Quiero Vivir, pensamientos de vida

El paso de Dios

Autor: Padre Mariano de Blas, L.C.



Desde muy temprano, como siempre,
se hizo patente el amor de Dios.
Comenzando por estrenar un día,
que llamarlo maravilloso sería poco:
azul purísimo el cielo,
brisa fresca, que agitaba las hojas nuevas
de un verde brillante.
La vida y el corazón de Dios
palpitaba en las buganvillas rojas y moradas,
y en los capullos que reventaban en rosas de púrpura;
en los prados cuidados y frescos,
en el sol que todo lo llenaba de encanto y color.
Pero, si la naturaleza estaba de fiesta,
más lo estaba el alma
y se acordó con cariño del buen Dios 

que, “mil gracias derramando,
pasó por estos sotos con presura,
y yéndolos mirando,
con sola su figura
vestidos los dejó de su hermosura.”