Evangelio - Historia y Reflexión...

Todo el que se enoje contra su hermano, será llevado ante el tribunal. Mateo 5, 20-26

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre 

 

 

San Efrén, diácono y doctor.  Dios nuestro, que por medio de la muerte de tu Hijo has redimido al mundo de la esclavitud del pecado; concédenos participar ahora de una santa alegría y, después en el cielo, de la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

1  Dios ha hecho brillar su luz en nuestros corazones, para dar a conocer el resplandor de su gloria 2da.  Corintios 3, 15-18; 4, 1.3-6

2 Salmo 84, La gloria del Señor habitará en la tierra.

3 Todo el que se enoje contra su hermano, será llevado ante el tribunal. Mateo
5, 20-26
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Si no son mejores que los maestros de la ley y los fariseos, no entrarán en el Reino de los cielos. Han oído que se dijo a nuestros antepasados: No matarás; y el que mate será llevado a juicio. Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano será llevado a juicio ante el Consejo, y el que lo llame imbécil será condenado al fuego que no se apaga. Así pues, si en el momento de llevar tu ofrenda al altar recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano; luego regresa y presenta tu ofrenda. Trata de ponerte de acuerdo con tu adversario mientras vas de camino con él; no sea que te entregue al juez, y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo”

¿Qué significa ser cristiano?

 

Cuando veía por la televisión aquellas imágenes del derribo de la estatua de Sadam Husein, yo me preguntaba. ¿Cuántas estatuas hemos de derribar y destruir para que se termine este clima de violencia?

Para muestra un botón…

Echemos una mirada  ala prensa local en su última página.

Observemos el contenido de las novelas

Existe un marcado acento en la venganza. En al muerte y destrucción.

 

El Señor Raúl había comprado con mucho sacrificio su carro. Guardaba, por si las moscas, una vieja escopeta, recuerdo de su abuelo. Una noche, como de costumbre, se asomó a la ventana y observó como un muchacho le robaba las tazas al carro. De inmediato sacó la escopeta y disparó. El muchacho cayó y murió en el momento. El Señor Raúl pasó un tiempo en la cárcel. El carro está en averiguación detenido y desgastándose en el estacionamiento de la policía. Se marchó fuera, pues la familia del muerto lo busca para cobrarle venganza. Ahí quedaron los recibos por pagar del carro, las tazas no aparecieron en la confusión y una vida se perdió por causa de un ladrón sorprendido en fragancia. ¿Valía la pena matarlo? ¿Es justa esa muerte?

Lejos del corazón…

No nos amamos…

Ni al enemigo. Ni al amigo. Porque siempre queremos cobrar.

Hay muchas formas de matar. Criticas, indiferencias, calumnias, engaños…

Además, de un afán por lo material y un excesivo apego al dinero.