¿Humanismo versus Ciencia?

Autor: María Velázquez Dorantes

 

 

El problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón.
Albert Einstein 

Sería una mala idea pensar que la humanidad se opone a los avances de la ciencia, pero también sería una mala idea concretar que la ciencia se ha creado para destruir al humanismo. El problema se centra justamente en los parámetros del debate que muchas veces pierde la objetividad de las cosas, se utilizan los medios de comunicación para informar que la ciencia en conjunto de la tecnología están destruyendo al mundo, y que la perdida de los valores humanos se deriva justamente de ésta, sin embargo es requerible poner en reflexión que muchas veces se hacen juicios valorativos con tendencias, tanto el humanismo que permite y lucha por rescatar al individuo de las catástrofes de la ciencia, como la ciencia de seguir construyendo modelos de vida para cada estilo de vida.
Quizás la nebulosa entre el humanismo y la ciencia se ubique en la utilización que se le dan a estas dos corrientes, con diferentes pensamientos y diferentes formas de actuar. 
El ser humano se encuentra en constante búsqueda por la paz y el equilibrio armónico entre los demás seres humanos y la naturaleza; el progreso por parte de la ciencia no viene a veces como un factor que pretenda destruir tal equilibrio, es evidente que muchos avances científicos parten de una visión humanista, pero que también los vuelven sujetos a las políticas económicas y sociales que han marcado al mundo y que lo han ido concentrando dentro de una ambición desmedida hacia el poder monetario.

No se puede marcar una guerra entre el humanismo y la ciencia, porque ambas son ramas complementarias, la ética tiende a formar parte de la ciencia junto con la axiología, los inconvenientes que surgen alrededor de está temática están focalizados en uso desmedido de la ciencia y la perdida de visión que el hombre debe tener hacia la vida, pareciera que entre más cómodo desea vivir, más complicada y compleja se vive su situación. La disputa entre estos dos temas es demasiado antigua, solo que con el pretexto de la nueva modernidad la balanza de inclinado en estar atacando a dos posturas que forman parte de la existencia humana.

El desorden, el caos, la universalidad, la ruptura de las fronteras a partir de la Segunda Guerra Mundial se manifestado de forma desmedida, la demanda por obtener un poder de gobernar al mundo entero por parte de las potencias mundiales ha hecho a un lado el valor del humanismo, buscándole un enemigo que los disfrace a ellos, y en este caso han encontrado a la ciencia como el mejor abrigo para culpabilizar de los actos no razonados por muchos de los hombres, y justamente van encaminados a la desorientación del resto del mundo.

El aparato de terror que ha creado en contra del humanismo ha sido la ciencia, sin embargo, si reflexionamos sobre el asunto, tal vez el aparato terrorífico que está ahogando a la gente es la ideología de muchos que se vuelven en contra de la expresión de los valores humanos, que no defienden la verdad y la justicia y que pueden atacar el uso de las tecnologías como monstruos creados por el hombre.

Todo tiene una ventaja y una desventaja, lo importante es ponerse a pensar cómo va a ser utilizada la ciencia y la tecnología en pro del humanismo, cómo rescatar la ideología humanista en los jóvenes que desean vivir una vida sin responsabilidades y compromisos; cómo ver a la ciencia como un factor de desarrollo con parámetros éticos que dignifiquen la existencia del hombre. Vasta de buscar orientaciones pesimistas, es momento de actuar con optimismo, perseverancia, coexistencia dentro del bien y no del mal.