Reflexión espiritual
La mejor manera de ayudar a los demás 

Autor: Padre Mariano de Blas, L.C.

Libro: Hacia las cumbres           

                     

La santidad es la mejor manera de ayudar a los demás. Hay que mirar alrededor y contemplar que hay más almas que estómagos hambrientos; la desesperación es plaga que se ramifica más y más; no raras veces termina en suicidio, en asco de vivir, en vacío existencial; muerde cada día más hombres y mujeres condenándolas a la nada.   Un estómago se sacia con un buen pedazo de pan; un espíritu hambriento requiere de algo más substancioso.  

          Los santos tienen mucho que ofrecer a este pobre mundo moribundo, tienen el alimento de los espíritus, porque están conectados con las riquezas celestes, son canal de las mismas.   No sé cuántos santos ha tenido nuestro siglo, sé que algunos muy buenos, pero no parecen suficientes, hay que agrandar el número.    Pobre siglo XX, tan rico de tecnología y tan muerto de hambre en el alma.  

          ¡Qué oportunidad tan magnífica para practicar la misericordia con tanto pobre hombre! Cristo camina por las calles y los caminos muerto de hambre y de sed, pobre y mal vestido, enfermo de gravedad, la mano extendida a los transeúntes.   Cristo tiene hambre, mucha hambre, en tantos hermanos de sangre.