El antropocentrismo real de Dostoievsky

Autor: María Velázquez Dorantes

 

 

Hablar de Fèdor Dostoievsky es hablar del hombre que encontró al personaje más exitoso, es decir, el que le otorga el éxito a él y éxito a nosotros: el hombre.
Los personajes de Dostoiesvsky son seres normales y ordinarios, gente que no está inventada como sucede en otras novelas. El personaje siempre está reflejado en el hombre, puesto que es el hombre el punto central de todo su trabajo literario; y justo en el hombre es donde radica todo su antropocentrismo.

En siglo XVII, en la Rusia caótica se encuentra el hombre que viene a transformar la literatura, al momento de entregarles a sus personajes, su propia voz. Dostoiesvsky se propuso tomar como centro de su obra al ser humano, el que ríe y llora.

El hombre es un misterio, y para percibir tal misterio se requiere vivirlo a diario, Fèdor hace uso de este enorme misterio para trasladarlo a una novela realista, que en la primera mirada es cruda y que al mismo tiempo, manifiesta a la realidad. El autor de Crimen y Castigo, el Adolescente, los Hermanos Karamàzov, El idiota, dedica su vida entera a conocer, pero sobre todo a entender el misterio del hombre. De esa especie que habita el mundo y deambula por todos los lugares.

En sus novelas no le atraen las descripciones de paisajes del mundo, ni tiempos, ni espacios, sino que se ubican en el hombre entre los hombr5es como punto de estudio y reflexión literaria. Busca captar el carácter de este difícil personaje tratando de situarlo en diferentes puntos y uno de ellos es el arte, el influjo de la pintura para adentrarse al mundo del hombre es una referencia inmediata. Dostoiesvsky entra en el mundo del hombre de manera inmediata y valiente, no lo rodea; la naturaleza que está alrededor del hombre no es descrita porque es el ser humano de la actualidad el que está retratado en las novelas.

El antropocentrismo de Fèdor pasa de un antropocentrismo social a un antropocentrismo psicológico-moral, es decir, el escritor se destaca por el tratamiento psicológico de sus personajes hasta que termina de eliminar el sentido social del hombre, con la finalidad de decir que la sociedad es significativa para entender al hombre y no el hombre para entender a la sociedad.

El problema del mal reflejado en las letras de sus novelas, es el argumento principal en contra de la existencia de Dios, el problema del mal lo lleva a no angustiarse ante el “mal natural”, porque actualmente ya no se le reclama a Dios por las actuaciones de la naturaleza y las consecuencias ecológicas, se le reclama a Dios lo que el hombre hace de sí mismo. Fèdor se revela ante este mal, porque lo concibe como el problema del hombre caído, es decir, un problema humano.

En la literatura de Dostoievsky el realismo ha sido puesto en tela de juicio por muchos de los críticos, sin embargo, el escritor al hablar del hombre, habla de cosas muy reales, de un realismo ordenador. Como hombre el escritor puede equivocarse, pero su realismo es reindicado y tal circunstancia se centra en su visión antropológica: el hombre.