Evangelio - Historia y Reflexión...

Parábola de los servidores vigilantes Lucas 12,35-38 

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre 

 

 

Tenga ceñidos sus lomos, y las lámparas encendidas. Y sean semejantes a hombres que aguardan a su amo a su regreso de las bodas, a fin de que, cuando Él llegue y golpee, le abran en seguida. ¡Felices esos servidores, que el amo, cuando llegue, hallará velando! En verdad, les digo, él se ceñirá, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirles. Y si llega a la segunda vela, o a la tercera, y así los encuentra, ¡felices de ellos!

Tiempo para saber esperar. No para cruzarnos de brazos.

 

Ama hoy, mañana puede ser muy tarde ¿Ayer? ¡Eso hace tiempo!...

¿Mañana?...No nos es permitido saber... Mañana puede ser muy tarde...

Para decir que amas, para decir que perdonas, para decir que disculpas, para decir que quieres intentar nuevamente... Mañana puede ser muy tarde...

Para pedir perdón, para decir: ¡Discúlpame, el error fue mío...!Tu amor, mañana, puede ser inútil; Tu perdón, mañana, puede no ser preciso; Tu regreso, mañana, puede que no sea esperado; Tu carta, mañana, puede no ser leída; Tu cariño, mañana, puede no ser más necesario; Tu abrazo, mañana, puede no encontrar otros brazos... Porque mañana puede ser muy, muy tarde!

No dejes para mañana para decir: ¡Te amo! ¡Te extraño!, ¡Perdóname!, ¡Discúlpame! ¡Esta flor es para ti!, ¡Te encuentras muy bien!

No dejes para mañana Tu sonrisa, Tu abrazo, Tu cariño, Tu trabajo, Tu sueño, Tu ayuda...

No dejes para mañana para preguntar: ¿Puedo ayudarte? ¿Por qué estás triste? ¿Qué te pasa? ¡Oye!...ven aquí, vamos a conversar. ¿Dónde está tu sonrisa? ¿Aún me das la oportunidad? ¿Por qué no empezamos nuevamente? Estoy contigo. ¿Sabes que puedes contar conmigo? ¿Dónde están tus sueños?

Recuerda: ¡Mañana puede ser tarde...muy tarde! ¡Busca!, ¡Pide!, ¡Insiste!, ¡Intenta una vez más! ¡Solamente el "hoy" es definitivo! ¡Mañana puede ser tarde...muy tarde!

Busca a Cristo hoy. ¡Mañana pueda ser muy tarde!         Autor desconocido.

Vigilancia si. Apoltronados no.

 

El gran peligro… el miedo

Un ratón le tenía miedo al gato y el mago lo convirtió en gato. De inmediato empezó a tenerle al perro. Así que el mago lo convirtió en perro. Entonces comenzó a temerle al tigre. Así pues, el mago lo convirtió en tigre, pero de inmediato empezó a temerle al cazador. Entonces el mago dijo: te convertiré otra vez en ratón. Sólo tienes el corazón de un ratón, y así no te puedo ayudar. (Fábula Hindú)