Estamos invitados a pensar

Autora: María Velázquez Dorantes

 

 

En este mundo donde las ciudades se han convertido en metrópolis coloniales, la velocidad de la sobre vivencia y el agotamiento interior, el ser humano está invitado a pensar y a reflexionar sobre las cosas de mayor trascendencia que alimente nuevamente la existencia espiritual.
Vivir la experiencia del encuentro con el pensamiento propone un cambio de vida, es decir, dejar a un lado la materialidad en la que el hombre se sumerge a diario, convertirnos en seres humanos y presencia de gente mecanizada donde las ideas económicas, políticas y sociales son el factor influyente para olvidar todas las necesidades humanas.

A escala mundial se requiere de un esfuerzo por atender los límites de la pobreza y la indigencia, por no ser para uno mismo sino, ser para los otros; en medio de la trivialidad es urgente rescatar el sentimiento de esperanza y anhelo para seguir defendiendo la vida. 
Basta de seguir el camino robotizado, donde la ciencia y la tecnología consideran mejorar a Dios y luchar contra las leyes de la naturaleza. Es ineludible repensar y sobre todo actuar ante los terribles ataques que ponen en riesgo la existencia del hombre, reflexionar sobre los asuntos como el aborto, la clonación, el juego de embriones congelados, porque en realidad hay quienes no saben que tipos de seres humanos desean crear.

La propuesta a ser individuos pensantes implica a la conversión de individuos de acción, que rescaten los valores humanos y sobre todo el combate contra las ideas que intentan extirpar al género humano.
Nuestra sociedad no debe convertirse en individualista, utilitarista, narcisista de sí misma, sino fruto de la comprensión de unos seres con los otros; no se trata de vivir utópicamente pero sí de realizar un compromiso interno para manifestarlo externamente. Comprometerse por la paz, en lugar de apoyar las marchas violentas, pensar cuales serán las consecuencias de ello y realizar marchas de bienestar; profundizar y recapacitar sobre la necesidad de vivir en tranquilidad hombres con hombres.
El pensar no sólo debe recaer es un estado de inercia, sino de movimiento y de acción, es necesario formar una cadena humana que levante a quienes más lo necesitan, contemplar la realidad requiere de una acción más allá y eso es alo hoy, en la actualidad apresura hacerse.