Evangelio - Historia y Reflexión...

Día del Inmigrante Lucas 17,5-10

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre 

 

 

 Los apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe." El Señor respondió: "Si ustedes tienen un poco de fe, no más grande que un granito de mostaza, dirán a ese árbol: "Arráncate y plántate en el mar", y el árbol les obedecerá. ¿Acaso tienen un servidor que está arando o cuidando el rebaño? Y cuando éste vuelve del campo, ¿le dicen acaso: "Entra y descansa?" ¿No le dirán más bien: "Prepárame la comida y ponte el delantal para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?" ¿Y quién de ustedes se sentirá agradecido con él porque hizo lo que le fue mandado? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que les ha sido mandado, digan: "Somos servidores que no hacíamos falta, hemos hecho lo que era nuestro deber"

Cuidado no basta con creer…

 

En un pueblito de zona rural en los años 50, se produjo una larga sequía que amenazaba con dejar en la ruina a todos sus habitantes, debido a que subsistían con el fruto del trabajo del campo.

A pesar de que la mayoría de sus habitantes eran creyentes, ante la situación límite, marcharon a ver al cura párroco y le dijeron: "Padre, si Dios es tan poderoso, pidámosle que envíe la lluvia necesaria para revertir esta angustiante situación." "Está bien, le pediremos al Señor, pero deberá haber una condición indispensable."

- "¡Díganos cuál es!", respondieron todos.

- "Hay que pedírselo con fe, con mucha fe, contestó el sacerdote."

- "¡Así lo haremos, y también vendremos a Misa todos los días!" Los campesinos comenzaron a ir a Misa todos los días, pero las semanas transcurrían y la esperada lluvia no se hacía presente.

Un día, fueron todos a enfrentar al párroco y reclamarle:

- "Padre, usted nos dijo que si le pedíamos con fe a Dios que enviara las lluvias, El iba a acceder a nuestras peticiones. Pero ya van varias semanas y no obtenemos respuesta alguna."

"¿Han ustedes pedido con fe verdadera?", les preguntó el párroco.

- "¡Sí, por supuesto!", respondieron al unísono.

- "Entonces, si dicen haber pedido con Fe Verdadera... ¿porqué durante todos estos días ni uno solo de ustedes ha traído el paraguas?"

 

"Creo, aunque todo te oculte a mi fe, Señor.

Creo, aunque todos me digan que no.

Porque he basado mi Fe en un Dios que no cambia, en un Dios que es amor.

Creo, aunque todo parezca morir.

Creo, aunque ya no quisiera vivir, porque he fundado mi vida en palabras sinceras, en palabras de amigo, en palabras de Dios.

Creo, aunque todo subleve mi ser.

Creo, aunque sienta muy sola el dolor. Porque el cristiano que tiene al Señor por

Amigo no vacila en la duda, se mantiene en la Fe.

Creo, aunque veo a los hombres matar. Creo, aunque veo a los niños llorar. Porque aprendí con certeza que El sale al encuentro, en las horas más duras, con su amor y su luz.

Creo, Padre Eterno, y te pido que aumentes mi Fe." Padre Alfonso Milagro