Una reflexión para la globalización

Autor: María Velázquez Dorantes

 

 

Hablemos de globalización, comunicación y cultura desde la perspectiva de varios autores que se han preocupado por resolver, analizar, criticar y dar propuestas a un fenómeno que se presenta en la vida común, de cualquier individuo, ya sea que se encuentre en los Andes, en la Patagonia, en Singapur, en Taiwán, en Grecia o en México. Por supuesto, que el fenómeno se apropia de estas identidades de diversas formas, en compatibilidad con el capitalismo pero en diferencia y versatilidad con la hibridación.

La globalización camina al lado nuestro, se mezcla en nuestras ideas, en nuestras leyendas, en nuestros rostros, en nuestras vidas; vivir la globalización es afrentar el desafío de un mundo que se instala sin fronteras, gracias a las economías y a las relaciones político-sociales.

Pensar en la torre francesa más famosa, así como en el museo de Louvre en pensar también en ángel de la Independencia y el museo de Antropología e Historia, ¿ cuál es la diferencia que no permite ver estos cuatros lugares como el común de cada nación?. La globalización que se adentra en la cultura de cada país, el primero es un país desarrollado, el segundo un país subdesarrollado, al mismo tiempo que, en cada uno de ellos los mensajes elaborados para la visita son diferentes. Diferentes en muchos aspectos, en el idioma, en la ubicación geográfica, en la publicidad, pero sobre todo en la territorialidad.

Para ello la comunicación es el otro fenómeno que ha estado presente durante la evolución del hombre, y se seguimos con el ejemplo anterior podemos observar que los medios de comunicación se han apropiado de la globalización como de la cultura, para proyectarla, escucharla, leerla y quizás hasta probarla.

Castells cree que el nuevo mundo que toma forma en este final de milenio obedece a la coincidencia histórica de tres procesos independientes: la revolución de la tecnología de la información, la crisis económica del capitalismo y del estatismo y el florecimiento de nuevos movimientos sociales y culturales, lo cual ha creado la sociedad red, la economía global y la cultura de la virtualidad real. Donde la Internet como medio de comunicación juega uno de los papeles más cruciales e importantes en la denominada sociedad de la información y el conocimiento, por a través de este medio <tan exageradamente masivo>, podemos transferir flujos de información en segundos, así como cifras monetarias que no hacen que el dinero tenga alas y vuele físicamente hacia otro país. A través de la Internet visitamos el Louvre o el Museo de Antropología e Historia en México, sin movernos ni siquiera de nuestros hogares y aquí el sedentarismo del cual nos estamos haciendo producto nosotros mismos.

A través de los medios de comunicación escuchamos la BBC de Londres, vemos una película alemana, charlamos con un australiano, adquirimos productos tailandeses y damos alguna “ayuda” a los Tarahumaras.

Para Jáuregui, la globalización, que no deja de ser un concepto de moda, es el nuevo sistema económico cuyos protagonistas principales no son los estados sino las corporaciones multinacionales y el efecto globalizador –mercado sin fronteras, circulación de riquezas, aumento del consumo y aparición de cierta sensibilidad ecológica- nacido en la economía que se está trasladando a todos los ámbitos de la vida humana. Con la utilización de los medios de comunicación y la persistencia en la cultura.

Somos en la cultura, a través de la comunicación por causa de los efectos de la globalización, reciclamos árboles pero compramos más ordenadores, hablamos inglés pero se nos olvida el náhuatl. Nos hacemos eurocentristas y nos olvidamos del México Prehispánico, leemos la Raza cósmica de Vasconcelos al igual que pensamos en la Aldea Global.

Globofóbicos y globófilos, ultraliberalismo brutal y aniquilador versus ecologistas, intelectuales, sindicalistas, proteccionistas, izquierda alternativa, anarquistas, humanistas, oenegés, humanitaristas, rebeldes, pacifistas, en fin, esa amalgama de culturas, ambiciones, aspiraciones, principios, sentimientos e ideologías que conquistan la calle y casi desde el anonimato pretenden regenerar lo que el mundo del nuevo milenio parece que está destruyendo. Y ante esto nadie ha escapado, nos hemos hecho híbridos de todas las naciones, víctimas y victimarios, idealistas y soñadores contra marxista y comunistas, somos producto de varias ideas, de música de viento, de casas de cartón, de calles con graffitis, de ciudades con violencia y de escenarios de naturaleza y paz. ¿Cómo luchas contra corriente? Si la globalización por lo menos es lluvia que cae y nos moja a todos, ha algunos los empapa, a otros los derriba, y a otros les deja el olor a tierra húmeda.

Finalmente recurramos al autor Chomsky que considera que una de las causas esenciales que ha contribuido a la globalización es el papel de la "prensa empresarial" advirtiendo a los "mimados trabajadores occidentales" que deben empezar a olvidarse de lujos como la seguridad en el trabajo, pensiones, salud, etc., pero yo me pregunto ¿la dignidad humana, los valores, la vida, la felicidad se conquista con el producto de la globalización? Espero una respuesta de aquellos que lo hayan descubierto.