Monopaternidad: un asunto de dos

Autora: María Velázquez Dorantes

 

 

La adopción de los dos papeles en un solo, es decir, la madre se convierte también en padre al mismo tiempo es uno de los temas que convergen en nuestra actualidad y que conceptualmente se le ha denominado monopaternidad a la preocupación de ser madre soltera.
Existen quienes aseveran que la monopaternidad es un tema que debe asumirse desde la modernidad, con la justificación de “ que todo evoluciona y todo cambia”, por lo tanto la sociedad debe “adaptarse a esa evolución y ese cambio. Sin embargo la pregunta es la siguiente, ¿ el problema de la monopaternidad marcha desde el principio de la modernidad y es culpa de está?. No se tratará acaso, de un problema axiológico, es decir de valores en los dos géneros, tanto en el femenino y el masculino que se justifican a través de un tiempo moderno, para deslindarse del compromiso y la responsabilidad de ser padres.
Dentro de este problema se encuentran dos derechos sumamente importantes, primero el derecho a ser padres y segundo el derecho a ser hijo, a pertenecer a una familia y asumir las grandes posibilidades de traer al mundo una nueva vida.
No se trata de un problema sobre la importancia de la mujer y de las posibilidades para que ella pueda salir adelante con un hijo, sino de la revalorización de ser padres, por lo tanto, de ser familia.
La monopaternidad, no en términos generales, pero sí causales se ha dado por entender que la modernidad “permite vivir de manera más ligth”, sin mayores obligaciones, en un mundo más liberal pero no más libre. 
Debido a este problema, el índice de abortos aumenta, así como el niños abandonados y madres frustradas; Entonces vemos que la modernidad no soluciona nada, trata de justificar pero no aporta soluciones a este gran problema.

La sociedad debe ser consciente que se necesita, de manera urgente, pensar que tanto hombre como mujer son indispensables para el desarrollo humano, no se trata de vivir cómodamente sino de saber vivir, y ser comprometidos consigo mismo y con los demás. 
La modernidad sólo es un pretexto para la monopaternidad, el problema recae directamente en la formación de cada ser humano, nuevamente, en la formación de los valores, de la moral y de la ética que un individuo recibe desde el núcleo familiar, entonces por qué negar el derecho a un hijo de tener a sus padres y por qué los padres negarse así mismo ese derecho.