Evangelio - Historia y Reflexión...

Confesión de Pedro. Lucas 9,18-22 

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre 

 

Un día que estaba orando a solas, estando con Él sus discípulos, les hizo esta pregunta: "¿Quién dicen las gentes que soy Yo?" Le respondieron diciendo: "Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los antiguos profetas ha resucitado". Les dijo: "Y vosotros, ¿quién decís que soy Yo?" Pedro le respondió y dijo: "El Ungido de Dios". Y Él les recomendó con energía no decir esto a nadie, agregando: "Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea reprobado por los ancianos, por los sumos sacerdotes y por los escribas, que sea muerto, y que al tercer día sea resucitado"

Tú eres el mesías de Dios

Dios o sus cosas

Un gran rey cruzaba el desierto y lo seguían sus ministros. De pronto uno de sus camellos volcó, rompiéndose el baúl que cargaba. Una lluvia de joyas, perlas preciosas y diamantes cayó sobre la arena. El rey dijo entonces a los ministros:

"Yo sigo adelante, ustedes pueden quedarse aquí y todo lo que recojan será de ustedes" Durante media hora, el rey pensó estar viajando solo y cuando miró atrás se da cuenta de que viene uno de sus ministros.

El rey le pregunta: "¿Qué no te importan las perlas y los diamantes? Podrías ser rico toda tu vida." A lo que el ministro responde: "Me importa mas mi rey que las cosas de mi rey"

Lo importante de esta respuesta

Es que Jesús vive y vive entre nosotros.

Es que Jesús no pierde actualidad. Siempre está.

Se centra en la madurez de nuestra fe.

Es que viene por nuestra práctica religiosa.

es que viene de la cercanía o lejanía con Dios.

Hoy, más que nunca, necesitamos…

 

Leyendo a Tony de Mello encontré. Que una vez estaba soñando que había muerto y llegó al cielo y delante del tribunal le preguntaron: ¿Quién eres? Respondió: la mujer del Alcalde. Te he preguntado quién eres no con quien te casaste.

¿Quién eres? Soy madre de cuatro hijos. Te he preguntado quién eres cuántos hijos tienes.

¿Quién eres? Soy maestra de escuela. Te he preguntado quién eres no cuál es tu profesión.

¿Quién eres? Soy buena cristiana. Te he preguntado quién eres no cuál es tu religión.

¿Quién eres? Soy un apersona buena que rezaba todos los días y ayudaba a los pobres. Te he preguntado quién eres no lo que hacías.

Así prosiguió pero ninguna respuesta dejaba satisfecha a la pregunta ¿Quién eres?

Al ver que no pasaba el examen despertó asustada y desde ese día prometió averiguar quién era y todo fue diferente.