Evangelio - Historia y Reflexión...

La mies es abundante y los obreros pocos Lucas 10,1-9

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

San Lucas, evangelista – Fiesta

Señor, tú que elegiste a san Lucas para revelar al mundo, mediante su predicación y su Evangelio, el misterio de tu predilección por los pobres, haz que todos los que hemos recibido de ti la gracia de conocerte, unidos por un profundo espíritu de fraternidad, demos al mundo testimonio claro de tu amor.

2 Timoteo 4,9-17 Sólo Lucas está conmigo

Salmo 144  responsorial. Señor, que todos tus fieles te bendigan.

Lucas 10,1-9 La mies es abundante y los obreros pocos. “En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir, y les dijo: La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa digan: Que la paz reine en esta casa. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: ‘Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios”

San Lucas

En este evangelio Jesús…

Todos misioneros

LA FORTALEZA DE UN HOMBRE

La fortaleza de un hombre no está en el ancho de sus hombros. Está en el tamaño de sus brazos cuando abrazan.

La fortaleza un hombre no está en lo profundo del tono de su voz. Está en la gentileza que usa en sus palabras.

La fortaleza de un hombre no está en la cantidad de amigos que tiene. Está en lo buen amigo que se vuelve de sus hijos.

La fortaleza de un hombre no está en como lo respetan en su trabajo. Está en como es respetado en su casa.

La fortaleza de un hombre no está en lo duro que puede golpear. Está en lo cuidadoso de sus caricias.

La fortaleza de un hombre no está en su cabello o su pecho. Está en su corazón.

La fortaleza de un hombre no está en las mujeres que ha amado. Está en poder ser verdaderamente de una mujer.

La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar. Está en las cargas que puede llevar a cuestas.

Hacer conocer el evangelio

Una noche, mientras dormía Dios se le apareció y le dijo: "Te necesito. Tengo importantes tareas para ti". El hombre despertó y durante todo el día no pudo dejar de pensar en aquello que había escuchado. El sueño se repitió durante una semana, y finalmente durante el mismo sueño una noche el dijo: "Señor, perdona todo lo que he sido. A partir de hoy haré lo que desees y cumpliré la misión que tienes para mí sin importar lo que sea. Predicaré, dejaré mi trabajo, iré donde nadie ha llegado a contar sobre ti. Solamente dime lo que deseas".

Dios guardó silencio por unos segundos y le dijo: "Es mas importante que cualquiera de esas cosas, la mas importante misión que tengo para ti, es que te reconcilies con tus hermano y tu familia. Hecho eso, te indicaré tu siguiente misión" El hombre se sintió terriblemente mal, pues su orgullo no le permitía buscar la reconciliación, y no pudo seguir adelante.

Todo por la paz

Veamos algunos significados

Oración después de la comunión

Que esta sagrada comunión aumente, Señor, en nosotros el amor a Cristo y nos haga permanecer fieles al Evangelio, predicado y transmitido por san Lucas.