Evangelio - Historia y Reflexión...

Marcos 6,45-52 “Lo vieron caminar sobre el agua” Marcos 6,45-52

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre 

 

 

San Simeón Estilita.

Marcos 6,45-52 “Lo vieron caminar sobre el agua”

En aquel tiempo, después de la multiplicación de los panes, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se dirigieran a Betsaida, mientras él despedía a la gente. Después de despedirlos, se retiró a la montaña a orar. Entrada la noche, la barca estaba en medio del lago y Jesús, solo, en tierra. Viendo los trabajos con que avanzaban, pues el viento les era contrario, se dirigió a ellos caminando sobre el agua, poco antes de amanecer, y parecía que iba a pasar de largo, pero ellos, al verlo andar sobre el agua, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar; porque todos lo habían visto y estaban espantados. Pero él les habló en seguida y les dijo: ¡Animo! Soy yo; no teman. Subió a la barca con ellos y se calmó el viento. Ellos quedaron más sorprendidos todavía, ya que no habían entendido lo de los panes, pues su mente seguía embotada.

Con amor no hay temor

 

ALPINISTA: Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua, inició su travesía, después de años de preparación, pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y mas tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo. Decidido a llegar a la cima, le obscureció. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada.

Todo era negro, cero visibilidades, no había luna y las estrellas eran cubiertas por las nubes. Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires....caía a una velocidad vertiginosa, solo podía ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.

Seguía cayendo.. y en esos angustiantes momentos, le pasaran por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de su vida, él pensaba que iba a morir, mas sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos...SI, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una largísima soga que lo amarraba de la cintura.

En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedó mas que gritar:--"AYÚDAME, DIOS MIO","AYÚDAME DIOS MIO"...De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó?

-"QUE QUIERES QUE HAGA?"

-"Sálvame, Dios mío"

-"REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR

-"Por supuesto, Dios mío"

-"ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE...!"

Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó...Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontró colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza, con las manos a una cuerda... A DOS METROS DEL SUELO...

Entre nosotros hay muchos miedos…

“Ama y haz lo que quieras” (San Agustín)