Evangelio - Historia y Reflexión...

Todos los odiarán por causa de mi nombre Lc 21,12-19

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Ap 15,1-4 Cantaban y cantaban

Salmo responsorial 97 Señor, tus obras son maravillosas.

Lc 21,12-19 Todos los odiarán por causa de mi nombre  En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernantes por causa mía. Con esto ustedes darán testimonio de mí. Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes. Los traicionarán hasta sus padres y hermanos, sus parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida”

No hace falta defendernos

“Yo estaré en sus palabras y les daré sabiduría”

Vivir como verdadero cristiano significa

No tener miedo a la división de la familia

A la enemistad

A la traición y a la persecución.

A los malos tratos, incluso a la cárcel.

Jesús asistirá  a los suyos. “Ni un solo cabello de su cabeza perecerá”

No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma.

Jesús está advirtiendo

·         Si el mundo les odia, sepan que a mí me odio primero.

·         Seguir a Jesús es un total riesgo.

·         Tendrán tribulación, pero tengan valor. Yo he vencido el mundo.

La confirmación…

Es un sacramento que nos ratifica en la fe, de ahí que el obispo, además de darnos una cachetada, nos ungió la frente con el óleo de la confirmación en la fe, no cumplió con una especie de rito necesario para que luego pudiésemos acceder a los demás sacramentos. Fuimos confirmados en la fe. Fuimos constituidos “testigos” de Cristo en el mundo. De ahí, que la persona que recibe el sacramento de la Confirmación está llamado a un compromiso. Es decir, hacer algo por e bien del propio cristianismo.

            Solución al miedo

Es el amor la gran solución.
Amarlo
no es dejar que nos golpeen toda nuestra bendita existencia.