida.

Como decía Honorato de Balzac “Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir”, y después de tantos años donde esta frase fue dicha, es importante que aquellos que intenten pensar en la imitación de un nuevo modelo como estilo de vida se cuestionen si no tienen algo mucho más importante que una simple imagen.

Modas van, modas vienen lo cierto es que muchas veces se llevan al ser humano al abismo de la frivolidad, olvidando su esencia personal, lo que lo hace ser único y no consecuencia desencadenada de intereses económicos.