Evangelio - Historia y Reflexión...

Vengan a mí todos los que están cansados Mateo 11, 28-30

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Santa Lucía, virgen y mártir

Te pedimos, Señor, por intercesión de santa Lucía, virgen y mártir que llenes de luz y de gozo nuestros corazones y que, quienes hoy celebramos su martirio en la tierra, lleguemos a contemplar con nuestros propios ojos tu gloria en el cielo. Por nuestro…

Isaías 40, 25-31 El Señor todopoderoso da fuerza al cansado

Salmo 102 Bendice al Señor, alma mía.

Mateo 11, 28-30 Vengan a mí todos los que están cansados “En aquel tiempo, Jesús dijo: “Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiado por la carga, y yo los aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera”

Santa Lucía, virgen y mártir

Según la tradición, Lucía pertenecía a una rica familia siciliana. Rechazó el matrimonio y dio sus bienes a los pobres, siendo delatada por ser cristiana. Murió mártir bajo la persecución de Diocleciano, en el año 304. Su nombre significa “luminosa” y es la patrona de no videntes y de modistas.

Seguir a Jesús

Que es asumir un compromiso al pie de su camino

Tomar el yugo significa comprometerse con los más pequeños.

Para que los otros yugos que nos oprimen no sean más cargas absolutas, sino signos de la liberación.

Hoy en día nos urge

1. Nueva y buena evangelización:

Para promover una fe experimentada como encuentro personal con Dios.

No para aumentar la clientela religiosa.

Para ello una buena formación con una sana espiritualidad

En tres ámbitos:

1.1. Misericordia. Sin ella nunca habrá verdadera evangelización

1.2. Diálogo y reconciliación. Toda la Iglesia es diálogo que busca siempre la reconciliación y el perdón.

1.3. Sembrar esperanza. Para no dejar morir los sueños e ilusiones. Pues, entre nosotros, existe la tentación de la desesperanza.

“Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré; carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón”

Toda la carga de la Iglesia descansa sobre la cruz.

No se reduce a un mero templo.

La Iglesia no es el edificio, es un cuerpo vivo y dinámico formado por personas llamadas por el mensaje del Evangelio.

Cristo es la cabeza de ese cuerpo.

Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él." (San Juan 3:16-17)

Jesús llevó sobre la cruz el peso de las aflicciones y del pecado de toda la humanidad.

El nos rescató del pecado y de la muerte.

El Señor es el gran constructor

De nada sirve trabajar de sol a sol y comer pan un pan ganado con dolor, cuando Dios lo da a sus amigos mientras duermen". (Sal 127: 1,2)

Cristo es nuestro descanso.

"Vengan a mi ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar.

Toda la carga de la Iglesia descansa sobre la cruz", y las de la humanidad también.