Evangelio - Historia y Reflexión...

Jesús nos denuncia el mal con apariencia de bien. Lucas 11,37-41 

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre 

 

 

Mientras Él hablaba lo invitó un fariseo a comer con él; entró y se puso a la mesa. El fariseo se extrañó al ver que no se había lavado antes de comer. Le dijo el Señor: "Ustedes, fariseos, están purificando lo exterior de la copa y del plato, en tanto que por dentro están llenos de rapiña y de iniquidad. ¡Insensatos! el que hizo lo exterior ¿no hizo también lo interior? Por eso, den limosna el contenido, y todo para ustedes quedara puro.

Nadie sobra. Todos caben…

 

¡Reparte a manos llenas!

Una palabra oportuna...

Una sonrisa...

Una actitud animadora...

Un pensamiento generoso...

Y tu corazón sentirá esta gran verdad: "¡ Es mejor dar que recibir !"

¿Nunca lo sentiste?,

¡Pues, a experimentarlo!

Ayuda a alguien sin esperar nada, y veras como llegará a tus puertas con las manos llenas de alegría, la más grande felicidad que puedas experimentar en la vida.

¡La felicidad de Dar!

Cuidado…

¿Limpiar qué?

 

En el mundo hay manchas de manchas. Las de café o de sangre que son muy difíciles de quitar, pero hoy en día hay detergentes y productos que las quitan con facilidad.

¿Las manchas del alma con qué detergente o producto las quitamos?

Lo primero hay que verlas. Si no las vemos no las notamos.

Para ello hay que entrar dentro de nosotros. No es cuestión de apariencia.

Pues el cuerpo se envejece, la piel se arruga, el cabello se blanquea o se cae.

Hay que cambiar de actitud y tomar conciencia en renovarse desde adentro.

 

Por eso te pregunto: