El canibalismo como espectáculo de masas

Autor: María Velázquez Dorantes

 

 

Cada vez el hombre sobresalta y maximiza las ilimitaciones que no lo liberan de la especie animal, y trae consigo el recuerdo de sus antepasados que no habían <evolucionado> y razonado; pero esas ilimitaciones a las que hoy en día hace referencia turban el sentido de la existencia de la vida, con la finalidad de materializarse, cubrirse de morbosidad y hacer el denominado espectáculo.

En sus actos, en sus caminos, en sus instintos reflejan el estado primitivo social y mentalmente al que se someten por conseguir llamar la atención.
Hace 8 meses en Alemania se detuvo a Armin Meiwes, más conocido como el "Caníbal de Rotemburgo", quien se concentró en descuartizar a un ser humano vivo, comérselo y grabarlo en una cinta que hoy en día ha creado demasiada curiosidad y de algún modo sentido de desequilibrio por el hecho; apartando el sentido menguado de las acciones de este hombre, el grupo alemán Rammstein ha hecho uso de las imágenes exhibidas a luz pública para lo que fuera su nuevo video titulado "Mein Teil" (Mi parte), con la composición de una letra musical.
Atenuando estos hechos se deja al descubierto que el hombre experimenta con las nociones más grotescas, deshumanas, y enfermizas con tal de comercializarse y subir a un escenario a provocar a la muchedumbre subconscientemente a la realización de actos bárbaros, en los que el pensamiento humano por sí solo no puede ejecutarlos, y en hipótesis requiere de sustancias estupefacientes para sentirse chic y ser capaces de llevarlos a la práctica.

Mein Teil hace referencia a los órganos genitales masculinos, inspirado – si es que a esto se le puede llamar denominar inspiración_ el hecho carnívoro de Meiwes al comer él pené del hombre que poco después sería devorado totalmente. Y ante esto hay jóvenes que opinan que el video clip es muy bueno y fantástico, el cuestionamiento es el siguiente: ¿ Qué lo hace bueno, la forma de los impulsos eléctricos de la guitarra, las imágenes violentadas del caníbal, la proyección del sexo rebajado a lo nauseabundo con un ángel, a la melodía que muchas veces no tiene comprensión, qué es lo fantástico?.

Día con día el hombre se hace caníbal de sí mismo, no sólo por que un alemán se haya alimentado de un hombre, si no porque consume ideas repulsivas que no proyectan alimentación de superación, de formación y creación humana.
Como diría Mark Twain “el hombre es el único animal que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir” o quizás le daremos la razón a Flora Tristán “dos cosas me admiran: la inteligencia de las bestias y la bestialidad de los hombres”. Porque lamentablemente el hombre se hace tan bestial en sus actos y tan corrompido en sus pensamientos, que el animal por lo menos se defiende al no tener eso denominado razón.

Esto es supervivencia a costa del destrozo ilimitado hasta donde llega el hombre para convertir al canibalismo en un espectáculo para masas, y que asombrosamente la masa reacciona de tal manera que lo convierte en un éxito, como si en realidad se tratará de algo brillante.

El hombre necesita reencontrarse a sí mismo y utilizar su pensamiento, desarrollarse de una forma útil y no convertirse en producto de la bestialidad, perversión y sadismo que lo conducirán al caos más grande: la pérdida del espíritu.