Festejando al Amor

Autor: María Velázquez Dorantes

 

Si alguien nos llevará por el tiempo y nos trasladará por la historia, y viésemos ese camino formado por lo que hoy hemos conceptualizado  como AMOR, encontraríamos que desde el principio de los tiempos todo a girado entorno a ese misterioso afán de la creación. Cuenta la leyenda que “La historia del día de San Valentín comienza en el siglo tercero con un tirano emperador romano y un humilde mártir cristiano. El emperador era Claudio III. El cristiano era Valentino. Claudio había ordenado a todos los cristianos adorar a doce dioses, y había declarado que asociarse con cristianos era un crimen castigado con la pena de muerte. Valentino se había dedicado a los ideales de Cristo y ni siquiera las amenazas de muerte le detenían de practicar sus creencias. Valentino fue arrestado y enviado a prisión. Durante las últimas semanas de su vida, algo impresionante sucedió. El carcelero, habiendo visto que Valentino era un hombre de letras, pidió permiso para traer a su hija, Julia, a recibir lecciones de Valentino. Julia, quien había sido ciega desde su nacimiento, era una joven preciosa y de mente ágil. Valentino le leyó cuentos de la historia romana, le enseñó aritmética y le habló de Dios. Ella vió el mundo a través de los ojos de Valentino, confió en su sabiduría y encontró apoyo en su tranquila fortaleza.  

- "¿Valentino, es verdad que Dios escucha nuestras oraciones?", Julia le preguntó un día

- "Sí, mi niña. El escucha todas y cada una de nuestras oraciones", le respondió Valentino"

- " ¿Sabes lo que le pido a Dios cada noche y cada mañana? Yo rezo porque pueda ver. Tengo grandes deseos de ver todo lo que me has contado!"

- "Dios siempre hace lo mejor para nosotros, si creemos en Él", Valentino le contestó”

- "OH, Valentino, yo sí creo en Dios", dijo Julia con mucha intensidad. "Yo creo"  

Ella se arrodilló y apretó la mano de Valentino. Se sentaron juntos, cada uno en oración. De pronto, una luz brillante iluminó la celda de la prisión. Radiante, Julia exclamó: - "Valentino, puedo ver, puedo ver!"

- "Gloria a Dios!", exclamó Valentino  

En la víspera de su muerte, Valentino le escribió una última carta a Julia pidiéndole que se mantuviera cerca de Dios y la firmó "De Tu Valentino". Valentino fue ejecutado el día siguiente, el 14 de febrero del año 270, cerca de una puerta que más tarde fuera nombrada Puerta de Valentino para honrar su memoria. Fue enterrado en la que es hoy la Iglesia de Práxedes en Roma. Cuenta la leyenda que Julia plantó un Almendro de flores rosadas junto a su tumba. Hoy, el árbol de almendras es un símbolo de amor y amistad duraderos. En cada 14 de febrero, el día de San Valentín, mensajes de afecto, amor y devoción son intercambiados alrededor del mundo”  

Así Dios todos los días, siembra en nosotros la semilla que debe dar fruto de amor, esperanzar, bondad, caridad y perdón para que no lo festejemos únicamente un día sino toda la vida entera.

El amor ha sido el plan perfecto para la salvación de la humanidad, el amor ha sido característica filial del ser humano. Él ha sido ancla de vida y puerto de llegada.

Penetra en los corazones, se manifiesta en las sonrisas, en las miradas, en los gestos amables de quienes caminan por las calles, en los enfermos, en la tristeza de los que hoy no están pero tienen una esperanza en una vida futura.

Y como siempre lo he dicho nosotros somos producto del amor de Dios y Él nos ha amado tanto que ha dado todo por nosotros.

Así que no solamente festejemos un día al amor, todos los días están llenos de amor y nosotros somos un amor caminante.