Quiero Vivir, pensamientos de vida

Cementerio de Tenancingo

Autor: Padre Mariano de Blas, L.C.



Fuimos de noche 
al cementerio de Tenancingo
el dos de noviembre.
Se veía con dificultad,
porque las veladoras junto a las tumbas 
estaban agotándose.
Pero olía a perfume de muchas flores:
nardos, rosas, claveles, azucenas…
El cementerio, el dos de noviembre,
es un bellísimo jardín
que reúne a los familiares en oración,
recoge todas las flores de los jardines
y eleva al cielo las más bellas plegarias.