El amarillismo en los medios

Autor: María Velázquez Dorantes

 

Los medios de comunicación masiva, han sido producto de una constante evolución del hombre en su necesidad de interacción con todo el entorno que le rodea, como toda creación éstos llevan a cabo una función, sin embargo, no siempre resulta ser la función más adecuada para el público que se mantiene alerta ante ellos. 


Una fase integradora dentro del proceso de los medios de comunicación, - que en un principio comenzó a mezclarse solo en la prensa-, es el denominado < amarillismo> o periodismo de tinta roja, como algunos autores lo nombran y que hoy en día se manifiesta en todos los medios de comunicación a los que estamos expuestos. 


Resulta desconsolador saber que cosas tan violentas u agresivas sean la base del éxito de los medios. ¿ Por qué no empezar a leer a un periódico o una página web con las noticias buenas? O ¿ con la sección de cultura?, por qué timbrar la voz con una cantidad de muertos en las noticias para ver determinado canal o escuchar una estación radiofónica. 


El amarillismo se ha convertido en esa fase de consumo para todo espectador, ya no se delimitan los medios, ahora se masifican para bombardear con una dosis de intimidación al espectador.El amarillismo no comunica ni tampoco informa, solo altera y capta la atención con los detalles menos importantes de un hecho, pero sin embargo, esos detalles logran ganarse la columna de ocho, la primera nota y el raiting más alto. 


Los medios de comunicación deben tener “responsabilidad social” y está se empieza a extinguir por la mancha amarilla de las noticias, por la falta de formación, de valores que implican respeto, honestidad y objetividad y muchas veces por la falta de ética. 


Hoy en día algunos medios de comunicación se han convertido en comerciantes de la intimidad de algunas personas, de la tragedia que rodea al mundo, para ellos lo más importante es realizar una venta sin humanismo; mecánicamente arrastran los sentimientos de quienes son parte de esa noticia. 


El amarillismo se ha convertido en el espectáculo que entretiene a quienes no saben exigir a los medios una formación, una información y una verdadera comunicación. 


Esa característica a la que le agregan de nombre un color, está transformando al mundo es una escala de información a blanco y negro, es decir, la noticia amarilla y la noticia hueca. 


Todo medio de comunicación necesita una interpelación por parte de todos los espectadores, a que realicen trabajos con responsabilidad, trabajos orientados al beneficio y bien común de las grandes sociedades; de la exaltación a los buenos hechos de los grandes y pequeños países como motivación a la esperanza de vida, no como un asfixiante de pensamientos violentos y caóticos que sólo reflejan un estado negativo del mundo.