Quiero Vivir, pensamientos de vida

El Espíritu y la carne

Autor: Padre Mariano de Blas, L.C.



Puedes convertir la vida en un infierno,
un infierno verdadero.
Y puedes convertirla en un cielo de verdad.
Elige para el futuro lo segundo.
El cuerpo poco ayuda en esos asuntos
porque ya se dijo que la carne es débil.
Pero el espíritu está pronto, 
es capaz de todos los milagros,
es capaz de amar apasionadamente, 
de vibrar de entusiasmo,
de creer y de esperar sin límites,
de entregarse del todo y para siempre.
El alma es centella divina, 
está hecha de espíritu inmortal,
de material divino:
No se cansa, no duerme, vive, grita,
pero está como encerrada dentro del cuerpo,
que a veces le impide salir. 


El remedio lo dio Cristo
cuando dijo a sus discípulos:
“Vigilad y orad,
para no caer en tentación”.