Los tatuajes

Autor: María Velázquez Dorantes 

 

 

Es muy fácil que hoy en día, los jóvenes se vean identificados con los tatuajes de todo tipo, forma, tamaño y colores. Sucede que la cuestión de tatuarse se ha convertido en una “modernidad” totalmente aceptada, para pertenecer a ciertos grupos sociales, en donde se juegan roles muy diferentes.

El tatuarse se ha reconocido como el símbolo de aceptación social, desempeño entre el grupo de amigos y dentro de los términos que se utilizan entre los chicos, tatuarse hoy está in. Sin embargo el proceso de tatuarse trae consigo muchos riesgos para la salud, además de riesgos sociales que han marcado por un lado la aceptación, pero en la mayoría de los casos rechazo, por lo tanto, conducen a la marginación de los adolescentes que con frecuencia buscan más tatuarse el cuerpo.

Lo que los adolescentes ven como una “decoración de moda”, las sociedades lo observan como un campo de clasificación para la publicidad, para la investigación, para el propio periodismo, para las leyes y para el sector salud.

Hoy, los tatuajes no se hacen con la función de continuar un rito antiguo de ciertas culturas en diferentes partes del mundo, tampoco están en función de traer de regreso mitologías, simplemente el adolescente y el joven se tatúan a causa de un estilo de vida. Pensar en ese estilo de vida que cada día se impone con mayor frecuencia significa, hacerle ver al joven que está colocando en riesgo cuando decide inyectarle una pigmentación artificial a su piel.

Los tatuajes al momento de su elaboración pueden acarrear infecciones en la piel, reacciones alérgicas, contagio del virus del SIDA, hepatitis de tipo C, manchas que probablemente durarán toda la vida. Es lamentable que bajo la leyenda de la libre expresión y de la libertad, muchas veces se pongan en juego la salud física de las personas. Vivir en un mundo que trae malas interpretaciones de la libertad y que se rige por las leyes del consumismo, pernea a muchos grupos de jóvenes que por “rebelarse ante los padres o a la sociedad” colocan en conflicto su propia salud.
El mundo de la comercialización, ha sacado a la venta letras musicales, revistas, póster, calcomanías, diseñadores en tatuajes y una gran cantidad de comercios donde aplicarlos, muchas veces sin la seguridad y la higiene, cada vez se está más expuesto a que el tatuaje atrape a la persona y lo haga parte de él, que la persona adopte al tatuaje.

La expresión cultura se ha expandido demasiado y el tatuaje ha tenido su papel dentro de este mundo cultural, sin embargo, ¿qué tan informados se encuentran los jóvenes sobre el fenómeno cultural del tatuaje y de sus riesgos?, ¿cuánta información han distribuido para explicar que probablemente un tatuaje puede generar un tumor?, el tema es importante no dentro del sentido de sí es < bonito o feo>, tampoco es cuestión de quién se tatúa más, porque tanto hombres como mujeres en la actualidad muestran su tatuaje, pero no hablan de él, no dicen cuan doloroso es, cuan peligroso se puede tornar; lamentablemente lo portan con la simpleza de una moda. 
No hay reflexión en torno a los riesgos de los tatuajes que se han convertido en símbolo de determinados grupos juveniles, en símbolo de rebeldía, pero también es el símbolo del estigma y el rechazo.