Evangelio - Historia y Reflexión...

Parábola de la oveja descarriada Lucas 15, 1-32

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre 

¿Qué hombre entre ustedes, teniendo cien ovejas, si llega a perder una de ellas, no deja las otras noventa y nueve en el desierto, para ir tras la oveja perdida, hasta que la encuentre? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros, muy gozoso, dice: "Alégrense, conmigo, porque encontré mi oveja, la que andaba perdida". Así, les digo, habrá gozo en el cielo, más por un solo pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de convertirse".

LA DRACMA PERDIDA. "¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si llega a perder una sola dracma, no enciende un candil y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra?...

EL HIJO PRODIGO. "Un hombre tenía dos hijos, el menor de los cuales dijo a su padre: "Padre, dame la parte de los bienes, que me ha de tocar". Y les repartió su haber…Cuando lo hubo gastado todo, sobrevino gran hambre en ese país, y comenzó a experimentar necesidad. Fue, pues, a ponerse a las órdenes de un hombre del país, el cual lo envió a sus tierras a apacentar los puercos. Y hubiera, a la verdad, querido llenarse el estómago con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. Volviendo entonces sobre sí mismo, se dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre, y le diré: "Padre, he pecado contra el cielo y delante de ti. Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo… Pero cuando tu hijo, éste que se ha comido toda su hacienda con meretrices, ha vuelto, le has matado el novillo cebado". El padre le dijo: "Hijo mío, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo. Pero estaba bien hacer fiesta y regocijarse, porque este hermano tuyo había muerto, y ha revivido; se había perdido, y ha sido hallado"

 

Monseñor Van Thuan detenido en 1975 por su condición de obispo y encarcelado durante 13 años en las cárceles del Vietcong, nueve de ellos en completo aislamiento. Escribe el libro Testigos de la esperanza. Habla de defectos que tiene Jesús:

Jesús no sabe matemáticas. Si Jesús hubiera hecho un examen de matemáticas, quizá lo hubieran suspendido. Para Jesús, uno equivale a noventa y nueve, ¡y quizá incluso más! ¿Quién aceptaría esto? Pero su misericordia se extiende de generación en generación... Cuando se trata de salvar una oveja descarriada, Jesús no se deja desanimar por ningún riesgo, por ningún esfuerzo. ¡Qué sencillez sin cálculo, qué amor por los pecadores!

Jesús no sabe de lógica. Es realmente ilógico molestar a sus amigas sólo por una dracma ¡Y luego hacer una fiesta para celebrar el hallazgo! Y además, al invitar a sus amigas ¡gasta más de una dracma! Ni diez dracmas serían suficientes para cubrir los gastos...Aquí podemos decir de verdad, con las palabras de Pascal, que «el corazón tiene sus razones, que la razón no conoce» Jesús, como conclusión de aquella parábola, desvela la extraña lógica de su corazón: «Os digo que, del mismo modo, hay alegría entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta»