Evangelio - Historia y Reflexión...

Enciende la luz. Lucas 8,16-18.

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre 

 

Nadie que enciende luz, la cubre con una vasija ni la pone bajo la cama, sino en el candelero, para que todos los que entren, vean la luz. Nada hay oculto que no deba ser manifestado, ni nada secreto que no deba ser conocido y sacado a luz. ¡Cuidad de escuchar bien! Al que tiene, se le dará, y al que no tiene, aun lo que cree tener le será quitado"

Encendiendo una luz

 

UN CIEGO CON LUZ

Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.

En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce. Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice: -¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano? Si tú no ves.

Entonces, el ciego le responde:

- Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mí.

Luz para ver la verdad…

 

DESESPERO

Un capitán y su tripulación viajaban en medio de una terrible tormenta durante una oscura noche y luego de varios días en altamar. El pequeño barco era golpeado insistentemente por las olas y el viento, y se mecía casi hasta volcarse mientras toda la estructura crujía y se retorcía hasta que parecía despedazarse. Habían perdido los instrumentos y no sabía ni siquiera donde se encontraban.

En medio de todo esto el capitán no hacía mas que gritar y maldecir, gritando a Dios y reprochándole todo lo que pasaba y que habían sido abandonados por El. Tomado firmemente del timón en la proa gritaba a los truenos, los relámpagos y el cielo al saberse perdido.

En ese momento, un marinero dejó su puesto y corrió donde el capitán quien le reprendió fuertemente en medio de la tormenta y la lluvia.

- "Por qué dejas tu puesto. Podemos perder el mástil", le gritó.

A lo que el marinero contesta:

- "Lo sé señor! Pero hace mas de 10 minutos se deslumbra la luz del faro del puerto.

Pero usted no la ha visto por estar gritando"

Al no tener la luz