Quiero Vivir, pensamientos de vida

Paz del atardecer

Autor: Padre Mariano de Blas, L.C.



Me sumergí entero en la tarde serena, multicolor.
¡Qué tarde tan dulce!
Mirando desde la terraza hacia el valle,
podía contemplar las dos laderas verdes y amarillas 
de césped y flores, 
los árboles dormidos en el barranco,
las casitas a ambos lados del camino.
Más arriba, las montañas envueltas en bruma
y, más altas, las nubes en el cielo.
Ni una brizna de aire:
sólo la luz vespertina que se iba achicando
hasta apagarse del todo.
Paz... Paz del atardecer...
la paz que Dios infundió en estos cielos,
en estas montañas y valles,
en los atardeceres de Cuernavaca.