Evangelio - Historia y Reflexión...

De allá o de aquí, Lucas 12,8-12

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre 

 

 

 Yo les digo: a quien me confiese delante de los hombres, el Hijo del hombre lo confesará también delante de los ángeles de Dios. Mas el que me haya negado delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios". EL PECADO CONTRA EL ESPIRITU SANTO "A cualquiera que hable mal contra el Hijo del hombre, le será perdonado, pero a quien blasfeme contra el Santo Espíritu, no le será perdonado. Cuando les lleven ante las sinagogas, los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo y qué dirán para defenderse o qué hablarán. Porque el Espíritu Santo les enseñará en el momento mismo lo que habrá que decir"  

De allá o de aquí

 

Todos personas de Espíritu

 

Al provocarnos negar a Dios se debe decir:

Llenaré de amor mi corazón. Porque Él es mi Dios

Aunque me pese mucho la cruz seré fiel. Porque Él es mi Dios

Cuando todos me hayan abandonado continuaré. Porque Él es mi Dios

Al quedarme casi ciego encenderé una luz. Porque Él es mi Dios

Al observar tristeza a mi lado auxiliaré. Porque Él es mi Dios

                                         Al constatar deserción permaneceré. Porque El es mi Dios     

 

 

EL AGUILA Y LA TORMENTA

¿Sabías que un águila sabe cuando una tormenta se acerca mucho antes de que empiece?

El águila volará a un sitio alto para esperar los vientos que vendrán. Cuando pega la tormenta, coloca sus alas para que el viento las agarre y le lleve por encima de la tormenta. Mientras que la tormenta este destrozando abajo, el águila vuela por encima de ella.

El águila no se escapa de la tormenta. Simplemente usa a tormenta para levantarse más alto. Se levanta por los vientos que trae la tormenta.

 

"Pero los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán."

(Isaías 40,31)

La tormenta de la duda…

Una oración…

Señor, ayúdanos a cumplir la voluntad de tu presencia entre nosotros. Para ello queremos ser el velero en la mar agitada por el mar bravo y golpeado por las olas enfurecidas, pero cuando es bien conducido y llevado con maestría y decisión llegará a puerto seguro.