Evangelio - Historia y Reflexión...

María y Marta Lucas 10,38-42

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre 

 

 

Durante su viaje, entró en cierta aldea, y una mujer llamada Marta, lo recibió en su casa. Tenía ésta una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Pero Marta, que andaba muy afanada en los múltiples quehaceres del servicio, vino a decirle: "Señor, ¿no se te da nada que mi hermana me haya dejado servir sola? Dile, pues, que me ayude". El Señor le respondió: "¡Marta, Marta! tú te afanas y te agitas por muchas cosas. Una sola es necesaria. María eligió la buena parte, que no le será quitada"

Dos mujeres dos posturas…

“Un pescador entrado en años esperaba por algún pasajero que quisiera ser trasladado a la otra orilla. Un joven le pidió el servicio. De inmediato se dispuso a llevarlo. El joven notó que en cada uno de los remos había una inscripción. En uno reza y en el otro trabaja. El joven comentó: Señor hoy en día ya no se reza, simplemente se trabaja y punto. El pescador, de inmediato, levantó el remo que tenía inscrito la palabra reza y con el otro comenzó  a remar pero la barca daba vueltas y vueltas. Entonces el joven reclamó: Por favor recoja le otro remo para poder llegar  a la orilla. El pescador tomó el otro remo y llegó  ala orilla. Al desembarcar le dijo: Joven aprende la lección. Para llegar  ala otra orilla,  ala orilla de Dios, hay que rezar y trabajar”  

No basta con trabajar…

Tampoco basta rezar…

·         Rezar con los ojos cerrados y olvidarse de la responsabilidad es dormir.

·         Porque repetir palabras por repetir es monotonía.  

Entonces

Una oración conciente le abre al cristiano la oportunidad transformadora de su vida y la de los demás.