Evangelio - Historia y Reflexión...

Dichoso aquel que participe en el banquete del Reino de Dios Lucas 14,15-24

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Filipenses 2,5-11

Salmo responsorial 21 Alabemos juntos al Señor.

Lucas 14,15-24 “En aquel tiempo, uno de los que estaban sentados a la mesa con Jesús le dijo: Dichoso aquel que participe en el banquete del Reino de Dios. Entonces Jesús le dijo: Un hombre preparó un gran banquete y convidó a muchas personas. Cuando llegó la hora del banquete, mandó un criado suyo a avisarles a los invitados que vinieran, porque ya todo estaba listo. Pero todos, sin excepción, comenzaron a disculparse. Uno le dijo: Compré un terreno y necesito ir a verlo; te ruego que me disculpes. Otro le dijo: Compré cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego que me disculpes. Y otro más le dijo: Acabo de casarme y por eso no puedo ir. Volvió el criado y le contó todo al amo. Entonces el Señor se enojó y le dijo al criado: Sal corriendo a las plazas y a las calles de la ciudad y trae a mi casa a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos. Cuando regresó el criado, le dijo: Señor, hice lo que me ordenaste, y todavía hay lugar. Entonces el amo respondió: Sal a los caminos y a las veredas, insísteles a todos para que vengan y se llene mi casa. Yo les aseguro que ninguno de los primeros invitados participará de mi banquete”

Todos estamos invitados

 

Si te es difícil conseguir dormir esta noche, recuerda a la familia sin hogar que no tiene ninguna cama para dormir.

Si te encuentras atorado en el tráfico no te desesperes, hay gente en este mundo para la cual conducir sería un privilegio.

Si tienes un mal día en el trabajo piensa en el hombre que lleva meses buscando trabajo.

Si te afliges pasar de otro fin de semana en casa, piensa en la mujer que trabaja doce horas al día, siete días a la semana ganando una miseria.

Si tu auto te deja por daños mecánicos, piensa en el paralítico quien amaría la oportunidad de tomar esa caminata.

Si notas un cabello gris nuevo en el espejo; piensa en el paciente con cáncer que desea tener cabellos.

Si te desesperas por lo mal que te ha ido con tu pareja, piensa en la persona que nunca ha conocido el amor.

Si te encuentras perdido en tu vida y preguntándote cual es tu propósito, sé agradecido, hay gente que no vivió lo suficiente para conseguir esa oportunidad.

Vive cada momento agradeciendo a Dios, y no viendo lo que no tienes sino apreciando lo que si tienes.

Parábola de los que rechazan la invitación

A Jesús ni los suyos lo recibieron

·         La gratitud es el reconocimiento por un don que se recibe.

·         Para un cristiano la gratitud nace de la fe en Cristo.

·         Pareciera que Cristo necesita mendigar para que sea recibido por nosotros.

Los buscados para la fiesta

Todo nos lleva a la eucaristía

·         Gran signo del Reino de Dios.

·         La invitación que se nos hace está en sintonía con la persona que nos invita, En este caso es el mismo Dios.

·         De ahí que la misa dominical no es una invitación triste.

·         Sino participación en la fiesta de Dios y de los hermanos.

No somos dignos a la invitación del banquete eucarístico, pero Dios nos dignifica con su llamada.

 

Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos ahora que estoy vivo y no una noche entera cuando yo muera.

Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que estoy vivo, y no apoyes tu cuerpo sobre mí cuando yo muera.

Prefiero que hagas una sola llamada ahora que estoy vivo y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.

Prefiero que me regales una sola flor ahora que estoy vivo y no me envíes un hermoso ramo cuando yo muera.

Prefiero que elevemos al cielo una oración ahora que estoy vivo y no una misa  cantada y concelebrada cuando yo muera.

Prefiero que me digas unas palabras de aliento ahora que estoy vivo y no un desgarrador poema cuando yo muera.

Prefiero escuchar un solo acorde de guitarra ahora que estoy vivo, y no una  conmovedora serenata cuando yo muera.

Prefiero me dediques una leve plegaria ahora que estoy vivo y no un poético epitafio sobre mi tumba cuando yo muera.

Prefiero disfrutar de los mas mínimos detalles ahora que estoy vivo y no de grandes
manifestaciones cuando yo muera...

Aprovecha a tus seres queridos ahora que están entre nosotros y no importa a donde vayas, quién seas o de donde vengas, nunca temas expresar tus sentimientos.